El político más influyente en la historia italiana de los últimos treinta años. Un resumen con el que parece existir general consenso a la hora de describir la singladura vital de Silvio Berlusconi, despedido esta semana con un fastuoso funeral de Estado en el Duomo de Milán. El hombre que presidió el sepelio de las elites italianas surgidas al final de la II Guerra Mundial, tras la quiebra del viejo sistema de partidos –desde la CD de Andreotti hasta el PSI de Craxi, pasando por el PCI de Berlinguer-, corrompido hasta la médula, a manos de los jueces de “Mani pulite”. Aquel sistema podrido vino a ser sustituido por un personaje inclasificable, empresario, showman, político, entre otras muchas cosas, un tipo en torno al cual se estructuró la política y la sociedad italiana a partir de mediados de los noventa, un “demagogo corruptor” (Montanelli) capaz de polarizar la sociedad entre partidarios y opositores, entre amigos y enemigos. El toque a rebato de un país harto de robo y despilfarro, que decidió poner sus esperanzas en un mafioso, un outsider, un logrero simpático y libertino, un delincuente vocacional que llegó dispuesto a hacer tabla rasa de lo viejo enterrando el centro y entronizando los extremos.
La creencia ilusoria de ese italiano medio que pensó, pensaba, que un empresario rico no se corrompería, no necesitaría robar porque ya era millonario y podía dedicarse a sanear el país. Maurizio Cotta, profesor de ciencia política en Siena, ha dicho que el éxito de Berlusconi se basó en entender como nadie la psique del italiano medio al que supo hablar “alla pancia” (al estómago), supo atiborrar de promesas generalmente incumplidas, pero al que no dio jamás lecciones de moral y del que, de alguna forma, se convirtió en modelo, hombre de éxito rodeado de lujo disparatado y desvergüenza sin límites, de servidores y de putas, de sabandijas y aduladores. Un farsante, en muchas cosas parecido a nuestro Sánchez, dispuesto a vender al pueblo llano el ideal de un ilusorio “sueño italiano”, un relato totalmente falso, pero a quien una amplia mayoría estaba dispuesta a perdonar porque sencillamente era simpático y caía bien, Silvio no sermoneaba, era cercano y “votable”, divertía con sus excentricidades y alienaba con el majestuoso uso de ese arma de destrucción masiva que para él fue la televisión, el uso de las redes sociales antes de que aparecieran, el entretenimiento alejado de cualquier pretensión cultural, el vulgar lavado de cerebro centrado en la vida de personas igualmente vulgares.
Sería difícil explicar en un foro internacional el hecho de que los Gobiernos españoles decidieran un día poner en manos extranjeras el control de los dos grandes grupos de televisión que durante las últimas tres décadas han moldeado la conciencia de las clases medias hispanas
Berlusconi desembarca en España a finales de los ochenta de la mano del PSOE, partido al que le unían tantas cosas. El Gobierno de Felipe hace un reparto de las televisiones privadas y crea un canal, Telecinco, en el que gente afín a Alfonso Guerra incrusta a Berlusconi, la ONCE y la editorial Anaya, entre otros, pero cuya batuta se entrega a los italianos porque eran los únicos que sabían hacer televisión. De la mano de Lazarov y sus “Mamá chicho” (“Mamá, Chicho me toca / me toca cada vez más”), el éxito acompañó desde el principio al canal gestionado por Mediaset España o la obscena exhibición de un modelo televisivo pensado por un extranjero para enriquecerse a calzón quitado sin el menor compromiso con el país anfitrión. Casi todas las cosas malas que ocurren en este país tienen que ver con la pobre calidad de una clase política dispuesta a cualquier cosa menos a la defensa de los intereses de España. Sería difícil explicar en un foro internacional el hecho de que los Gobiernos españoles decidieran un día poner en manos extranjeras el control de los dos grandes grupos de televisión –concesiones administrativas, por lo demás- que durante las últimas tres décadas han moldeado la conciencia de las clases medias hispanas, suministrándoles el alimento con el que nutrir sus sueños, superar sus frustraciones, alterar sus valores morales, modelar su forma de juzgar las conductas, delimitar su posicionamiento político y conformar, en suma, su visión de la vida y el mundo. Uno terminó controlado al 100% por Mediaset (Berlusconi), y el otro, Atresmedia, por el grupo De Agostini y, en menor porcentaje, por el alemán Bertelsmann. ¿Sería posible imaginar que las dos grandes cadenas de televisión privada italianas hubieran estado durante los últimos treinta años en manos de grupos españoles? Esta aberración, en términos de país, ha tenido lugar en España, una de las grandes economías de la UE, con uno de los idiomas de mayor proyección mundial y con intereses de todo tipo que defender en grandes zonas del planeta.
