La competencia por los recursos alimentarios con los gran tiburones blancos pudo contribuir a la extinción del megalodón, uno de los carnívoros más grandes que jamás haya existido, según sugiere un estudio publicado este martes en la revista Nature Communications. Los hallazgos brindan información sobre la dieta de los tiburones vivos y extintos a partir de los isótopos analizados en los fósiles de ambas especies.
El tiburón megadentado Otodus megalodon, más comúnmente conocido como megalodón, vivió hace entre 23 y 3,6 millones de años en los océanos de todo el mundo y posiblemente alcanzó los 20 metros de longitud. A modo de comparación, los grandes tiburones blancos más grandes de la actualidad alcanzan una longitud total de solo seis metros.
Se han discutido muchos factores para explicar el gigantismo y la extinción del megalodón, y su dieta y la competencia dietética a menudo se consideran factores clave.
La dieta de los tiburones
En este estudio, los investigadores analizaron las proporciones de isótopos estables de zinc en dientes de tiburón modernos y fósiles de todo el mundo, incluidos dientes de megalodón y grandes tiburones blancos modernos y fósiles. Este nuevo método permite a los científicos investigar el nivel trófico de un animal, que indica cómo de arriba está el animal en la cadena alimenticia.
El megalodón alcanzó los 20 metros de longitud y los tiburones blancos más grandes llegaron solo a seis metros
El nivel trófico de los animales indica su posición dentro de un ecosistema, y la dieta juega un papel importante en la comprensión del estilo de vida y la ecología de un animal. El zinc se incorpora al esmalte de los dientes cuando se forman y puede usarse como indicador para comprender la dieta de un animal y para inferir su nivel trófico en el ecosistema.
Un nuevo método de estudio
En este nuevo trabajo, Jeremy McCormack y su equipo describen un método para inferir la dieta en organismos fósiles mediante el uso de isótopos de zinc. Generaron una base de datos de valores de isótopos de zinc a partir de dientes de tiburón en 20 especies vivas, incluidos individuos de acuario y salvajes, así como 13 especies fósiles, incluida O. megalodon.
Los autores generaron una base de datos de valores de isótopos de zinc a partir de dientes de tiburón en 20 especies vivas
Los autores descubrieron que los valores de isótopos de zinc se conservaron en los dientes a lo largo de períodos geológicos y también indican los niveles tróficos de la especie. Los autores compararon los valores de isótopos de zinc entre O. megalodon y el gran tiburón blanco y encontraron que cuando coexistieron, durante el Plioceno temprano, sus niveles tróficos se superpusieron y es posible que compitieran por los mismos recursos alimentarios, como los mamíferos marinos, incluidos los cetáceos.
"Nuestros resultados muestran que tanto el megalodón como su antepasado eran superdepredadores”
"Nuestros resultados muestran que tanto el megalodón como su antepasado eran superdepredadores, alimentándose en lo alto de sus respectivas cadenas alimenticias", asegura Michael Griffiths, coautor del estudio. "Pero lo que fue realmente notable es que los valores de isótopos de zinc de los dientes de tiburón del Plioceno temprano de Carolina del Norte sugieren niveles tróficos superpuestos en gran medida de los primeros grandes tiburones blancos con el megalodón mucho más grande".
Superposición trófica
“Es probable que estos resultados impliquen al menos cierta superposición en las presas cazadas por ambas especies de tiburones”, añade Kenshu Shimada. "Si bien se necesita investigación adicional, nuestros resultados parecen respaldar la posibilidad de una competencia dietética del megalodón con los grandes tiburones blancos del Plioceno temprano".
Según los autores, estos nuevos métodos de isótopos como el zinc proporcionan una ventana única al pasado. “Nuestra investigación ilustra la viabilidad de usar isótopos de zinc para investigar la dieta y la ecología trófica de animales extintos durante millones de años, un método que también se puede aplicar a otros grupos de animales fósiles, incluidos nuestros propios antepasados”, concluye McCormack.
Los autores destacan que existen múltiples causas potenciales de la extinción de O. megalodon, incluidos los cambios climáticos y ambientales, pero sugieren que la competencia con el gran tiburón blanco puede haber sido un factor.
Referencia: Trophic position of Otodus megalodon and great white sharks through time revealed by zinc isotopes (Nature Communications) DOI 10.1038/s41467-022-30528-9