El desempleo refleja un problema de diseño y un fallo del sector público, resultado de medidas políticas concretas. Los gobiernos abandonaron el pleno empleo como opción de política económica, y eligieron una política explícita para mantener un porcentaje de la población en desempleo involuntario. Prefirieron establecer objetivos de inflación e inventaron ciertas ficciones como la NAIRU (tasa de desempleo no aceleradora de la inflación). Por eso el desempleo es un problema de orden moral, al utilizarse como el principal baluarte contra la inflación y la inestabilidad económica, y considerarse un "mal necesario". La idea de que algunas personas necesariamente perderán sus empleos y sus medios de subsistencia en la lucha contra otros males económicos es un profundo fracaso moral de la profesión económica.
Frente a este ambiente lúgubre que caracteriza a la economía, y a la profesión económica en general, la propuesta estrella del senador estadounidense Bernie Sanders, el Trabajo Garantizado, trata de poner a las personas y sus necesidades a la vanguardia de las políticas públicas, para empoderarlos y apoyarlos. En los blogs anteriores encuadramos el problema del desempleo, y detallamos los fundamentos y objetivos que persigue la propuesta de Trabajo Garantizado. Hoy analizaremos los elementos clave y cuáles son los beneficios esperados. Recordemos que en todo este análisis estamos manejando y utilizando como guía el documento de trabajo número 902 del Levy Economics Institute “The Job Guarantee: Design, Jobs, and Implementation”, publicado en abril de este año, y cuya autora es Pavlina Tcherneva.
Elementos clave de la propuesta de Trabajo Garantizado
La propuesta de Trabajo Garantizado es un programa permanente, pero voluntario. Ofrece oportunidades de empleo comunitarios para realizar un trabajo socialmente útil. Se fundamenta en un salario digno. Para ello ofrece un paquete de beneficios salariales, estableciendo un mínimo de ingresos vitales. El salario en la propuesta inicial de Sanders es de 15 dólares la hora más otros beneficios.
El ámbito de aplicación es local, creando trabajos donde existe el desempleo. Está regido por objetivos específicos: se diseña de manera que se crea el mayor número de empleos en las comunidades con mayor número de desempleados, que a su vez se enfrentan a otras múltiples carencias sociales. En este sentido, la financiación es federal -estatal-, pero se administra localmente, bien sean gobiernos locales y municipales, organizaciones sin ánimo de lucro, y/o empresas sociales y cooperativas.
La propuesta de Trabajo Garantizado es un programa permanente, pero voluntario. Ofrece oportunidades de empleo comunitarios para realizar un trabajo socialmente útil
Es un programa que agrega y suma, es decir, se trata de un programa nuevo que sirve como una opción, pero que no desplaza a los programas existentes. Por ejemplo, la gente podría elegir entre continuar recibiendo seguro de desempleo o inscribirse en el programa. Si eligen lo primero, pero todavía tienen problemas para encontrar trabajo en el sector privado o público convencional una vez que se hayan agotado los beneficios del seguro de desempleo, aún tendrán la opción de inscribirse en el programa de Trabajo Garantizado.
El programa se basa en la creación de bancos de empleo comunitarios, que sirven como un depósito de distintas oportunidades de empleo. No desplaza el trabajo existente del sector público, si no que brinda oportunidades de empleo en modo de espera. Actúa, además, como red de seguridad que brinda oportunidades a cualquier persona que desee trabajar en el paquete básico de beneficios salariales, independientemente de su situación en el mercado laboral. Como programa de transición, sirve como trampolín para el trabajo remunerado, desde el desempleo hasta el empleo, o desde el empleo del programa de Trabajo Garantizado a otras formas de empleo privado, público y/o sin fines de lucro.
Adapta los trabajos a las personas, en función o en términos de capacidad. Proporciona oportunidades de trabajo adecuadas y útiles, diseñadas para ser apropiadas para la educación o el nivel de habilidad del solicitante. Ofrece además opciones de jornada laboral, es decir, trabajo a tiempo parcial y/o flexible. El programa no excluye a ningún individuo o grupo de personas que quieran trabajar. El diseño debe ser sensible a las necesidades de grupos especiales, como jóvenes con problemas, ex convictos o personas con discapacidades.