Los Gobiernos españoles han cavado profundamente la trinchera de su indignidad en lo que al negocio de la comunicación se refiere, en general, y al de la televisión, en particular, contribuyendo a abrillantar las cuentas de resultados de ambos grupos por el sencillo método de vetar la emisión de publicidad comercial en la cadena pública RTVE, cuyos déficits siguen cubriendo los impuestos de los ciudadanos vía PGE, publicidad que iba directamente a engrosar la facturación de Telecinco y Antena3 hasta el punto de que los 400 millones que ambas se repartían al final de cada ejercicio se correspondían, muy grosso modo, con los millones que TVE dejaba de ingresar por decisión política. Han regalado las licencias a capos extranjeros y les han llenado los bolsillos, han contribuido a hacerles aún más ricos, al punto de que solo desde 2011 a esta parte Mediaset España ha registrado beneficios acumulados por importe de más de 1.700 millones y ha repatriado a Italia la parte del león de los mismos. Algún año hubo en que el amigo Paolo Vasile, el hombre de Berlusconi en España, repartió el 110% del beneficio, porque se trataba de exprimir la teta de la vaca hasta dejarla exhausta.
¿Y qué han hecho a cambio los Vasile, Carlotti (primero en Telecinco, después en Antena3) y compañía? Mofarse de los españoles cuando, al caer el viernes, se dirigían a Barajas para embarcar con destino a Roma y Milán donde iban a pasar el fin de semana. En España dejaban la “mierda” enlatada que iban a esparcir, la telebasura con la que iban a anegar los millones de hogares esparcidos por las cuatro esquinas del país, la petrificada España rural sin más alimento que llevarse a la boca, pero también la droga que consumían grandes capas de población urbana enchufadas al “Sálvame”, los ríos de lágrimas de Belén Esteban, la “reina del pueblo”, los sofocos de la Pantoja, las reflexiones epistemológicas de Matamoros, los arreones sexuales de gente sin dos dedos de frente en “Gran Hermano”, “Supervivientes”, “La Isla de las Tentaciones”, el sexo como argumento supremo abrasando cualquier sentido del recato o la simple vergüenza, ¿Qué sentido tiene esforzarse en estudiar una carrera, superar exámenes, adquirir currículum, crecer asumiendo la responsabilidad de tus actos, cuando un mozo bien plantado o una moza con buenas tetas podían ganar fama y dinero ejerciendo el oficio más viejo del mundo bajo la protección de un simple edredón en Guadalix? Esta es la mercancía que estos canallas han vendido en España. Han hecho algo peor, porque Vasile convirtió Telecinco en su laboratorio (“lo mismo nos hemos pasado un poco con “Hotel Glam”, llegó a decir), hizo aquí sus experimentos, emitió programas que no se atrevía a pasar en Italia, experimentó formatos que luego exportó a otros países. España como cobaya de todas las inmundicias, a menudo una única inmundicia repetida en distintos formatos a lo largo de la parrilla y hasta el final de la noche.
La Sexta y Mauricio Carlotti, con la bendición de Rajoy, dan luz a ese invento llamado Podemos, un monstruo que creció tanto, de forma tan amenazadora, que fue necesario proceder a su voladura, proceso ahora en marcha de la mano precisamente de quien lo encumbró, García Ferreras, el hombre de Florentino Pérez, eximio capo del “establishment” madrileño
Casi treinta años galleando y presumiendo y despreciando, desde el Rey al presidente del Gobierno, porque todos estaban en sus manos o tal parecía, todos terminaban acudiendo a pedir la protección de sus telediarios cuando llegaban elecciones o estallaba algún escándalo de corrupción. Hubo dos cadenas de televisión, dos cadenas de nuevo cuño, que quebraron a consecuencia de la mala gestión. Hubiera sido el momento de ponerlas en manos de grupos españoles dispuesto a competir con los capos transalpinos. Pero no, el Gobierno Zapatero se las ingenió en 2011 para salvar la vida a Prisa, una vez más, enchufando Cuatro a Telecinco, y en 2012, nada más llegar al poder, Rajoy se apresuró, de la mano de su ama de llaves Soraya, con el aliento en la nuca del nunca suficientemente glosado Mauricio Casals, para que Atresmedia se hiciera con La Sexta, suprema paradoja de esta derecha boba española que se cree tan lista que vamos a aprovechar, vamos a utilizar La Sexta, con ayuda de Mauricio, para inventarnos un competidor al socialismo por su izquierda, a ver si así terminamos de joder al PSOE de una vez por todas.
Y es así como La Sexta interviene decisivamente en la política española. Si la democracia fue definida en su día por el teórico británico A. V. Dicey (un constitucionalista quepopularizó la expresión “rule of law”) como un Gobierno de opinión, en nuestros días “el pueblo soberano opina sobre todo de acuerdo con la forma con que la televisión le induce a opinar” (Giovanni Sartori). La Sexta y Mauricio Carlotti, con la bendición de Rajoy, dan luz a ese invento llamado Podemos, un monstruo que creció tanto, de forma tan amenazadora, que fue necesario proceder a su voladura, proceso ahora en marcha de la mano precisamente de quien lo encumbró, García Ferreras, el hombre de Florentino Pérez, eximio capo del “establishment” madrileño. ¿Resultado final? Un duopolio televisivo perfecto o todas las televisiones, incluida la pública TVE, al servicio de la izquierda. En la última década hemos asistido así al espectáculo impúdico de una telebasura que cual lluvia fina ha ido filtrando en la sesera de la gente común los dogmas de esa izquierda enemiga del crecimiento, dispuesta a entronizar al Estado como supremo hacedor, a rechazar la responsabilidad individual, a huir del riesgo, a renegar del esfuerzo y a aceptar los mantras del mundo woke, la ideología de género, el cambio climático, la igualdad por pelotas y, por supuesto, el universo LGTBI…
Difícil saber cuánto ha tenido que ver en la malformación de la sociedad española, en la quiebra de valores, en la pérdida de referentes morales, la pestilente “mercancía” que durante décadas le han ido suministrando todos los días, todas las semanas, todos los meses del año, unas cadenas, y unos propietarios detrás, cuyo único objetivo era hacerse ricos a cualquier precio
Difícil saber cuánto ha tenido que ver en la malformación de la sociedad española, en la quiebra de valores, en la pérdida de referentes morales, la pestilente “mercancía” que durante décadas le han ido suministrando todos los días, todas las semanas, todos los meses del año, unas cadenas, y unos propietarios detrás, cuyo único objetivo era hacerse ricos a cualquier precio. Una sociedad tan tiesa de criterio, tan yerma de sentido de la vergüenza ajena, que todos los días contempla en Cuatro cómo españoles de cualquier edad, a menudo simples ancianos, se ponen ante las cámaras dispuestos a mostrar el desolado territorio de sus vidas vacías, los surcos que en el alma han ido creando el río seco de la ausencia de afectos, la falta de amor, dispuestos todos a encontrar pareja cenando espaguetis sin saber siquiera manejar los cubiertos, mientras el cínico Sobera vende la apuesta como la octava maravilla del mundo. Ambas cadenas están de capa caída, en realidad amenazan ruina, prisioneras de un negocio más que maduro abandonado por las nuevas generaciones, por esa gente joven que no ve Antena3 y mucho menos Telecinco. Caen los espectadores y ceden los ingresos. La crisis es tan intensa que hasta Jorge Javier Vázquez, epítome de los días de esplendor de la telebasura, el chico que acertó al calificarse de “rojo y maricón” y a quien la desnortada izquierda patria ha pretendido convertir en orate, guía o faro de esos valores “líquidos” que defiende, ha sido despedido de Telecinco.
