Descartado Puigdemont, de profesión sus Bruselas, con Jordi Sánchez viviendo un sueño imposible que busca la noche, el ínclito Turull, que sería Pepino el Breve porque lo inhabilitarán dentro de semanas, como mucho, ¿quién quedaba como alternativa separatista? Exacto: el Caganer
Símbolo por excelencia de la nación catalana
No es cosa de risa, ni mucho menos. Mi tierra tiene unos símbolos que son pasmo y asombro del mundo civilizado e, incluso, del que está aún por civilizar. Darle de bastonazos a un tronco en Nochebuena para que cague caramelos, por vía de ejemplo, no es de los menos importantes. Caga Tió, no caguis arengades que son molt salades, caga torrons que són més bons, i sinó cagues torrons, ¡cop de bastó!, que, traducido, más o menos, significa “Caga, Tió, no cagues arenques que son muy salados, caga turrones que son más dulces, y si no cagas turrones, ¡bastonazo!” Esto cantan miles de tiernos infantes catalanes en esa noche de paz, noche de amor, mientras le arrean unos golpes de padre y muy señor mío al indefenso tronco. La cosa es que cague lo que se le pide y no lo que pueda. Hay que irles enseñando lo que son las revoluciones de las sonrisas y tal. Amor fraternal, señoras y señores.
Pero existe otro símbolo, también escatológico, porque lo nuestro es eso, que ha traspasado las fronteras: el Caganer. Es esa figurilla que no puede faltar en cualquier belén catalán que se precie. Representa a un pastor con barretina que, efectivamente y como su mismo nombre indica, está en plena defecación. Excuso enumerar los orígenes del mismo, puesto que hay quienes le atribuyen la misión de fertilizar la tierra, otros quieren ver en el la representación de los niños de pecho o, por haber, hay incluso quien le otorga la misión telúrica de aunar el plano espiritual representado por el Niño Dios con el humano en su más rotunda faceta, la de evacuar. Entiendan que, si en Cataluña existe un instituto histórico empeñado en sostener que Leonardo da Vinci, Santa Teresa, Cervantes o El Cid eran catalanes de pura cepa, esto sea pecatta minuta. En fin.
Sea como fuere, cada año se venden miles de ellos, de caganers, existiendo una industria que les pone las efigies de las personalidades más destacadas del año. Teneos caganers de Puigdemont, de Rajoy, de Iceta, incluso de Darth Vader, que ya es tener. En Cataluña se sabe que has triunfado cuando te dedican un Caganer, te entrevistan en La Vanguardia o sales en TV3. Así se llega a la cima de la popularidad en estas tierras, señores.
Esa es la explicación acerca de porqué asuntos como la fortuna de los Pujol o el tres por ciento les da exactamente igual a los nacionalistas devenidos en separatistas"
Debido a ello, no es de extrañar que los siempre rigurosos y atentos celadores de la catalanidad hayan decidido proponer al Parlament que sea este el candidato independentista. Aquí no hay ni pueden existir disensiones de ningún tipo. El Caganer no tiene ninguna cuenta pendiente con la justicia, no participó en los preparativos del 1-O, ni en la pseudo republiquita de Pin y Pon que vino después, ni ha vulnerado jamás ley alguna. El Caganer se limita a estar en cuclillas y relajar sus esfínteres sin el menor cuidado, confiado, satisfecho, aliviado incluso. Un estado ideal para todos aquellos que tuvieron que sujetarse la barriga cuando les llamó a declarar la justicia, desdiciéndose rápidamente de todo lo que habían proclamado hasta aquel momento. Caganers con restreñimiento súbito y sobrevenido, vamos, que, por no hacérselo encima, optaron por la más prudente vía del arrepentimiento de boquilla.
Comprenderán que proponer a tal figura, paradigma de valor y osadía, que se caga ostensiblemente en público a pesar del 155 y el gobierno de Rajoy, haya tenido un éxito fulminante en las filas de la estelada. Ese pastorcillo, al que todo le pilla siempre a calzón quitado, soez y groseramente plebeyo, sin mayor idea en su caletre que soltar su, y perdonen, mierda, tenía que ser icono por fuerza. Además, no va a gobernar más que cualquiera de los otros candidatos.
Ahora se trata de ver como conforma su gobierno, pero también existe un acuerdo acerca de esto.
