Ahora que estamos terminando el año, y mientras Pedro Sánchez se aclara con su investidura, me van a permitir que les hable de periodismo, un oficio sometido durante los últimos tiempos a innumerables crisis y que en 2020 afronta importantes retos en España.
Los principales periódicos van a emprender en las próximas semanas su más crucial aventura de las últimas décadas. Es una apuesta que no tienen más remedio que hacer y cuyo éxito no está garantizado. Se trata de la introducción de lo que en el argot se llama 'muro de pago' y que en realidad es un cambio del modelo de negocio en Internet: cobrar por el acceso a sus contenidos.
Algunos como 'El Mundo' ya han comenzado a hacerlo, aunque todavía tímidamente, y en pocas semanas está previsto que también le sigan 'El País' y 'Abc'. Esos tres y el resto de grandes cabeceras impresas de España comparten los mismos problemas, por eso se van a embarcar en soluciones parecidas para intentar resolverlos.
Básicamente, esos problemas se resumen en uno: faltan ingresos para costear los ingentes gastos que todavía tienen y para poder pagar la cuantiosa deuda que acumulan. Necesitan con urgencia una vía alternativa de financiación que les permita compensar la brutal caída de la publicidad y de las ventas de los ejemplares de papel.
El reto, pues, no se afronta por valentía, sino por pura supervivencia. No obstante, todos los que nos dedicamos a este negocio sabemos que ese camino, el de cobrar por acceder a los contenidos, debe ser explorado porque los ciudadanos tienen que ser conscientes de que la información cuesta dinero y de que, en plena moda de las 'fake news', ha llegado el momento de comenzar a valorar el trabajo periodístico. Si como consecuencia de ello los lectores se acaban acostumbrando a pagar por informarse, del mismo modo que no dudan en contratar el fútbol, Netflix o Spotify, se habrá dado un paso de gigante para la viabilidad de todo el sector.
El nuevo periodismo
Pero, a pesar de ello, conviene recordar que hay otro periodismo que no tiene esas urgencias. Me refiero a los diarios nativos digitales, esos que no tienen una versión en papel y que, por tanto, carecen de los problemas derivados de la decadencia de lo impreso.
Aunque en España conviven varios modelos de diarios digitales, en general se trata de proyectos que cada día interesan a más lectores y que son perfectamente sostenibles desde el punto de vista financiero, salvo alguna contada excepción, gracias a que su estructura de costes es mucho más ligera que la de la prensa tradicional.
Y es ahí donde se encuentra 'Vozpópuli', un periódico que se ha convertido este 2019 en el diario de moda en España, y prueba de ello es que cerrará el año con un crecimiento de audiencia superior al 100% respecto al ejercicio anterior. Mucha gente nos pregunta por el secreto de ese éxito. Podría hablar del buen hacer del equipo de periodistas, que es excepcional, o del ambiente de trabajo, que está en las antípodas del de la prensa de papel. Pero eso, siendo importante, no es distintivo, pues siempre se puede encontrar algún otro medio parecido. Lo realmente único, nuestra verdadera ventaja competitiva, es la independencia, que nos permite tomar decisiones con absoluta libertad y guiarnos exclusivamente por criterios periodísticos.
Puede sonar petulante, pero es la realidad. En 'Vozpópuli' no hay deudas pendientes ni favores que pagar, y eso nos da una tranquilidad/libertad que muy pocos pueden tener. La prueba de ello es el ramillete de exclusivas que hemos ido ofreciendo durante este año que acaba: desde el escándalo Villarejo-BBVA hasta la letra pequeña de la frustrada operación Orcel-Santander, pasando por los denominados 'papeles de Escocia', los chanchullos de Podemos o los saltos políticos de Íñigo Errejón, Inés Arrimadas o Manuel Valls, por poner sólo algunos ejemplos.
En 'Vozpópuli' se informa de todo, moleste a quien moleste, y sin tabúes de ningún tipo. Y se hace, por supuesto, respetando los principios deontológicos de la profesión. Por eso los lectores nos aprecian cada vez más, porque contamos lo que otros no quieren o no pueden publicar y lo hacemos desde el rigor y los cánones tradicionales.
'Vozpópuli', al igual que otros nativos digitales, es un modelo de éxito y la prueba de que el periodismo en España tiene futuro
Después de ocho años de andadura, hoy nadie duda de que 'Vozpópuli', al igual que otros nativos digitales, es un modelo de éxito y la prueba de que el periodismo en España tiene futuro. Quizás por ello en la reciente cena de Navidad del periódico, su fundador y director, Jesús Cacho, arengó a la plantilla con un ilusionante discurso en el que reconoció que 2019 había sido "el mejor año de la historia de 'Vozpópuli".
Con los números en la mano, es indudable que eso ha sido así, pero los que trabajamos en esta empresa sabemos que todavía quedan muchos retos por delante y, fundamentalmente, dos: ser capaces de atraer más lectores y de captar nuevos periodistas talentosos que nos ayuden a seguir publicando la mejor información.
Para lograr lo primero, debemos mantener intacta nuestra independencia, pero también dar un salto extra de calidad para que cualquier lector que nos visite no nos abandone jamás. Y para conseguir lo segundo, tenemos que ser capaces de aumentar los ingresos para pagar mejores salarios que nos permitan retener el talento y a la vez atraer a los mejores periodistas de España. En la medida en que lo logremos, podremos decir dentro de doce meses que 2020 fue el mejor año de nuestra historia.