Es evidente para cualquier espectador que siga la campaña que en la izquierda están empleando toda la artillería pesada y que no tienen ningún reparo en mentir, difamar, acusar, escupir y echarle las culpas de todo a la derecha. Su miedo a perder poltronas y acomodos es tan grande como su incapacidad para ganarse la vida fuera de ese pesebre colosal que sufragamos todos aquellos que nos ganamos el pan con nuestro trabajo. Ese nerviosismo se hace patente en cómo han movilizado a todos sus activos, desde el Tezanos más burdo y zafio con su CIS de ayer, al mundo de la pseudo progresía que desde sus atalayas de marfil, sus villas lujosas, sus cuentas corrientes próvidas y esa superioridad que sólo gastan los que sufren de cortocircuitos en el intelecto y en el alma para machacarnos a diario con el apocalipsis zombi que se desataría si ganase la derecha.
Van a por todas y no hacen prisioneros. Puede entenderse. Trabajar nunca ha sido lo suyo y se vive de miedo apoyando tu cabecita huera y grosera en la mullida almohada de la subvención por ser miembro del colectivo de los denominados abajo firmantes. Lo que cuesta entender, al menos a este escribidor, es el empeño que pone Feijoó en conseguir que Sánchez diga que le apoyará si sale como el más votado o esos cinco pactos de Estado que le ha propuesto, según el líder popular, “para no ser rehén de ningún partido” en clara alusión a VOX. O Feijoó no se ha enterado de qué va la vaina o se está jugando ganar el próximo domingo. Y sí, ya sabemos que el centro es determinante para ganar, y comprendemos que los mensajes han de ser moderados ante la catarata neo comunista gubernamental, y que presentarse como un partido de Estado capaz de entenderse con todos puede atraer a determinados segmentos del electorado que están hartos de esta guerra de trincheras de buenos y malos en la que nos han metido los sanchistas. Las estrategias políticas siempre son coyunturales y hasta ahí llegamos.
Lo que cuesta entender, al menos a este escribidor, es el empeño que pone Feijoó en conseguir que Sánchez diga que le apoyará si sale como el más votado
Lo que resulta chocante es que todo eso se lo digan a quien jamás ha querido pactar con nadie que no sea la anti España. Porque, como dijeron en su día Rivera y Girauta, el problema es Sánchez y los acuerdos que proponen los populares estarían muy bien si al frente del PSOE estuviera Felipe, Rubalcaba, Almunia, Solana, Bono o cualquier otro antiguo dirigente. Pero no es así, con el PSOE se podrá pactar, quien lo quiera hacer, cuando se hayan deshecho del Figura de Moncloa, purgado de su corte de pelotas el aparato del partido y hayan vuelto a la social democracia dejando de lado y para siempre las proclamas largo caballeristas de tan funesto recuerdo histórico. Pero mientras las cosas estén como están en Ferraz, invitarles al pacto es un puro brindis al sol que no sé yo si van a saber entender los votantes del PP, viejos o nuevos, porque la opinión general es que lo principal es echar del gobierno democráticamente a esta cuadrilla. Lo vengo diciendo hace tiempo: o PP y VOX entienden que no son enemigos o iremos de cabeza al desastre.
Digo más: si Feijoó gana el domingo, no puede pretender que se entienda que el primer gesto sea tender la mano a un partido que ha hecho todo lo posible para desmantelar lo que tanto costó levantar en la Transición aliándose con podemitas, lazis y bilduetarras, escupiendo así al partido de Abascal. Por eso me permito hacer algo que puede ser considerado un exceso por mi parte, pero como español que quiere que lo visto, vivido y sufrido estos años con Sánchez pase a la historia creo que éstos días Génova ha de rectificar el tiro. Porque ellos van con misiles y ante eso no puedes esgrimir una bengalita de colores y cantar canciones hippies. O, lo que es lo mismo, sacar del baúl de los recuerdos a Soraya. Que lo que nos jugamos es mucho, muchísimo más importante que el PP, que VOX o que el sumsum corda. Nos jugamos España. A ver si se enteran.
Arev
En 1982, con la mayoría absoluta obtenida por el PSOE, desde el balcón del hotel Palas de Madrid, Alfonso Guerra suelta el latigazo: “Vamos a dejar una España que no la reconocerá ni la madre que la parió”. El “memo.guapetón y pinturero ” no es el más que el trallazo de aquel latigazo. Sin más. Ha inventado un relato para lavado de una imagen histórica de corrupción y sangre que avergonzaría a cualquiera con un mínimo de ética. El PP, monaguillo siempre necesario, jamás ha volteado las chapuzas de ellos. Como mucho se ha limitado a darles un fina capa de barniz. Como ya dijo, ahora no recuerdo quién, España va camino de ser un Estado fallido.No se trata de negociar posiciones. Se trata de cambiar rumbo y no tenemos “Almirantes” ni con valor ni con preparación.