Las cosas parecían haber tomado un giro distinto cuando, hace escasas fechas, Borja Prado desembarcó en la cúpula de Mediaset España poniendo fin a la grosera exhibición de chabacanería diaria de Jorge Javier y al reinado incontestado del propio Vasile, “el virrey de Berlusconi en España”, según lo definía ayer aquí Gregorio Morán, “el ideólogo arrogante que nunca escribirá un libro”. Las últimas noticias parecen indicar, sin embargo, que Prado quedará relegado a funciones de mera representación institucional, lo que equivale a decir que el grupo italiano no está dispuesto a abandonar esa telebasura que tan buenos réditos le ha producido en España y tan graves heridas ha dejado en el inconsciente colectivo del español medio. Habrá que ver qué hacen los hijos del difunto con el imperio levantado por su padre, a quien, como epitafio, cabe la sentencia de Roberto Sabiano, citada ayer por Morán, según la cual “la santificación política de Berlusconi es una vergüenza democrática y un insulto a la verdad”. Y una ocasión para que la clase política española recupere algo de la dignidad perdida.
Fernandoo
Lo dicho. Berlusconi no se atrevía a programar en la televisión italiana lo que programaba en España.
Nomerindo
Hola a todos, todas y todes. Reconozco que ya no me hace ni puñetera gracia este encabezamiento. Excelente articulo Sr Cacho. Este es el país, o País, según se considere, que con una sentencia en firme del Supremo para devolver todas las emisoras de Antena 3 de radio, el sr Rato, tan de moda estos días, nos dijo que esa sentencia ya se había cumplido. Siendo lo de las televisiones italianas una desvergüenza inexplicable fuera de aquí, lo del grupo Prisa creo que ha sido todavía mas destructivo. Han destruido personas y haciendas, sin despeinarse. Recordemos que deben hasta de callarse, y ahí siguen, dando carnets de democracia. Y nadie les reclama la deuda a el nuevo dueño de INDRA. Esperemos que los nuevos dueños del BOE dentro de unas semanas no tengan demasiadas ataduras y sí buena memoria. Un saludo al foro.
Hispanosinmas
Sublime
Birmania
El artículo de Cacho muy bueno, los comentarios también muy buenos.
S.Johnson
Espeluznante, la pobre huerfanita y el malvado baronet... ¿inventó pues Berlusconi el 'panem et circenses' y lo hizo, precisamente en España?
CARLOSBCN
Tengo entendido que una de estas absorciones se hizo de la mano de Soraya Sáenz de Santamaría. Creo que se aprobó aprovechando que era verano, de tapadillo y en contra del informe de un cierto organismo que velaba por la competencia. Ignoro el tema pero si una TV emite por concesión pública, dichas concesiones ¿Son eternas o tienen fecha de caducidad? En este último caso, y una vez terminado el periodo de concesión,¿No se puede dejar de renovar esta concesión? Creo que el 85% de la publicidad la facturan estas dos empresas con lo que a las otras cadenas les queda el 15% restante y que conformaría el duopolio privado del que advertía el organismo de competencia. De esta forma se impediría/dificultaría la aparición de nuevas cadenas. Si es así, ¿No se puede obligar la venta de una parte de sus canales para favorecer la competencia?
