El padre de Nicolás le soltó a Carlos Solchaga – uno, mítico secretario general de la UGT, otro el todopoderoso ministro de economía de Felipe – aquella frase que hizo historia: “Tu problema, Carlos, son los trabajadores”. Parafraseando el asunto, bien podría mi admirado Nicolás Redondo Terreros decirle a Sánchez “Tu problema, Pedro, son los socialistas”. Por eso, y no por otra cosa, los viles que adulan a ese Napoleón de porexpán le hacen coros ante una decisión tan trascendental como es decirle a un social demócrata como Nicolás que ya no tiene cabida en el PSOE. Porque molesta él, y molesta Felipe, y molesta Guerra, y Virgilio Zapatero, y molesta Rodríguez Ibarra y ese intelectual y señor de los pies a la cabeza que es Joaquín Leguina. Y molestan muchos más, todos aquellos que desean un partido social demócrata moderno, despojado del largo caballerismo que a nadie beneficia, que esté al servicio de España y no de Sánchez.
Dicen que Nicolás “Ha menospreciado reiteradamente las siglas del partido”. Es el cinismo elevado a la enésima potencia. Ese PRI barnizado de bolivariana ideología, esa autocracia liderada por un ignaro, ese batiburrillo de ceros a la izquierda, dice que Nicolas menosprecia a un partido al que lleva sirviendo – y con él, a España y a la democracia – toda su vida. Ahora lo que se lleva es pactar leyes de “alivio penal”, indultar golpistas, rebajar delitos, acercar etarras asesinos a sus casas, ceder ante chantajes woke, controlar férreamente los medios de comunicación, menospreciar al parlamento, tildar de facha a quien critique al gobierno o esquivar cual anguila de Missouri a los titos Bernis de turno, las maletas de Delcy o las leyes del sí es sí. Eso es honrar al socialismo. Se comprende que Nicolás no tenga cabida en una asociación de apandadores así. Que hayan decidido expulsarlo lo deja en el lugar que merece, el de los hombres de bien, coherentes, honrados, ejemplares.
Porque molesta él, y molesta Felipe, y molesta Guerra, y Virgilio Zapatero, y molesta Rodríguez Ibarra y ese intelectual y señor de los pies a la cabeza que es Joaquín Leguina
El cáncer más feroz y ponzoñoso del sanchismo es centrifugar cualquier atisbo de honradez de su seno. Porque temen a la honestidad, bien intelectual, bien la que se refiere al código penal, más que a una vara verde. Y Nicolás Redondo encarna ambas cosas.
Ese miedo va en aumento y Sánchez empieza a sentir un sudor frío que le baja desde la nuca que tanto usaron criminalmente sus socios etarras hasta el trasero acomodado a poltronas oficiales. Ahora tiene que habérselas con los restos de serie que han quedado. Y con la Montero no se va muy lejos, créanme. Máxime si lo que tienes enfrente es un partido centrado que tiene a gente como Cayetana Álvarez de Toledo, Isabel Díaz Ayuso, Moreno Bonilla, Almeida, Dani Sirera, Albiol, Alejandro Fernández, y no sigo. Sánchez huele a derrota y por eso anda diciéndoles a los suyos que o la amnistía o se quedan sin poder. Desde luego, en autonomías y ayuntamientos lo han perdido casi todo. Sólo les queda el gobierno porque sabe el Vil que, a la que deje de ser presidente, su futuro político valdrá lo que vale el agua que se escurre embarrada por la alcantarilla.
El Vil no puede perder la honra que jamás tuvo ni mantener un sentido del honor del que carece; no podrá ser expulsado del gremio de la gente sincera porque desconoce el término ni nadie le acusará de desleal porque jamás ha sido fiel a nada que no sea su ombligo. Sólo por perder de vista ese pantano de limo, plantas en putrefacción y reptiles en que se ha convertido el PSOE, vale la pena que te echen. Son ellos los que pierden, Nicolás. Día vendrá en el que tú y muchos socialistas honrados como tú rehagáis un partido socialdemócrata con sentido de estado, mientras que Sánchez será un borrón en las páginas de la historia. Lo veremos.
S.Johnson
No, no creo que lo veamos. El problema no son los pastores sino los becerros, ningún becerro sabe ya quién fue Redondo, ni Guerra ni Felipe, ni la socialdemocracia... ni el socialismo. Para los becerros todo lo anterior no son mas que cosas de fachas. Lo mismo que España. Y eso contando a los que, aunque de lejos y torcido, se enteran de algo, a la mayoría probablemente todo lo anterior les suena a chino. ¿Amnistía? pues vale, será que hay que hacerlo, peor es que gobierne la ultraderecha. He visto mas de un comentario razonando de esta guisa. No debemos confiar ni siquiera en la repetición de elecciones, la mies es mucha, pero los becerros muchísimos mas... y los que quieren cambiar el rumbo del barco, que va directo a los acantilados, parecen incapaces de hacerse con el timón.
Norne Gaest
El envite que en este momento se está produciendo puede ser decisivo para el rumbo del país. Nos jugamos no solo alguna decencia en el PSOE, encarnada por los eméritos, sino la democracia y la unidad de España. Y todo pasa porque la oposición a los propósitos del tahur del Manzanares crezca hasta el punto que los haga imposibles. Y que en nuevas elecciones algunos cientos de miles (mejor millones) de votantes socialistas dejen de votar al vil tahur llamado Pedro. Y que este sea arrojado al basurero de la historia, como el delincuente moral y político que es. Y a ser posible, aunque esto parece imposible con Feijoo y su corte sorayesca (hoy reivindica como acto de partido la convocatoria contra la amnistía), que el PP deje de hacer ascos a Vox y tenga, aunque sea por una vez, altura de miras, vista la gravedad de la situación y el formidable enemigo.
Leonidas
Yo lo que quiero ver es a este gobierno en la cárcel, y eso siendo prudente. Porque realmente merecerían estar en picotas para escarmiento general