Opinión

El meteorólogo candidato de ERC

Si hemos de hacer caso a las estadísticas – hay tres tipos de mentiras: las pequeñas, las grandes y las estadísticas – lo que más audiencia atesora en los informativos es el espacio dedicado

  • Tomás Molina

Si hemos de hacer caso a las estadísticas – hay tres tipos de mentiras: las pequeñas, las grandes y las estadísticas – lo que más audiencia atesora en los informativos es el espacio dedicado al tiempo. Esa obsesión por saber si lloverá o hará un sol de justicia es algo fascinante, máxime cuando el número de aciertos es en los pronósticos, digámoslo piadosamente, asaz parco. Pero como siempre viene bien que alguien te diga si va a llover y cuando escampará, especialmente en política, los de Junqueras han anunciado que uno de los hombres del tiempo de TV3, acaso el más popular entre la audiencia de la teva, será candidato en sus listas en estas próximas elecciones europeas.

Don Tomás Molina, que así se llama, siempre ha tenido fama, y creemos que justificada, de ser persona amable, educada e incluso divertida, porque de vez en cuando suelta, entre borrasca y borrasca, algún chistecillo de esos blancos y sin malicia. Una cara conocida, pues, que en principio representa al separatismo amable, campechano, ese que no da miedo y fomenta que la gente se acerque para darle la mano. Naturalmente, a todos aquellos a quienes las predicciones de don Tomás le hayan chafado unas vacaciones o un fin de semana por creerle y pensar que no llovería para comprobar, sombrilla en mano, que les ha caído la mundial la designación del meteorólogo podría no parecerles bien, pero esto es Cataluña, el país donde ostentamos el récord de memoria más corta de todo el planeta. Aquí nadie se acuerda de nada y cada mañana nacemos de nuevo.

A quienes piensen que lo de fichar a Molina es una extravagancia de Esquerra debo advertirles que se equivocan. Desde su creación, TV3 ha sido un instrumento de propaganda constante al servicio del ideario separatista. Y esto se ve muy a las claras en la sección del tiempo. Ya ven, incluso con algo tan inocuo, estos tíos de la estelada saben arrimar el ascua a su sardina, con perdón. De entrada, el mapa de las predicciones no se circunscribe solo a la comunidad catalana, abarcando a la Comunidad Valenciana – País Valencià, lo llaman -, la comunidad Balear e incluso el sur de Francia lindante con los Pirineos, la Catalunya Nord. Todo el mensaje gira alrededor de los Païssos Catalans, de ese pancatalanismo modelo desagüe que se traga lo que se le ponga por delante. Todo es Cataluña y no se hable más. Comprenderán que alguien como Molina, que se ha pasado la vida moviéndose entre tamaños dogmas, es un candidato que le viene de molde a quienes anuncian un referéndum de autodeterminación. He aquí el núcleo del virus que contamina España, el de la ideología supremacista, que menosprecia regiones y personas en aras de un ideario que lamina cualquier diferencia para uniformizarlo todo y dejar una sola manera de pensar, de sociedad, de lengua y el mismo y lobotomizante pensamiento para todos.

Es igual que Esquerra fiche al hombre del tiempo de esa fábrica de embutidos mentales llamada TV3, como lo sería que Junqueras se disfrazase de lagarterana. Lo de estas gentes es de diván, de psiquiatra y escapa a lo razonable. Llevan décadas hablando, como les decía, de la Comunidad Valenciana y la balear como partes integrantes de esa Vaterland común, inventada basándose en un reino, el catalán, que jamás existió. Pero eso no ha impedido que valencianos y baleares hayan decidido que los gobiernen PP y VOX. Es lo que tiene confrontar realidad y ensoñación. Y ser hombre del tiempo, porque lo que dicen que pasará no siempre sucede. Pues nada, Don Tomás, a aguantar el chaparrón.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli