El desastre civilizatorio de Occidente, que en España se agudiza y que adoptará para la posteridad la fecha de la firma real de la Ley de Amnistía (10/06/2024) adquiere ya características muy inquietantes. El suelo va agrietándose bajo los pies y la profundidad del abismo que nos reclama parece infinita. Dos redes que servían para amortiguar las caídas y las injusticias, el estado del bienestar y el estado de derecho son ya jirones que se deshilachan. Estupidez, corrupción y mezquindad son los atributos que exhibe sin pudor el bipartidismo, con sus ayudantes extremistas antiespañoles.
Prueba del brutal deterioro en nuestras vidas es la obsesión de la banda de Sánchez por la extensión totalitaria de la censura. A buen seguro, no todas las ideas provienen del PSOE, pero es esta organización la que las aplica de forma coordinada y a conveniencia de los abyectos plutócratas globalizadores.
El envoltorio de la nueva censura es ya la llamada alfabetización o educación mediática, ese invento angloamericano para el control de la opinión pública. Tal engendro manipulador, que haría las delicias de Goebbels, es asignatura en no pocas universidades y la van imponiendo en las aulas adoctrinadoras que sufren niños y adolescentes. Como tal disciplina nunca ha respondido a ninguna necesidad de conocimiento e investigación científica, tienen que inventar excusas para generar pseudo-argumentos que, como los del falso origen antropogénico de los cambios climáticos, acaban como empiezan, en lo absurdo.
Se empieza definiendo una violencia simbólica o estructural en apoyo del buenismo multicultural y se acaba desarrollando una violencia real que la mayoría de los franceses ya no soportan
Me hacen llegar un artículo -publicado en una revista que antaño llegó a tener cierto prestigio- y que se titula La percepción de la violencia audiovisual entre universitarios: estudio de caso en estudiantes de periodismo (Universidad de Málaga). Comienza así: “…la adopción de nuevos hábitos de visionado multipantalla ha provocado que la relación con la ficción audiovisual sea cada vez más estrecha al tener una mayor presencia en la vida del usuario, especialmente, entre la población joven. [..…] la influencia que ejercen dichos contenidos en el comportamiento, opinión y deseos del espectador se incrementa con respecto al resto de estímulos que recibe de la sociedad.”
Se lanzan generalizaciones no demostradas a modo de premisas en un artículo que se pretende científico. Tras ese tipo de premisas, podemos esperar cualquier cosa y, en efecto, cualquier cosa llega. Las conclusiones comienzan con esta frase: “Los resultados obtenidos en esta investigación ponen de manifiesto que el nivel de formación sobre violencia audiovisual de los estudiantes de Periodismo que han participado en este estudio no es adecuado”. Luego añade: “… los datos revelan que, de forma mayoritaria (77%), los participantes reconocen no tener o tener poca formación mediática sobre violencia audiovisual y esto es algo que se aprecia cuando no son capaces de identificar algunos tipos de violencia en la ficción, tal y como ocurre con la violencia económica, la simbólica o la estructural.”
El concepto de violencia simbólica es una ocurrencia del francés Pierre Bourdieu que, a partir del 68 vio la forma de montarse su propio chiringuito rompiendo con quien había sido su mentor, el liberal Raymond Aron. Se empieza definiendo una violencia simbólica o estructural en apoyo del buenismo multicultural y se acaba desarrollando una violencia real que la mayoría de los franceses ya no soportan.
El artículo dizque académico aún nos depara la inevitable receta de adoctrinamiento totalitario con bendiciones transnacionales, faltaría más:
“… para que el sistema educativo pueda hacer frente a la alfabetización mediática debe contar con unos profesores formados en la materia y con capacidad de transmitir estos conocimientos a sus alumnos, debido a que son agentes de cambio y transformación social. La Unesco (2011) habla de la importancia de proporcionar una alfabetización mediática e informacional íntegra a los profesores para que, así, puedan empoderar a los estudiantes y conseguir que sean autónomos en un aprendizaje crítico y racional a lo largo de toda la vida.” Tras la simplificación de problemas complejos, se lanza el mensaje esencial: “transformación social”.
