No es una fórmula nueva, la de combinar en un compacto la deportividad de un chasis específicamente preparado para ello con un motor de altas prestaciones pero que apenas gaste combustible. Volkswagen, con el Golf GTD, ya lleva tiempo con esa receta que tan bien funciona, ofreciendo toda la experiencia y deportividad de su Golf GTI pero en un formato, el Golf GTD, que mantiene toda la esencia del primero tanto en diseño como en prestaciones y sensaciones pero con unos consumos propios de un utilitario.
Ford, por primera vez en su gama, se atreve a imitar el mismo concepto aplicando en el Focus ST esa misma receta, aprovechando la puesta al día que ha efectuado a su deportivo ST para introducir una segunda motorizacion, diésel al igual que el Golf GTD, con la que hacer frente a este último y atraer a clientes que no se han atrevido hasta ahora a decantarse por la versión ST de gasolina y enfrentarse en ella a los altísimos consumos que arroja no sólo en carretera en conducción rápida o deportiva, sino simplemente en el día a día en ciudad o alrededores.
De ahí que Ford haya desarrollado esta variante diésel del ST que, aunque estará disponible a partir de septiembre u octubre en lo que a reservas en concesionario se refiere, las entregas a clientes se harán algo más tarde, a principios de año. Si el Focus ST de gasolina desarrolla 250 CV de potencia y 360 Nm de par máximo, el ST diésel se conforma con 185 CV y 400 Nm de par, pero con unos consumos nada menos que un 35% inferiores, quedándose en unos ajustados 4,4 l/100 km homologados, y ofreciendo con seguridad valores en la vida real muy por debajo de los de la versión de gasolina.
Unas cifras las del Focus ST de gasóleo que le permiten ofrecer una velocidad máxima de casi 220 km/h y una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos, cifras algo por debajo de uno de sus más directos rivales, el Golf GTD, que llega hasta los 230 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,5 segundos.
Además de pequeños cambios estéticos, que afectan al paragolpes, el capó o los faros, Ford ha aprovechado para introducir ciertos ajustes en la suspensión. Así, los muelles delanteros son diferentes, monta cuatro nuevos amortiguadores algo más deportivos aún y ha modificado la dirección para que responda con mayor rapidez. Se ha mejorado el control de estabilidad, que tiene tres programas de funcionamiento y el sistema «Torque Vectoring» que actúa en el paso por curva para lograr una mayor eficacia en conducción deportiva.