Dijo el pasado viernes Rosa María Mateo en el Senado que Radiotelevisión Española ya no está al servicio de ningún poder político y sólo cabe alegrarse. ¡Al fin! Sólo han hecho falta 75 años para lograrlo, pues el medio se fundó en 1945, es decir, tres años después del nacimiento de su administradora única. Lo que ocurre es que muchas veces el azar es caprichoso y configura casualidades harto sospechosas, pues los socialistas trazaron un plan poco después de llegar al Gobierno para plantar cara a TV3 en Cataluña y, desde entonces, el catalán ha ganado un enorme peso en la corporación.
El gran líder de los programas de información de RTVE, Enric Hernández, puede estar satisfecho con los resultados conseguidos hasta el momento. La audiencia del magacín mañanero de La 1 es lamentable y la de Gemma Nierga, una de sus apuestas para reconquistar Cataluña, mucho peor. En su estreno, logró una cuota de pantalla del 0,1%, con nada más y nada menos que 1.000 espectadores delante del televisor. No está mal, podía ser peor. Podían haber sido 999. O 998...
Niega ha entrevistado este lunes a Carles Puigdemont y, como siempre, surgieron voces que criticaron la decisión. “Esto es impropio de la televisión que se paga con mis impuestos”, decía un usuario de redes sociales; y, una vez más, habría que preguntarse si el periodismo debería silenciar a quienes han cometido delitos o son, sencillamente, unos impresentables.
Nierga exhibe amabilidad, pero es incapaz de poner en verdaderos apuros a su invitado. Incluso aunque sea alguien tan acostumbrado al autoengaño como Puigdemont.
Prófugos fueron en su día Pablo Escobar y Josef Mengele; y, desde luego, cualquier periodista hubiera vendido a su padre por treinta monedas de plata si le hubieran ofrecido entrevistarlos El caso de Puigdemont es algo diferente, pues al político no le faltan altavoces en la Cataluña mediática ultra-subvencionada. Por tanto, nada de lo que pueda decir va a constituir una primicia, pues a buen seguro ya lo habrá pronunciado delante de varios micrófonos.
Por esta razón es importante entrevistar a los líderes políticos más impresentables, pues un periodista que tenga el colmillo afilado siempre será capaz de sacar de su interior las verdades más incómodas, algo que jamás logrará su amplia tropa de aplaudidores mediáticos independentistas. Empezando por los que niegan serlo y se definen como equidistantes.
Mal Nierga
El problema se presenta cuando la elegida para la labor es Gemma Nierga, con ese tono almibarado de abuela que enseña a sus amigas las fotografías de sus nietos y esa costumbre de entrevistar de la misma forma a un líder político que al cantante de moda. Es cierto que las puñaladas más crueles son las que se asestan con una sonrisa, pero es que Nierga exhibe amabilidad, pero es incapaz de poner en verdaderos apuros a su invitado. Incluso aunque sea alguien tan acostumbrado al autoengaño como Puigdemont.
Quizá la cuestión más incómoda que le ha planteado es la relativa a si se ha sentido solo durante este tiempo, en el que los independentistas han recrudecido su particular Guerra Civil; y en el que el proceso soberanista ha quedado orillado por un tema verdaderamente importante, como es la pandemia de covid-19; pues ya se sabe que las fantasías adolescentes suelen evaporarse cuando se reciben golpes de realidad.
“No estoy solo, me he sentido siempre muy acompañado (...) en los momentos difíciles”. Como Nierga no ha re-preguntado con acierto, digamos que todo ha quedado en un susto. Pólvora mojada. Una caricia con la mano áspera.
Sin re-preguntas certeras
La periodista también podría haber sido más expeditiva a la hora de referirse a los contactos entre Jaume Asens y el entrevistado, pero ya se sabe que el diputado de Podemos defiende con un especial ahínco la supresión del delito de sedición y que eso puede generar ciertos problemas en el Gobierno, por lo que..., ¿para qué meter el dedo en la llaga?
Lo peor de todo es que RTVE haga creer a sus espectadores que ha llamado a Puigdemont con motivo del éxito de ventas de los dos libros que le ha escrito Xevi Xirgo, los cuales ha publicitado en pantalla sin mucho disimulo. Porque la entrevista se ha programado en el día en que el Tribunal Supremo difundirá su veredicto sobre la inhabilitación de Quim Torra; y ésa era la 'percha' que justificaba la entrevista. Los responsables de RTVE lo ocultan con cobardía, lo que retrata su falta de credibilidad y ayuda a Puigdemont a engordar su desproporcionado ego... y a vender su 'obra'.
De hecho, Nierga ha despedido la entrevista con la siguiente frase: “Enhorabuena por el éxito total de ventas de sus libros”. Y cualquiera podía tener la sensación de que había asistido al final de la conversación entre dos amigos.