JoseAntonioRuizAragonMunoz
Por eso y aunque parezca mentira, el único político bueno que hemos tenido en los últimos 150 años ha sido Franco, pero eso, aún sabiéndolo, no lo dirá nunca Jesús Cacho, ni casi ningún periodista, el único político BUENO, HONRADO A CARTA CABAL, PATRIOTA Y EL QUE MÁS JUSTICIA SOCIAL HA HECHO HA SIDO FRANCO. Pero toda esta basura política de este régimen del 78, hubieran sido imposible si no se hubiera DEGRADADO TAMBIÉN HASTA EL INFINITO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LOS PERIODISTAS, casi todos de izquierdas. Lo que se ha hecho con Vox, quizá el único partido honrado, decente y patriota de todos lo que ha habido desde 1.978, lo que se ha hecho con Vox decía, por parte de todas las televisiones y radios, y todos los periódicos de izquierdas y derechas (Exceptos unos pocos periódicos de derechas muy minoritarios y con pocos lectores y la minoritaria TV el Toro) es de una desvergüenza, de una inmoralidad, que bien puede calificarse de terrorismo informativo, lleno de auténticas mentiras. Y como aún con eso seguía creciendo, ENTONCES HICIERO SU ÚLTIMO ATAQUE QUE FUE DESINFORMAR, o sea no informar de nada de lo que hiciera Vox, o de sus propuestas en el congreso, excepto de aquello que pudiera hacerle daño casi siempre con mentiras y manipulaciones. SI LOS MEDIOS SE HAN DEGRADADO TANTO COMO LOS PARTIDOS POLÍTICOS CON LA EXCEPCIÓN DE VOX.
Emilezolacuso
De principio, y desde pertenecer a esas generaciones que hemos tenido el honor, suerte, privilegio de conocer, deleitarnos, ensimismarnos con el periodismo pata negra, el auténtico y genuino, este análisis de D. Jesús, todo un incunable. Para enmarcar. Cuanto expone, viene de lejos. Quizás desde lo que se vino a denominar: La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas (Michea, 2002) o lo que acabó por denominarse: La escuela de la ignorancia y manipulación de la ciudadanía. De hecho, se va imponiendo un Nuevo Orden Global, aderezado en la modernidad con la imposición de la Agenda 2030 (ecología, feminismo, LGTB, sostenibilidad.... Hasta incluso nombrar al Papa actual). Una estrategia que conduce al "entontecimiento global". "Hay un proyecto, quizá inconsciente, de manufacturar ciudadanos que no sean malos, pero sí tontos". El zoquete como lo que marque la normalidad. La pérdida de valores desde el Humanismo, anular el conocimiento y capacidades culturales e intelectuales (de ahí lo que denuncia D. Jesús vía ocio de masas). La respuesta fue el adoctrinamiento paulatino y metódico de la población, gracias a un concepto creado por el propio sistema: el titytainment. Es decir, una mezcla de entretenimiento, satisfacción instantánea y espectáculo, que busca acabar con la capacidad de análisis crítico de la ciudadanía inoculado a partir de la destrucción del aparato educativo o, visto desde su reverso, promover una "escuela de ignorancia". Fracaso educativo, control y manipulación del a población, adoctrinamiento, imposición ideológica. EL TITYTAINMENT: Una mezcla de entretenimiento, satisfacción instantánea y espectáculo, que busca acabar con la capacidad de análisis crítico de la ciudadanía inoculado a partir de la destrucción del aparato educativo o, visto desde su reverso, promover una "escuela de ignorancia". ¿Hoy día ver TV, escuchar radio, leer prensa? ¡Sólo si de por medio te colocan una pistola en la sien!
Boswell
Estoy con TAYLLERAND, que para ser un simple ingeniero no es escribe nada mal (es broma, amigo!). Las nuevas generaciones no ven la TV tradicional. O bien se suscriben a canales alternativos, en los que puedes ver inúmeras películas y series sin anuncios, o bien recurren a la internet tipo YoTuve, cuando no a los videojuegos, las pizzas y los porros. Los varones jóvenes ya ni siquiera se interesan por el sexo, porque es tan fácil. Esto es lo que ha conseguido el feminismo: millones de mujeres cincuentonas solas y con un gato, siempre el inevitable gato. La publicidad. La codicia rompió la gallina de los huevos de oro. No puede ser ver un película que dura 90 minutos, y al final te tiras casi el doble debido a los anuncios. Eso ya nadie lo aguanta. Ni zapping ni narices. De todas formas, y como ya ha sido apuntado por alguno forero, si la telebasura ha tenido y tiene tanto éxito en España, se debe a que hay un público para ello, el mismo que vota a la Izquierda. Qué pena de país…El fin de las TVs tradicionales (Legacy Media) está próximo…, lo veremos.
