El escenario, sus protagonistas y las circunstancias son los siguientes: Almería, agrupación local del PSOE, la más importante de todas en la provincia. La dirige Fernando Martínez, catedrático de Historia de la UAL, exalcalde de Almería y miembro de la Ejecutiva Federal, responsable de todo lo relativo a la Memoria Histórica.
Martínez, por poco, ganó las elecciones a la agrupación frente a una candidatura oficialista apoyada por Juan Cornejo desde Sevilla, o lo que es lo mismo, Susana Díaz. La operación tenía una fuerte carga de simbolismo; la agrupación almeriense se había convertido en el último bastión, la última tribu por conquistar del susanismo frente al sanchismo en aquella batalla andaluza tras la clamorosa derrota de Susana en las primarias de mayo. El envite local lo perdió la dirección regional al vencer la candidatura de Martínez, pese al esfuerzo de los delegados periféricos de la Junta en Almería y sus terminales de poder en o cerca del partido.
Frente al catedrático se situó Juan Carlos Pérez Navas, senador y concejal portavoz del PSOE en la capital, el mismo que en la confrontación provincial presentó batalla como candidato de una supuesta tercera vía, dividiendo y debilitando realmente al sanchismo, que perdió la secretaría general provincial, la única sobre la que, en teoría, tenía posibilidades y podría haber supuesto una pica orgánica en el sumiso coro de los ocho secretarios generales provinciales actuales, incondicionales todos de Susana.
¿Concejal o senador?
La candidatura de Pérez Navas era descaradamente oficialista, incluyendo en la misma, además de algunos delegados de la Junta, como guinda, a un vocal viralizado en su día por confesar ante una cámara oculta que él iba a Diputación solo a cobrar cada mes como “asesor del Grupo Socialista”, que lo suyo era vivir su vida y “tomar cervecitas”, le contaba a Tele 5 en la barra de un chiringuito de playa.
Derrotada la candidatura del aparato regional en la ciudad de Almería, a los pocos días, fue llamado a capítulo Pérez Navas, al que se le planteó que debía renunciar a uno de los dos cargos institucionales que ostentaba, bien el de concejal, bien el de senador.
Esa petición, por supuesto, no fue atendida por Pérez Navas quien, como respuesta, acaba de anunciar formalmente su intención de presentarse a primarias para la alcaldía de Almería.
La paz orgánica y política parece imposible en el PSOE y, conviene recordar que, Susana Díaz será la primera que deberá someterse al veredicto de las urnas en tiempos de gran incertidumbre
El senador nunca respondió a los nuevos directivos locales del partido, antiguos amigos y aliados suyos, pese a lo que establecen los Estatutos del PSOE, articulo 557 del reglamento (febrero 2018) que los desarrolla y en vigor desde el último congreso, ese en el que la delegación andaluza se fue de copas mientras se aprobaban minucias orgánicas, como esa que se ‘oculta’ en el añadido del 557 sobre incompatibilidades.
“No podrán desempeñar simultáneamente más de un cargo institucional o público de elección directa (excepto los inherentes o derivados de la función principal), salvo que exista un informe motivado desde su Comisión Ejecutiva regional o de nacionalidad para casos excepcionales. A la vista de ese informe motivado, la Comisión Ejecutiva Federal adoptará la decisión definitiva, autorizando o desautorizando la compatibilidad para ostentar simultáneamente más de un cargo institucional o público de elección directa por un/a mismo/a militante”.
Como puede observarse el añadido alude a que será Ferraz quien tiene la última palabra en esta cuestión, ya que “adoptará́ la decisión definitiva”.
Juan Cornejo sale al quite
Ha sido el número dos de Susana en el partido, Juan Cornejo, también senador y amigo de Pérez Navas, quien ha salido al quite, proclamando que la agrupación local de Almería no tienen potestad ni competencias para exigirle a Pérez Navas que dimita de uno de los dos cargos que ocupa irregularmente, según los estatutos. En definitiva, Cornejo considera que la directiva de Fernando Martínez no tiene la obligación de hacer cumplir lo que marcan los estatutos del partido a sus militantes, pero tampoco consta que desde Sevilla se haya tomado una decisión al respecto. Cornejo sí avanzó que la dirección regional, llegado el caso, informará favorablemente sobre la compatibilidad de Pérez Navas en ambos cargos, pero no explicó el porqué de tan singular excepcionalidad.
De momento la ejecutiva local de Almería ha dado cuenta de la situación irregular de Pérez Navas a la dirección federal del PSOE, lo que sugiere que el conflicto sale de los límites de Almería para instalarse en el permanente pulso que el PSOE de Susana Díaz mantiene con la dirección federal de Pedro Sánchez.
Si Ferraz toma la iniciativa y aplica los reglamentos, Pérez Navas deberá optar, aunque no se sabe muy bien si elegirá el Senado o el ayuntamiento de Almería. La opción del Senado y mantener su candidatura a primarias parece la más probable, algo que desgastaría a su adversaria interna, aunque también a la marca PSOE. Porque lo que parece seguro es que será una mujer la candidata que apoye la agrupación local; sería la primera vez que el PSOE presentará una mujer para la alcaldía de Almería.
Dos posibles candidatas
Dos nombres se barajan en los mentideros almerienses, Consuelo Rumí y Adriana Valverde. La que fuera Secretaria de Estado de Emigración con Rodríguez Zapatero es actualmente concejal en Almería, pero sus amigos creen que Rumí tiene otros planes vitales después de tantos años en primera fila de la política. Por su parte Adriana Valverde (1960), tiene vida política por delante, aunque lleva años en la vida pública ocupando delegaciones territoriales de la Junta y actualmente ejerciendo como concejal, dicen que llevando junto a Rumí gran parte del peso del grupo municipal que, en teoría, lidera el senador Pérez Navas.
Este conflicto, aparentemente una disputa más o menos recurrente en fechas preelectorales dentro de los partidos, adquiere en este caso una relevancia política notable, dado que confirma, una vez más, que se mantiene la tensión entre las direcciones del PSOE en Sevilla y la federal de Madrid. La bajada de Sánchez a someterse a Susana Díaz en un acto público en Sevilla, apoyando sin fisuras la política del PSOE-A y a su lideresa, no sirvió absolutamente de nada. La paz orgánica y política parece imposible en el PSOE y, conviene recordar que, Susana Díaz, será la primera que deberá someterse al veredicto de las urnas en tiempos de gran incertidumbre social y política, mientras la derecha hace sus números en Andalucía y ya sueña con una posible alianza con C,s.