El empleo sensato de la violencia en defensa de la civilización es una de sus características más beneficiosas para las mayorías que respetan las leyes justas
Hay tres asuntos a tener en cuenta acerca de la violencia que ni se mencionan. En primer lugar, la violencia es inseparable de la vida, sí, incluso de la vida vegetal. Por tanto, la cuestión es cómo se gestiona en situaciones de barbarie y en situaciones de civilización democrática. En segundo lugar, la parte esencial de toda cultura son las narraciones y no es posible narración alguna sin estructuras conflictivas. Que esa conflictividad llegue a manifestaciones violentas es muy frecuente, pues, en muchos casos, es algún acto violento lo único capaz de clausurar un conflicto. La violencia representada forma parte, siempre ha sido así, de la cultura. En tercer lugar, el empleo sensato de la violencia en defensa de la civilización es una de sus características más beneficiosas para las mayorías que respetan las leyes justas. Las leyes injustas acaban generando violencia, como se ve en España desde que gobierna este PSOE. El desmantelamiento del estado del bienestar y del estado de derecho crea las condiciones de la violencia.
Por supuesto, no cita ni un solo trabajo que demuestre que la violencia representada en la ficción se traduzca en un aumento de la violencia entre las personas educadas en las tradiciones culturales occidentales. Más bien viene sucediendo lo contrario, que, entre los occidentales, en los últimos siglos, ha disminuido la violencia, salvo en los totalitarismos y en las guerras.
La antesala de las cancelaciones
Artículos académicos así naturalizan la ignorancia rellena de ideología, como una indigesta croqueta hecha de restos tan poco apetecibles como carentes de proteínas y de vitaminas. Tales discursos universitarios son la antesala de las cancelaciones contra quienes disienten. El rigor académico en ciencias sociales y en humanidades anda muy deteriorado.
El peligro de la alfabetización mediática, aparte de la censura, es la polarización forzada entre medios autorizados y medios a prohibir. Ojo, los medios autorizados inducen sensaciones de modo eficiente. Hay gente que, con dos décadas de vida, escasa experiencia sobre fenómenos atmosféricos y poco juicio, dice que ha hecho demasiado calor durante el pasado junio que ha resultado algo fresco. También creen que los que nos invaden vienen a pagar pensiones.
Erondattt
Excelente artículo!!!!
KVLT
Uno de los muchos detallitos distópicos que poco a poco van cristalizando en nuestras vidas es el de los "disclaimers" y "trigger warnings" ("avisos" y algo así como "advertencias de reacción violenta", respectivamente; uso el inglés porque es muy yanki todo) que inevitablemente preceden a cada capítulo de cualquier serie useña (no es tan habitual en películas): ya saben, USO DE TABACO, LENGUAJE MALSONANTE, DESNUDEZ, ESCENAS VIOLENTAS, ACTITUDES SUICIDAS, USO DE DROGAS, etc. La idea detrás de estos mensajitos, en apariencia inocentes y a veces un tanto ridículos, es en realidad bastante siniestra: se trata de inculcar la percepción de que existe un peligro cierto (una violencia intrínseca, diríamos) en toda expresión artística, lo cual a la postre justificaría su censura.
vallecas
Ayer le comentaba a un columnista. La gente común no gasta mucho tiempo en lecturas y reflexiones. Sánchez dice que no pactará con Bildu y luego lo hace. Sánchez miente cada vez que habla. Los votantes de Sánchez le oyen decir que eso es necesario. Que mentir es correcto. La gente común escucha a Sánchez decir eso, y lo vuelve a oír en TVE, a Inchaurrondo, y a Fortes, lo vuelve a escuchar en La Sexta, desde el "guallomin" , García Ferreras, lo escucha a Barceló (la que más audiencia tiene), a Julia Otero. ¿Y si lee El País, periódico nº1 de España,?. Decenas de medios apoyan a Sánchez. Incluso si este digital hay 3 ó 4 columnistas que apoyan abiertamente a Sánchez. En lo que acabo de comentar no hay jóvenes ni universitarios ni estudios, D. Víctor, ¡¡Gente de 50 años que manipulan a gente de 50 años.¡¡