Boswell
Ay, DERONDAT, estás feroz, feraz en el cabreo. Por cierto: por qué no escribes con tu antiguo alias? Tienes a medio foro in albis…Yo no te pienso descubrir, por si estás perseguido por el CNI y la CIA…Ten cuidado, amigo, el Deep State, Bill Gates/Jefreey Epstein, Soros…
Reliable1
Toda España está en manos de extranjeros desde las grandes superficies que son francesas y alemanas, bueno Costco es de San Diego, California, hasta las montadoras del automóvil desde Palencia a Vigo y de Barcelona a Navarra pasando por Almusafes. Y para guinda la "utility" Endesa en manos italianas. Para colmo todo el centro de Madrid en mano de mexicanos, venezolanos de posibles y demás iberoamericanos comprando inmuebles a escape...hasta el bufete más importante de Brasil se ha establecido ahí para asesorar "who knows who?". J.P. Morgan lo sabe de la misma manera que sabe que Su Persona no pasa la reválida porque los españoles se dieron cuenta el pasado 21 de Mayo que no hizo un buen bachillerato. Si no aprobó la revalida de 4* como va a pasar la de 6* el día 23 de Julio.
Boswell
Buenos días, Isaac. Se sigue sin poder poner párrafos en los comentarios de VP, por lo que usted, amablemente, se interesó ante mi queja. Un mundo sin párrafos es el absoluto caos. Espero que estén ustedes trabajando en ello. Seremos pacientes. Cordiales saludos.
Boswell
Otra gran columna de Jesús Cacho, que vuelve por sus antiguos fueros, el mejor periodista de investigación de su generación, y con una virtud añadida: buena, cuidada, prosa aderezada con la técnica de suspense de las policíacas novelas…Enhorabuena, maestro. Lo relatado por el autor es demasiado deprimente, y cómo España está a la venta hace mucho tiempo, gracias a una Izquierda que quiere destruir el país, y sus riquezas como ENDESA, vendida por ZP por dos duros a los italianos. Es curioso cómo todos los mandatarios socialistas (FG, Solchaga, Bono, ZP, Pepiño Blanco y tantos otros) se hacen ricos, muy ricos. Cómo? De dónde? Es la codicia del nuevo rico, que es muy superior al rico de muchas generaciones, para que el dinero no es un fin, sino un medio, y además jamás habla de dinero, pues se considera de mal gusto. El rico de verdad no quiere ruido, dijo alguien, y conduce coches modestos para despistar y no lo secuestren. Por supuesto no lleva relojes caros, algo ya tan hortera, pues te los robarán con violencia en la calle. En su día, llevar un Rolex era símbolo de elegancia. Hoy, de horterismo y nueva riqueza. Yo ya no me los pongo, mucho menos el precioso Daytona. Para qué, para que te lo roben en la calle a golpes? Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, no lleva reloj. Dijo: “Para qué, si tengo el móvil? Me parto). Creo que Sánchez, mafioso, brutal, feroz, chantajista, tiene dominados y callados a tantos socialistas importantes gracias a la extorsión: “Cómo levantes la voz contra mi persona, acabaré contigo y con tu fortuna, de origen tan dudoso e ilegal, que lo sé”. Hay que reconocer a Sánchez una cualidad: el ejercicio sin complejos del Poder casi absoluto, mientras que la Derecha pide permiso para ejercerlo. Es la diferencia entre un killer y un softie acomplejado. La incógnita es si Núñez Feijóo será lo primero o lo segundo. Se admiten apuestas.
