Con modelos eléctricos e híbridos ya en el mercado, el siguiente paso previsto por BMW en su política de sistemas de movilidad alternativos pasa por la pila de combustible y el hidrógeno. Con más de 30 años de experiencia en el desarrollo de esta tecnología –en 2006 presentaba una berlina de lujo bautizada como Hydrogen7-, acaba de dar ahora a conocer el que podría ser su primer modelo propulsado por esta tecnología de pila de combustible, un Serie 5 GT del que ya ha dado algunos datos.
Alimentado por hidrógeno, el motor eléctrico rinde 245 CV de potencia. Incorpora un acumulador de hidrógeno en forma de un depósito tipo túnel entre los dos ejes a 700 bar de presión, y ofrece una autonomía superior a los 500 kilómetros. Además, BMW ha aprovechado para patentar un sistema de almacenaje del hidrógeno a solo la mitad de presión, 350 bares. En este desarrollo, la marca alemana ha aprovechado las sinergias establecidas con la japonesa Toyota, que acaba de lanzar al mercado el Mirai -su primer modelo con esta tecnología- que comparte con el Serie 5 FCEV la misma autonomía.
Una tecnología, la de la pila de combustible, que transforma el hidrógeno gaseoso contenido en el depósito en energía eléctrica y vapor de agua. La batería de alto voltaje se utiliza como acumulador intermedio y, por lo tanto, gracias a su capacidad neta de aproximadamente 1 kW/h, puede tener un tamaño mucho más pequeño que las baterías utilizadas en coches eléctricos convencionales. Almacenando el hidrógeno en un depósito criogénico y dependiendo del concepto propio a la hora de su desarrollo, es posible alcanzar autonomías habituales en el caso de automóviles convencionales provistos de un motor de combustión. Además, el tiempo necesario para llenar un depósito de hidrógeno es ya prácticamente similar al que transcurre cuando se llena un depósito de gasolina o de combustible diésel, menos de cinco minutos en realizar una carga completa en el caso de este novedoso Serie 5 FCEV Gran Turismo.