TV3 ha decidido cargarse ese insoportable pasquín propagandístico de los sábados por la noche, el infumable FAQS. No sé si será por eso, pero entrevistaban este sábado a Xavier Sardá, como para asustar a las yayas neoconvergentes. Oh, què fort, en Sardà a TV3, aparteu els nens, que quedaràn cecs ! Le preguntaron si consideraba que el programa era nyordo o independentista. Si dejamos a un lado que la pregunta es estúpida, Sardá, haciéndose el recién llegado, replicó “¿Qué significa nyordo?” a lo que la intrépida periodista respondió que equivalía a español. Como mucha gente sabe, nyordo significa mierda, zurullo, cagarro, mojón, en fin, un insulto aplicado a España por parte de los lazis.
Es de agradecer que el amigo del Señor Casamajor fingiera una ingenuidad digna del Cándido de Voltaire, haciendo así que la pesquisidora tuviera que aclararlo. No mojándose él, hizo que lo hiciera ella. Incluso se permitió una finta elegante: “¡Ah, claro, entonces sí, este programa es nyordo!”. Una sardanada clásica, de libro. Puro oxígeno televisivo catalán. Esto puede parecer trivial desde orillas del Arlanzón, pero no lo es. Quien no vive en Cataluña no puede hacerse idea de lo que ha sido – y es - esto. Porque lo de aquí, visto desde las confortables terrazas de Madrid, bien surtidas de bebidas, tapas y modernidad, no lo entiende nadie. En Madrid hablan de problema catalán cuando el problema es de los separatistas. En Madrid creen que dándoles la razón a los separatistas ya tienen la mitad del gorrino cazao. En Madrid son partidarios como Feijoo de venir a Cataluña y acercarse a ver qué les aconseja el Conde de Godó. En Madrid, siendo francos, no tienen ni puta idea de lo que es Cataluña, de lo que somos los catalanes y del precio que conlleva soportar a una élite financiero-política que ha llevado a la ruina a esta región y, por ende, a toda España. Hay que estar cada día inhalando la irrespirable atmósfera creada por las Raholas, las Borrás, los Aragonés, los CDR y toda esa corte de faraón para entenderlo. Es desesperante ver como tus compatriotas te abandonan, da igual que sean del PSOE o del PP. Es la historia de siempre, monótona, porque incluso la mierda puede ser aburrida. Y, o te resignas a respirarla, o te marchas o te pones una pinza en el apéndice nasal. Es importante comprender que oler todo el día a mierda no lo soporta nadie. Además, es una olor acre, emanada de las pútridas aguas fecales plagadas de miasmas neoconvergentes, que puede perjudicar la salud mental.Quienes nos ocupamos en las gacetillas de removerla – esta mierda, digo – solemos proveernos de mascara anti gas, guantes, botas altas de goma y trajes especiales. Es inútil. El olor, insufrible, siempre acaba en el aire por más agua de colonia que uses. Es normal. Cuando se formaliza llamar mierdas a quienes no son como tú el hedor está garantizado. No debería, pues, extrañar a nadie que en TV3 llamen ñordos a los españoles después de que la presidenta del parlamento catalán diga que sus problemas con la justicia derivan de una persecución política. El mundo al revés. Al final, habrá quien crea que todos los catalanes pensamos así. Recuerden, a propósito de Sardá, al Señor Casamajor, que hizo más por la Cataluña real, la divertida, alegre, con retranca y valores de lo que han hecho muchos políticos con discursos de IKEA. Puñeflas.
Annett
Las élites financiero y políticas (funcionarios reunidos Geyper) existen tanto en Catalunya como en la Comunidad de Madrid Madrit Mandril. Unos vienen legitimados por el patriotismo de Estado que cubre el flanco de la autorización, y otros sortean las idas y venidas de la competencia recíproca y la deslealtad interesada. Ambas élites viven de la proximidad y sisa de los presupuestos generales etc etc. Ningún político, ninguna organización sindical o política doblegará jamás el déficit estructural que asfixia esta lamentable tierra de conejos llamada España. Viven del voto, nunca hacen políticas que desestimulen sus viveros funcionales, funcionariales. Financiero-políticos somos tots.