Talleyrand
Ese mundo del "entretenimiento" a base de "mama chichos" nunca criticadas por el uso de las mujeres, o de JJ Vazquez, autodeclarado "mari-con y rojo" en un programa de variedades constituye la base de lo que hemos llamado telebasura. Un negocio como otro cualquiera que ha utilizado licencias publicas otorgadas por diversos gobiernos y generadoras de cierto ambiente pestilente en su relacion con la política y la creacion de opinion. Señores de las Tinieblas toxicos, partidos apostando a aprendices de conspirador, vividores sin mas. Se diria un ecosistema creado para el "Pequeño Nicolas", Ivan Redondo y otras especies afines. Un mundo en decadencia ante la enorme ventana que ha abierto la tecnología. Los menores de 30 años no miran la tele, miran el movil el portatil o el ipad. Y ven Instagram, Tik Tok (la china), Youtube, Twitch, .... Son los mismos que ya no hablan por la linea telefonica sino que usan whats up o FaceTime para comunicarse. La misma generacion para la que una videoconferencia es lo mas natural.... Esa generacion acabara con la estrella de las televisiones aunque hay intentos de pasarse al otro lado como Movistar Plus o aplicaciones de archivo de programas en streamming. Demasiado tarde porque los reyes en este mundo son ya Netflix, Premium, Spotify, HBO, Disney... o las creaciones personales de usuarios a traves de plataformas antes mencionadas. Silvio fue el ultimo Citizen Kane, version hortera de un mundo de televisiones que se muere. No tiene ninguna Rosebud en su mundo bungabunga. Lo ha arrasado la tecnologia y el futuro ya es claramente "Black Mirror". Si no sabeis que es esto, estais en periodo de obsolescencia proxima o inminente. Tened cuidado. Por cierto Black Mirror no se ve en ninguna cadena "generalista" con canal asignado por políticos de turno.
Grossman
De todo lo expuesto, magistralmente, hay una conclusión clara, ningún país europeo habría permitido un cuasi monopolio de basura televisiva de izquierdas y en manos extranjeras. Vete a Italia a comprar una empresa italiana, no te dejan comprar ni un kiosco de pipas. Si, el daño ha sido terrible, no se entiende el sanchismo sin la telebasura. Por cierto, se le ha olvidado El Gran Wayoming, un programa racista contra la raza inferior de la derecha, destilación de odio en estado puro, una especie de radio de las Siete Colinas.
Gala
Buenos días, lo que les cuento creo que fue el viernes 15 hacia las 6,30 de la tarde. Llego a casa y enciendo la tele. No recuerdo ni el canal solo recuerdo la cara de sorpresa que se me quedó. Un programa donde cinco o seis personas andaban revueltas desnudas en plena juega erótico festiva. No recuerdo si era ese programa infecto de aquí no hay quien viva o algo parecido, pero me dejó como ya he comentado, helada. En plena tarde con toda la chiquillería en casa y sin ningún pudor, todos a una mostrando sus pobres y asquerosos cuerpos en una exhibición de porno vomitivo. Este país necesita un buen repaso. La gente buena no deja de repetir: "Esto no es ayer padres y abuelos". Pásenlo bien..
