Opinión

Bildu es un tumor

Derrotado Sánchez, y con un partido PP que dependa de Vox para ejercer el poder, la capacidad del partido Bildu para cogobernar España, como ahora hace, se vería muy disminuida

  • Joseba Egibar (PNV)

El último salpafuera del puterío político español es que “no asumirán el cargo”, en caso de ganar, unos asesinos que había presentado en las listas electorales el partido Bildu. Socio y aliado preferente del Gobierno español. Pero. Que los siete asesinos en cuestión asuman sus cargos o no, carece de importancia. Todos los etarras aspirantes a políticos del partido Bildu, a mi modo de ver, y según dicta la lógica más elemental, son igualmente asesinos. Pertenecían a ETA, eran parte de la maquinaria ejecutora. Que no fueran el último eslabón de la cadena mortífera no significa nada en términos de responsabilidad criminal. No apretaron el gatillo o colocaron la bomba, ¿y qué? Hicieron posible que se apretara y se colocara. Son tan merecedores del nombre de asesinos como los ejecutores. Todo lo demás es politiquería y bajeza socialista, mediática, intelectual y social.

El Dodo Feijóo ha declarado, respecto a la supuesta retirada de los asesinos de las listas electorales de Bildu, que “la dignidad se ha impuesto”. Recuérdese que el pájaro dodo o pájaro bobo, se extinguió debido a que olvidó cómo identificar, y en consecuencia, defenderse de los depredadores. Por cierto. ¿Se dan cuenta de la confianza que tiene Bildu en la bajeza moral del votante vasco? Sabe que con los asesinos en las listas, obtendrán más votos. En caso contrario, ¿por qué mantenerlos? ¿Por qué no sustituirlos por personas sin relación alguna con la banda criminal?  

No olvidar que el PP es tan culpable del triunfo y la metástasis institucional del tumor nacionalista vasco (y catalán), como el PSOE

La última jugada del partido Bildu (hacer como que repliega a sus etarras) obedece a una clara estrategia electoral: dañar lo menos posible la permanencia del partido PSOE en el poder. Sin la abyecta complicidad del PSOE, el partido Bildu no tendría lo que más necesita, una máquina dedicada a lavar la sangre de las víctimas de los patriotas vascos, ¡instalada en la oficina del mismísimo presidente de España! Un presidente al que, hay que decirlo, no le incomoda revolcarse en la sangre de las víctimas de ETA con tal de continuar en el poder. Bildu cuenta con el apoyo de una gran cantidad de canallas vascos que lo votarán. Pero, derrotado Sánchez y con un partido PP que dependa de Vox para ejercer el poder, la capacidad del partido Bildu para cogobernar España, como ahora hace, se vería muy disminuida. Creo. No olvidar que el PP no es un partido político confiable, como la inútil mayoría absoluta de Rajoy mostró fehacientemente. No olvidar que el PP es tan culpable del triunfo y la metástasis institucional del tumor nacionalista vasco (y catalán), como el PSOE.  

Del infame José María Aznar y su “movimiento vasco de liberación” al infame Mariano Rajoy y su 155 acolchado. Cómplices. Responsables. Nadie medianamente decente puede negar que  décadas de concesiones, traslado de competencias, cobardía, abandono de los buenos, negocios y políticas complacientes y sumisas con los más tribales, ha hecho que la democracia española se encuentre completamente sumergida (hasta las listas de Bildu aún asomaba  la nariz de la mierda) en el excremento tribal.

No existe el tribalismo democrático, en la misma médula tribal radica la pulsión totalitaria, el odio a los que no pertenecen a tu manada

Tribalismo español constitucionalmente reconocido, por cierto. La eclosión política de ETA y sus asesinos no es una anomalía de la política española frente a sus enemigos tribales vascos y catalanes, es la prolongación lógica de un proceso de rendición y envilecimiento que comenzó el día en que los llamados “padres de la Constitución” aceptaron una España desigual, una España de españoles de primera y segunda. Desde el día en que impusieron a los españoles la renuncia al principal principio cohesionador de una sociedad democrática: el que instaura, impone y defiende la igualdad de sus ciudadanos. Sin ciudadanos libres e iguales no hay democracia.

¿Ingenuidad? Buena fe. Da igual. En términos reales, es traición a los fundamentos de la España de ciudadanos libres e iguales, que se pretendía construir, rectifico, que tenían la obligación y el deber de construir.  No existe el tribalismo democrático, en la misma médula tribal radica la pulsión totalitaria, el odio a los que no pertenecen a tu manada, el tribalismo es una forma ancestral de supremacismo que rebrota una y otra vez a lo largo de la historia, con otros nombres y otras vestimentas, pero parte indisoluble de la misma hedionda familia anticivilizadora.

ETA no ha sido derrotada. El nacionalismo vasco es ETA. ETA vive. Y no sólo vive y está en los gobiernos españoles, es más peligrosa y poderosa que nunca. Cierto que aún no ha conseguido su objetivo final, independizarse de España y de los odiados y despreciados españoles, pero se halla en mejor posición que nunca para alcanzar su fin. Mucho más que cuando mataba. Esa es la cruel y cruda realidad.

No hay tarea más urgente para los ciudadanos españoles libres e iguales que ilegalizar Bildu. Bildu es un tumor maligno que se ha expandido tanto por el cuerpo democrático español, que la única solución, si ese cuerpo democrático quiere sobrevivir, es extirparlo.

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