'La merda a la muntanya no fa pudor'
Exactamente, en Cataluña una canción popular lo deja meridianamente claro: la mierda en la montaña no hace peste, añadiendo que eso es así, aunque la remuevas con un bastón. Lógicamente, como que es nuestra mierda, jamás de los jamases podrá oler mal, sea en la circunstancia que sea. No importa cuánta tengamos, ni que nos llegue hasta el cuello, si es nuestra debe oler a rosas. Esa es la explicación acerca de porqué asuntos como la fortuna de los Pujol o el tres por ciento les da exactamente igual a los nacionalistas devenidos en separatistas. Parafraseando al clásico, Pecunia non Olet o, más actualmente, si nos roba alguien mejor que sea de los nuestros. La ropa sucia se lava en casa, dicen, y más roba España, el PP y aquel y el otro. Nadie dirá que robar es pecado o que lo mínimo que se espera de un político es que sea honrado. No fa pudor, y se acabó.
Por eso, acordar los integrantes del futuro Govern que presidirá el Molt Honorable Caganer no ha sido empeño difícil. Ha bastado con elegir unos cuantos nombres de los de siempre para completar el círculo virtuoso de la mesa del Consell Executiu, la que está a los pies de un Tàpies horrible, como todos los Tàpies. No en vano Albert Boadella atribuye a esa presencia no pocas de las barbaridades que se han llegado a proponer y decir alrededor de tal mesa. Algo debe haber de eso.
El área de economía ha sido la primera en ser acordada. La llevarán al alimón los señores Millet y Montull. Poca cosa han tenido que decir Esquerra o las CUP, porque si existe alguien de una eficacia demostrada en los menesteres pecuniarios son estos dos caballeros. No importa que lo hagan desde la cárcel, porque si los procesistas son capaces de defender que se puede ostentar la presidencia desde cientos de kilómetros, no se arrugarán ante la minucia de la distancia que hay entre una cárcel catalana y la Plaza de Sant Jaume. Más problemas ha causado la designación del conseller de interior, ya saben, el de los Mossos y las porras. Como Toni Albá sabe imitar a Don Juan Carlos y llevar uniforme, se ha pensado que sería el mejor candidato. Se da una apariencia superficial de acatamiento al orden constitucional y luego el mozo ya dispondrá lo que tenga que disponer.
Se comenta que alguien propuso a Gabriel Rufián como conseller de trabajo, pero el ataque de risa que les entró a los asistentes fue tan homérico que alguno tuvo que ser ingresado de urgencias"
El consenso ha sido unánime, sin embargo, en el cargo de portavoz del Govern: Pilar Rahola. Nadie mejor que ella para gritar, insultar, rebatir, soltar bufidos, interrumpir, en fin, hacer todo lo que han hecho hasta ahora sus predecesores, pero elevándolo a la categoría de arte. Y como sea que se pasa el día en TV3, incluso pueden ahorrarse el atril de la sala de prensa. Ella dará puntual noticia de las deliberaciones del Govern en cualquier momento y de cualquier manera. Así aprenderán los catalanes de bien a estar pendientes todo el día de la televisión pública que pagamos entre todos, aunque la utilicen solamente unos cuantos.
Se comenta que alguien propuso a Gabriel Rufián como conseller de trabajo, pero el ataque de risa que les entró a los asistentes fue tan homérico que alguno tuvo que ser ingresado de urgencias por tener la mandíbula descoyuntada, así que dejaron el tema para otra ocasión. Total, aquí solo encuentran buenos empleos los que son de su colla, y a esos ya se los conocen de sobras. Del resto de carteras no hay acuerdo ni ganas, ya que les importa un higo la agricultura, la ganadería, la pesca, las infraestructuras, la sanidad o la educación. “Si los ciudadanos ven que no nos metemos en eso, incluso nos lo agradecerán”, sentenció un cargo de Junts per Catalunya. Totalmente cierto.
En lo que respecta a los medios de comunicación de la Generalitat y la persona que estará al frente de los mismos, en el momento de cerrar la presente edición aún no sabían si iban a poner a un independentista, a un separatista o a ambos. Rogamos al MH Caganer disipe la duda lo antes posible, porque no concebimos pasar una noche más desvelados ante esta disyuntiva.
Y todo así.
Miquel Giménez