Pelosi
El problema proviene de la llegada al poder del infecto PZOE, creador junto con el Golfo Borbón de un sistema político ultra corrupto en España. Con la llegada de Felipe y Guerra al grito de “Cien años de honradez pero ni uno más”, todo se torció. Los españoles empezaron a ser espectadores de la política y no protagonistas, todo empezó a ser secreto porque todo empezó a ser corrupción y mentira. El 23-F del 81 el Golfo Borbón se dió un autogolpe que le grangeó de manera falsaria la admiración y el cariño del pueblo y le dió patente de corso para sentirse intocable y hacer lo que todos sabemos que hizo. El 23-F del 83 la banda de Felipe y Guerra, con la colaboración de los infames banqueros robaron Rumasa a su dueño con argumentos manipulados, dando el pistoletazo de salida a uno de los episodios de “carroñerismo” político y corrupción más infames de la historia del mundo: la Reprivatización. Hasta la golfa de la Preysler que no sabe hacer la o con un canuto trincó. A partir de allí España fue como un mercadillo de corrupción capitaneado por el gran capo Felipe y el guerrismo de Guerra y sus hermanos. El que quisiera medrar tenía que contar con la PZOE de poder omnímodo llena de desvergonzados deseando trincar en todos los niveles de la Administración. Polanco campaba a sus anchas apoyado por Moncloa pasándose por el arco del triunfo el Imperio de la Ley y la biutiful era ama y señora. Abreviemos: Un día llegó el PP con intenciones reformadoras pero acabó sucumbiendo a la corrupción y España quedó sumida en una noche sin referentes que dura hasta hoy. El problema es la catadura moral de nuestros políticos que no se paran en barras con tal de enriquecerse: han vendido el país a empresas y fondos extranjeros. Siendo grave lo de las TVs no es lo peor; las eléctricas, las petroleras, los seguros, las telecos, los automóviles…todo está en manos extranjeras que nos esquilman con mercados opacos y se llevan a sus países los beneficios, pagando aquí, con la colaboración necesaria de los políticos unas tarifas super reducidas de Impuesto de Sociedades, ofensivas para nuestro tejido empresarial autóctono. Un ejemplo: nuestra tan cacareada inflación proviene de la subida incontrolada de los precios de los combustibles y de la luz, no le busquen otra raíz que unos mercados oligopolísticos y unos métodos delirantes de cálculo de la tarifa o precio. Los políticos y el Golfo Borbón nos han traído hasta aquí. En Italia, por ejemplo, el también ultra corrupto Partido Socialista ha desaparecido y sus golfos gestores como Craxi (padrino de Berlusconi) están en la cárcel o huídos, en España la PZOE nos gobierna y sus corruptos gestores históricos son popes de la democracia y dan lecciones a diestro y siniestro. Ya lo decía Bismark hace un siglo y pico: “lo increíble de España es que con una clase política tan inepta y corrupta, todavía exista como país”. Amén.
Alon101
No hay que olvidar que si existe telebasura es porque tiene público. Prácticamente no veo televisión. Muy poco de interés entre un montón de anuncios.
MkGregor
Estimado Jesús, creo que miras poco la tele. De tu comentario "En la última década hemos asistido así al espectáculo impúdico de una telebasura que cual lluvia fina ha ido filtrando en la sesera de la gente común los dogmas de esa izquierda enemiga del crecimiento ...", no creo que sea ese el caso de Ana Rosa Quintana ni de Pablo Motos. Ya sé que para ti todo es culpa de la izquierda y de Rajoy si tienes que dar un cachete a la derecha, pero España ha estado gobernada durante muchos años por la derecha con mayorías absolutas o con mayarías muy amplias y con el mismo panorama mediático. Así que, un poco de seriedad, por favor.
vallecas
Esta claro D. Jesús, todo cierto y completamente de acuerdo, pero a riesgo de ser inoportuno, deberíamos también hacer un poco de autocrítica. Yo soy una persona normal, de un barrio normal y de familia normal. Yo jamás he visto "Sálvame". y tampoco veo "first dates".
Petrapacheco
Para enmarcar, Don Jesús. Pero fíjese que la democratización de la comunicación entre los jóvenes, viene de la mano de los 'chinos' a través de su tiktok que supone aún más chabacanización si cabe. Hoy todos los políticos que se precien tienen su canal de tiktok en el que se disponen a hacer las mismas tonterías que el resto de 'influencers' (mi abuelo siempre distinguía entre buenas y malas influencias, pero ahora lo importante es la influencia, aunque sea mala). En esas estamos don Jesús. ¡Y que viva el Bombero Torero¡ A este paso los políticos 'electos' van a romper el modelo de negocio de mamachichos y firsdateros. Es todo de un puro onanismo que echa para atrás.
Norne Gaest
Plenamente de acuerdo con el artículo. Una pregunta: ¿que se puede hacer para tener canales de televisión más decentes, con calidad y diversos ideológicamente? Aquí, entre empresarios sin escrúpulos, torpeza del PP y viveza socialista habituales, nos han colado televisiones infumables (no solo las citadas por el Sr. Cacho, sino también los otros canales) que influyen, por ejemplo, para que el cuerpo electoral vote tan mal como vota y se produzcan gobernantes como los que actualmente tenemos