Opinión

Pedro, el legado de luz y la medicación

Sánchez cree que pasará a la historia por exhumar a Franco guiado por el legado de luz del republicanismo. Con un par

  • La cantante Ana Belén, Pedro Sánchez y el escritor, Luis García Montero -

Plinio el Viejo advertía que no hay mortal capaz de ser cuerdo en todo momento. Pero una cosa es la locura circunstancial, incluso ligada a determinados periodos emocionalmente tumultuosos como la adolescencia, la visita de un cuñado o pagar a Hacienda y otra muy distinta es la contumacia en el refocile de la insania mental. Ahí está Sánchez, tan feliz con sus locuras.

La última del profeta monclovita se ha producido en el Ateneo de Madrid, cuyas piedras deben haberse estremecido hasta vayan a saber qué grado de la escala de Richter. ¿Pues no va y dice que pasará a la historia por sacar a Franco del Valle de los Caídos y que lo hizo guiado por el legado de luz del republicanismo? ¿En serio, se toma la medicación este hombre? Más importante todavía, ¿se la toman quienes lo aconsejan?

¿Pues no va y dice que pasará a la historia por sacar a Franco del Valle de los Caídos y que lo hizo guiado por el legado de luz del republicanismo?

Uno que, ni que sea por razones de edad, creía haberlo visto todo o casi todo en política, no puede dejar de manifestar su estupefacción. Sánchez tiene claro que pasará a la historia por mover de una tumba a otra a un señor que falleció hace cuarenta años y añade que lo guía la luz de la República. Hombre, Sánchez, no fastidie. Lo de Franco es una obsesión que le llevará, al paso que van las cosas, a publicar un decreto que diga que la guerra la ganó el Frente Popular con efecto retroactivo. No se rían, cosas más raras estamos viendo. Lo grave, además del mesianismo que comporta decir en voz alta y sin asomo de sonrojo que uno va a pasar a la historia, es que se añada lo de la luz republicana.

Mire, Sánchez, la República nació debido a unas elecciones municipales en las que las candidaturas republicanas solo ganaron en algunas grandes ciudades, siendo perdedoras en la mayoría del territorio nacional y, por si fuera poco, que acabó destruyendo a los burgueses de la Izquierda Republicana que la parieron, cayendo bajo las balas de sus compañeros de viaje.

Fue una República tan democrática que no sometió su constitución a referéndum, que lo primero que hizo fue cerrar y meter en la cárcel a los medios y periodistas que no compartían su ideario, que permitió violencia física- de la de verdad, no la de Irene Montero – contra sus adversarios, que toleró barbaridades como el intento de golpe de estado de 1934 a cargo de los socialistas y la chuminada de los hechos de octubre en Cataluña. Una República que tenía un partido socialista que exigía una revolución a la rusa y la dictadura del proletariado. Repase la hemeroteca. En fin, la República de la quema de conventos que asesinó al líder de la oposición a manos de elementos policiales.

Una república que tenía un partido socialista que exigía una revolución a la rusa y la dictadura del proletariado. Repase la hemeroteca".

¿De qué carajo habla, Sánchez? ¿Cuál es la lucecita que le guía? Más urgente, ¿ya se toma las pastillas? Si es que no, hágalo; si es que sí, vaya a que le revisen la dosis, porque tienen que aumentársela. Por cierto, hacer llegar los miles de millones de Europa a pequeños y medianos empresarios, autónomos, la gente de La Palma, jóvenes emprendedores y tal, ya si eso lo dejamos para otro día, ¿no? Que igual con tanta posteridad y tanta luz anda usté agotadíco. 

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