El programa se basa en la creación de bancos de empleo comunitarios, que sirven como un depósito de distintas oportunidades de empleo
El programa invierte en personas: ofrece oportunidades de capacitación, educación y aprendizaje. Invierte en comunidades: tiene como objetivo hacer coincidir las necesidades de la comunidad no satisfechas con personas desempleadas o subempleadas que podrían trabajar para satisfacerlas. Invierte en el bien público: los proyectos se crean para atender las necesidades de la comunidad, en lugar de priorizar si los proyectos se consideran rentables en el sentido estricto. Invierte en el medio ambiente: el programa se enfoca en abordar las preocupaciones medio ambientales.
Beneficios esperados
El programa de Trabajo Garantizado elimina el desempleo involuntario y reduce drásticamente las aflicciones sociales asociadas. Consigue, en definitiva, el pleno empleo. Mejora además los ingresos vitales de los trabajadores, al estabilizar los ingresos en la parte inferior de la distribución de la renta, tanto para los trabajadores dentro como fuera del programa, al establecer un salario vital real, en el caso de la propuesta para Estados Unidos, de 15 la hora.
Es una alternativa a los empleos precarios: desplaza las prácticas laborales insanas y ayuda a eliminar los trabajos miserables. Si la opción de empleo público ofrece un trabajo decente con un salario digno, los empleadores que pagan salarios de pobreza con condiciones laborales difíciles tendrían que igualar el salario de la propuesta de Trabajo Garantizado y sus condiciones laborales para retener a los trabajadores. En este sentido, el Trabajo Garantizado establece un estándar laboral para la economía en su conjunto que deben cumplir todos los empleadores en los sectores privado, público y/o sin fines de lucro. El estándar laboral del Trabajo Garantizado asegura que ninguna persona trabajadora vivirá en la pobreza.
La propuesta de Trabajo Garantizado sirve como una herramienta de estabilización macroeconómica. En nuestro país, por ejemplo, las amplitudes de las fluctuaciones de los ciclos económicos son grandes produciéndose fases de crecimiento económico o recuperación sin empleo. Muchos trabajadores quedan atrapados en el desempleo de larga duración, o sometidos a un empleo involuntario a tiempo parcial, o abandonan definitivamente la fuerza de trabajo. Dado que el objetivo principal del programa de Trabajo Garantizado es proporcionar empleos a quienes los quieren en todas las etapas del ciclo económico, tiene un mecanismo anti-cíclico inherente, que es superior a los métodos de estabilización macroeconómica actualmente existentes, especialmente aquellos basados en el control de la inflación.
La propuesta de Trabajo Garantizado sirve como una herramienta de estabilización macroeconómica
Mejora además la distribución del ingreso al aumentar los ingresos más bajos de manera más rápido que los ingresos de la parte superior; apoya la inserción laboral, mejorando así la distribución entre trabajo y capital; y mejora la distribución del ingreso dentro del factor trabajo, apoyando los ingresos y las oportunidades de empleo del trabajador con menos habilidades y menos educación y aquellos que actualmente tienen menores períodos de trabajo, periodos de desempleo más largos y más profundos, y peores perspectivas de reempleo.
El Trabajo Garantizado mejora la salud física y mental de los desempleados, así como la de sus cónyuges e hijos, y mejora el desempeño educativo de los niños y las perspectivas del mercado laboral. Además, reduce los suicidios y la mortalidad de los trabajadores, así como las llamadas "muertes de desesperación", debido a una mejora general en las condiciones del mercado laboral. Pero además presenta enormes beneficios económicos, sociales y ambientales: reduce la falta de vivienda, la reincidencia y los delitos económicos; aumenta la disponibilidad de bienes y servicios públicos, que se proporcionan a través del programa; e invierte en el medio ambiente, las personas y la comunidad.
Sin duda, merece la pena intentarlo.