El PP va a gobernar en Castilla y León con un acuerdo de Gobierno que, más allá del reparto –al final, obtiene casi todo lo que había solicitado la formación de Santiago Abascal, presidencia de las Cortes, Vicepresidencia de la Junta y tres consejerías- lo que hace es normalizar a Vox con su entrada en el primer Ejecutivo de una Comunidad Autónoma.
Y es sintomático que este sea el primer movimiento del nuevo PP, el de Alberto Núñez Feijóo quien ya se desempeña como nuevo líder de los populares aunque formalmente no asuma hasta el próximo 2 de abril.
Frente al plan de Teodoro García Egea –que pretendía llegar a la negociación con Vox con los apoyos atados de Soria Ya y de los regionalistas leoneses para ‘obligar’ a la formación de Abascal a apoyar la investidura de Mañueco con su abstención- el ‘nuevo’ PP ha querido normalizar a Vox y meterle en el Gobierno.
La consigna del PP de Feijóo es que en su partido quepa “todo lo que está a la derecha del PSOE”, sin querer ‘matar’ a Ciudadanos –como hasta ahora venían haciendo García Egea y Fran Hervías- y que si ha normalizado apoyarse en Podemos o ERC para gobernar España, por qué hay que “demonizar” el pacto con Vox.
En el nuevo PP están convencidos, además, que a Vox hay que obligarles a gestionar y pasar de criticar a los Gobiernos a recibir las críticas por estar en ellos. En Castilla y León será la primera vez que deban gestionar un presupuesto y “hacer política”: hasta ahora solo han señalado lo que no estaba bien. Ahora, les señalarán a ellos y “eso –insiste– le supondrá un desgaste”. Y ponen como ejemplo la caída de Podemos en todas las encuestas desde que están en el Gobierno con Pedro Sánchez.
Como en el PP están seguros de que Sánchez no aceptará esa oferta, pactará con Vox allá donde la suma de los electores se lo indique"
Además, el acuerdo de Gobierno en Castilla y León no será el único y abre el camino de lo que va a ser la estrategia del PP con la nueva dirección encabezada por Feijóo: el siguiente será en Andalucía. Los populares saben que, si se cumplen los sondeos, tendrán que incluir en el Ejecutivo de Juanma Moreno a Vox, posiblemente a Macarena Olona. “Cuanto antes se vea con normalidad este acuerdo, mejor”, insisten fuentes que tendrán un papel esencial en la nueva dirección de Génova.
Desde la izquierda, esperan la ofensiva por el pacto y por “blanquear a la extrema derecha”, como vienen acusando desde el PSOE y Unidas Podemos cualquier acuerdo con Vox. Feijóo tiene también el argumento: si Sánchez no quiere que el PP tenga que pactar con Vox, que firme un pacto para que gobierne la lista más votada. Esa será una de las ofertas que lanzará el gallego y que haría que ni el PP dependiera de Vox ni el PSOE de Podemos.
Como en el PP están seguros de que Sánchez no aceptará esa oferta, el PP pactará con Vox allá donde la suma de los electores se lo indique. La normalización de esos pactos ya ha empezado en Castilla y Léon.