El mercado norteamericano va a ser sin duda uno de los que más sufra dentro de Volkswagen los efectos del fraude de las emisiones detectados meses atrás. En un país donde el engaño tiene mayores repercusiones sociales que en cualquier otro, las ventas de la marca han comenzado un declive que, en el pasado mes de noviembre, ha supuesto perder casi un 25% de matriculaciones frente al mismo mes del año anterior. Junto a la propia desconfianza generada por el propio fraude que ha retraido a muchos clientes, se une el hecho de la paralización de las ventas de los modelos equipados con los motores diésel TDi 2.0 de cuatro cilindros y 3.0 de seis cilindros, los últimos en incorporarse a la lista de motores fraudulentos.
Según cifras dadas a conocer por el fabricante alemán, en el penúltimo mes del año vendió 23.882 automóviles en el mercado estadounidense, cuando en noviembre de 2014 Volkswagen había vendido 31.725 vehículos, lo que supone una caída del 24,72 %. En lo que va de año, Volkswagen ha vendido en Estados Unidos 318.912 vehículos, un 4,33 % menos que en el mismo periodo de 2014. Según la marca alemana, estos resultados en las ventas de noviembre son reflejo directo del impacto generado por la reciente suspensión de las ventas de todos los modelos con motores de 2 litros cuatro cilindros TDI y 3 litros TDI V6.
El director de operaciones de Volkswagen en Estados Unidos, Mark McNab, añadió que la empresa "está trabajando sin descanso para encontrar un remedio aprobado para los vehículos TDI afectados. Mientras tanto, nos gustaría agradecer a nuestros concesionarios y clientes por su paciencia y lealtad". Unos remedios que, al menos en Europa, se han comunicado para el caso de los motores de cuatro cilindros 1.6 y 2.0, pero no para el resto de mecánicas afectadas.