Petrarca
Así se escribe, Miquel. Es más, si yo mandara en VOX rechazaría ser plato de segunda. Que se lo curren los peperos para entablar otras alianzas contra natura, igual que ha hecho Sánchez. Yo no firmaría ni una sola Ley que salga del PP si no es coincidente al cien por cien con mis ideas. Así va España, esta España llena de cobardes, indecisos, miedosos. A muchos los pondría yo a hacer la mili en el Sahara de antes o en Melilla. Los discursitos de Feijóo son tan blandos como los de Sémper. Y ellos (PSOE y doña Rogelia) lo saben. También lo saben en esta Europa woke que deja entrar a la delincuente venezolana, a la que también hubiera besado Feijóo. El PP es, simplemente, un PSOE aseadito y sin ninguna intención de dar a un giro a España. Y hoy es 18 de julio...
S.Johnson
Varias cosas señor Giménez: 1º En democracia gana el que tiene mas votos. 2º Las campañas consisten en convencer al personal para que te voten a ti y no al otro. Para eso se hacen. 3º Al convencido no hace falta convencerlo. 4º De nada sirve ser el mejor, y mucho menos tener toda la razón, si el personal no te vota. 5º ¿Sabe jugar al ajedrez? El objetivo es ENTERRAR AL MUERTO, procurando sobre todo QUE NO RESUCITE, ya sabe como son los zombis. ESTO NO SE PUEDE OLVIDAR. Después ya se verá.
Erasmus
Sí usted es un digno representante de todo lo que blasona sin orden, ni concierto. Por favor, no exhiba de manera tan burda su desconocimiento de la realidad española.
JaimeRuiz
El propio Sánchez es más comprensible que alguien que quiera advertirle a otro que está expresando odio. No odiar a Sánchez es una muestra de cobardía e indigencia moral que hace bueno al propio mamarracho.
Birmania
Yo creo que Cacho entiende lo que es España mil veces mejor que usted. Y como dice el la cabecera, no es ideología, es el dinero.
PACO TITOS
Muy de acuerdo con usted sr. Miquel, y recuerdo perfectamente (está claro que los actuales dirigentes del PP no) lo de Soraya con JUNQUERAS, pasándole este a aquella la mano por encima del hombro, como si fuesen amigos, mientras estaban preparando el golpe. Pero como usted dice, no aprenden!!! Saludos
vallecas
No es así de sencillo D. Miquel. En un "exitoso" trabajo la izquierda ha conseguido poder decir y hacer lo que quieran sin ser criticados. Hacen una Ley que suelta a Violadores y Pederastas y el conjunto de nuestra sociedad "enferma" no exige la DIMISIÓN inmediata de Sánchez y todo su Gobierno. ¿Se imagina que eso hubiera ocurrido con el PP en el Gobierno? Pues eso. Feijóo no puede ni debe caer en la trampa y debe seguir así hasta el Domingo. El momento de exigirle será después. Aunque no estaría de más que alguien le preguntara a Pedro Sánchez si después de ser Presidente va a dirigir el "puticlub" que tiene el padre de su esposa Begoña.
Leonidas
Es Feyjoy, no albergue esperanza alguna
Norne Gaest
No se enteran. El PP no se entera. Llevan décadas sin enterarse. Solo Ayuso y Cayetana captan algo, pero a medias. Lo importante es que se enteren muchos votantes del PP. Es probable (quiero pensar) que, a pesar de la triunfalista campaña, con el apoyo de las empresas de sondeos, periódicos y columnistas a mansalva, es probable, decía, que la última oferta de pactos al PSOE les quite un puñado de votos. Pero las sociologías son duras. Lo mismo que hay millones de votantes de izquierdas que creen votar progreso y libertad cuando votan izquierda, siendo en realidad lo contrario, cuesta Dios y ayuda que los votantes del PP se enteren de que con este partido no va a haber cambios sustanciales en lo cultural o ideológico, sino que continuará la sumisión. Dentro de unos años la izquierda (o ellos mismos con sus miedos, torpezas y contradicciones), tramando vete a saber qué, los volverán a echar de un puntapié. El consuelo es que hoy se puede votar sin taparse la nariz, eso sí, poniendo velas a quien sea para que no se estropeen, para que, como le dicen a Abascal los ciudadanos de a pie "No nos defraudéis".