Opinión

Aló, presidente Sánchez en Moncloa (#QueTeVoteTxapote)

“Gobernamos Contigo” es el lema que han elegido los asesores de Su Sanchidad para arrancar el año electoral en Moncloa, el único lugar donde hoy por hoy no llegan los abucheos ni los carteles incómodos

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE / Juan Carlos Hidalgo.

Pedro Sánchez ha montado en Moncloa un ‘Aló, presidente’ para arrancar el curso político. Con una representación cuidadosamente seleccionada de ciudadanos por los cientos de asesores presidenciales (que para eso son legión y bate récords de contrataciones en democracia), han aplaudido al líder y, media docena, hasta han lanzado preguntas igualmente elegidas para poner en valor los esfuerzos de Su Sanchidad para cuidar “de nuestros hijos e hijas”. No como hacen esos desagradecidos cada vez que el presidente sale de la jaula de cristal del palacio de la carretera de la Coruña.

Porque el presidente Sánchez ya no puede salir de Moncloa. Ni siquiera ir a Sevilla –el feudo de Felipe y Alfonso, el de Susana, el de los condenados Chaves y Griñán- que este domingo abucheaba al líder de un PSOE que ya ha perdido Andalucía. Este sábado, además de los silbidos y los abucheos, un cartel se colaba a las espaldas de Sánchez en todas las fotos de las portadas: mientras el presidente se hacía selfies con algunos de los fieles, un ciudadano enarbolaba un cartel que perseguirá a Sánchez en lo que queda de legislatura: “Que te vote Txapote”.

Igual que a Felipe le persiguió la X de los Gal y a Aznar, la foto de las Azores; como a ZP le marcó su “estamos en la Champions lí” mientras la crisis mordía el alma del país y a Rajoy le acompañó el “M. Rajoy” y el “Luis, sé fuerte”, Pedro Sánchez no se podrá librar de haberse garantizado la Moncloa gracias a los votos de Podemos, de ERC y, sobre todo, de Bildu.

En muchas partes de España, abrazarse a independentistas y proetarras para poder seguir en el machito es un precio que no están dispuesto a pagar. Por eso, además de la corrupción de los ERE que ahora pretenden indultar, Andalucía ha dado la espalda al PSOE. Y, por eso, el presidente del Gobierno es recibido con abucheos desde la Zamora que arde devastada por los incendios a Sevilla.

Y como Sánchez no puede salir ya por España sin arriesgarse a ser abucheado y silbado y que un cartel le recuerde que está hipotecado a los proetarras, el rey se queda en palacio y le montan un ‘Aló presidente’ para comenzar el año electoral e intentar lo que ahora mismo parece un imposible: dar la vuelta a unas encuestas que, semana a semana, amplían la brecha con respecto al PP de Feijóo: ya son casi 50 lo escaños que separan a los populares de los socialistas.

“Gobernamos Contigo” es el lema que han elegido los asesores de Su Sanchidad para arrancar el año electoral en Moncloa, el único lugar donde hoy por hoy no llegan los abucheos ni los carteles incómodos. Ya no quiere saber nada del Ibex, cuando les convocaba a la Casa de América o al Thyssen, para arrancar el curso. El rey está desnudo y en campaña, y ahora, Botín y Galán son enemigos.

En el jardín, con una periodista televisiva de conductora y con un público debidamente seleccionado, el presidente sin corbata vuelve a poner en valor sus medidas".

Por eso, porque cada vez está más solo, Sánchez ha montado este ‘Aló, presidente’ en Moncloa. Allí no llegan los ecos de los pitos y los insultos y nadie le reprochará los pactos con ERC y Bildu. En el jardín, con una periodista televisiva de conductora y con un público debidamente seleccionado, el presidente sin corbata ha vuelto a poner en valor sus medidas de ahorro, ha vuelto a señalar a Putin como único culpable de la inflación que nos ahoga, ha vuelto a denunciar “el cambio climático” –por fin, este sábado se bajó del Falcon- y ha vuelto a culpar “a los poderosos” de no querer contribuir a sus medidas “para defender a la clase media y trabajadora”.

La campaña para las autonómicas y municipales de mayo ha comenzado. Pedro Sánchez está dispuesto a dejar en evidencia a aquellos que creen que está muerto. Como hizo en su día contra el PSOE y todo su aparato. Entonces, ganó. Se metió en un coche y recorrió toda España. Hoy puede ir en Falcon y en Súper Puma, pero cada vez que sale de su jaula de Moncloa, le persiguen los abucheos, la desesperación y un cartel: “Que te vote Txapote” .

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