Opinión

Pilar Alegría y la fiabilidad de la mariposa alcon blue

María del Pilar Alegría Continente nació en La Zaida el 1 de noviembre de 1977. Es un pueblo de Zaragoza qu

María del Pilar Alegría Continente nació en La Zaida el 1 de noviembre de 1977. Es un pueblo de Zaragoza que hoy no llega a 500 habitantes y que está situado a 50 km al sur de la capital, cerca de Sástago y Escatrón, en la Ribera baja del río Ebro. La familia de Pilar, bastante humilde, no tenía tradición política; su madre sigue viviendo en La Zaida, lo mismo que su hermana Olga.

La vida de Pilar Alegría antes de su eclosión política es bastante neblinosa. Está demostrado que estudió Magisterio en la universidad de Zaragoza y que llegó a diplomarse, con especialidad en educación primaria. También lo está que tiempo después hizo un máster en Educación Social, ya en la Complutense de Madrid. Hay quien asegura que llegó a dar clase (es decir, a ejercer como maestra) durante al menos un curso. Pero la mayoría de los exégetas y "pilarólogos", que tampoco son tantos, dicen que ni eso, que nunca llegó a ejercer la profesión para la que estudió. Sí coinciden en que, en su época universitaria, trabajó temporalmente en cosas de lo más variado: camarera, temporera recogiendo fruta, contratada en una empresa de informática, sexadora de pollos (no es fácil distinguir a los machos de las hembras cuando son pequeños) y cosas así.

La política parece haberle interesado desde su juventud, no tan lejana. Según propia confesión, se afilió primero a la UGT y poco después al PSOE a finales de los años 90, durante su etapa universitaria. Desparpajada, salerosa, con un inocultable atractivo físico, feminista y una notable capacidad de trabajo, cayó bien entre los socialistas aragoneses. Sus padrinos, inevitables en toda carrera política que comienza, fueron en este caso madrinas: la fallecida Carme Chacón, a la que estaba muy unida, y Eva Almunia, que fue consejera de Educación del gobierno de Aragón durante casi siete años; Alegría fue su jefa de gabinete durante más de la mitad de ese periodo. Pocas escuelas hay mejores para avezarse en los complicados pasillos del poder político y en los no menos arduos laberintos internos del PSOE, que tienen más trampas y más peligros inesperados que el juego de la oca. Añádase a este currículo que, en la etapa de Rodríguez Zapatero, Alegría ya estaba en Madrid, en la calle de Ferraz para ser más precisos, currando en la secretaría de Organización junto a la vasca Leyre Pajín y el también aragonés Marcelino Iglesias. Conclusión: no hay agua política, por turbia que sea, en la que Pilar Alegría no sepa nadar con destreza. Una apparatchik de manual.

Naturalmente, Alegría también se llevó muy bien con Javier Lambán, hombre fuerte del socialismo aragonés durante varios años. Pero sabemos que, a pesar de la poesía amatoria del Renacimiento y el siglo de oro (Alegría es una gran lectora de poesía, eso lo repite mucho), los amores eternos no existen. Y menos en política. El idilio político con Lambán terminó hace tiempo. Y terminó mal.

La primera vez que se sentó en un escaño del Congreso de los Diputados (por Zaragoza, desde luego) fue en 2008.Tenía 30 años. Al mismo tiempo se estrenó como vocal de la Ejecutiva Federal del PSOE, lo cual demuestra que sus mentores eran poderosos.

En 2015 volvió a la política aragonesa. Fue elegida diputada a las Cortes autonómicas. El entonces todopoderoso Lambán la hizo consejera de Innovación, Investigación y Universidad del gobierno regional. En 2019 intentó ser elegida alcaldesa de Zaragoza. Ganó claramente las elecciones pero el PP, siempre fiel a su máxima de que debe dejarse gobernar a la lista más votada, pactó con Ciudadanos y con Vox, y la alcaldía fue para el "popular" Jorge Azcón. Algo había sucedido ya entre Pilar Alegría y Javier Lambán, cada vez más crítico con Pedro Sánchez. Alegría se tiró cuatro años como "jefa de la oposición" en el consistorio zaragozano, pero Sánchez, en febrero de 2020 (justo antes del estallido de la pandemia), la nombró delegada del Gobierno en Aragón… sin consultar a Lambán, por no decir contra la voluntad de Lambán. Desde entonces, cuando sale en la conversación el nombre del político aragonés, ¡querido compañero!, Alegría suele cambiar de tema. Hoy Lambán sigue siendo secretario general de los socialistas aragoneses, pero perdió las elecciones autonómicas el pasado mes de mayo y está expuesto en el Senado, en espera de su embalsamamiento político. Y Pilar Alegría, que se alimentó a sus pechos, es ministra y portavoz, tanto del gobierno como del PSOE. Como cantaba Sandro Giacobbe hace muchos años, "la vida es así, no la he inventado yo".

Pilar Alegría vio de pronto la luz y se hizo sanchista de toda la vida, vamos, desde cuando iba al colegio. Cómo dudarlo

Una de las cosas más difíciles que hay en la política (lo mismo que en las carreras de caballos), y más dentro del PSOE, es acertar con el nombre de quien va a ganar. La simpática, salerosa y hábil Pilar Alegría apostó en su día (2014), por Eduardo Madina como nuevo secretario general del partido. Ganó Pedro Sánchez. Alegría no era aún un peso pesado dentro del partido y la venganza no la alcanzó, o no demasiado. Pero es que apenas tres años después, en 2017, Alegría se puso de parte de Susana Díaz en el mismo combate, el de la secretaría general. Y volvió a ganar Pedro Sánchez.

Entonces se produjo en la hábil socialista aragonesa una súbita metamorfosis, una mutación o, por decirlo con claridad, una asombrosa conversión a la verdadera fe, semejante a la de San Pablo camino de Damasco o a la del propio Sánchez con la amnistía. Pilar Alegría vio de pronto la luz y se hizo sanchista de toda la vida, vamos, desde cuando iba al colegio. Cómo dudarlo.

Prueba de que Sánchez (quizá sonriendo para sí) creyó en aquella sincerísima conversión fue lo que acabamos de contar: su nombramiento como delegada del gobierno en Aragón para sofocar o contener a Lambán. Luego, en 2021, la hizo ministra de Educación y Formación Profesional: a ella, que nunca llegó a dar clase. En 2022, portavoz del PSOE. Y en 2023 la volvió a hacer ministra de lo mismo, con el añadido de los Deportes. Y además, portavoz del gobierno. Ella, que hace no muchos años soñaba con ser presidenta de Aragón, dice ahora que “ser ministra es lo mejor que me ha pasado en la vida” y hace propaganda –eficacísima– de la panadería de su pueblo, un establecimiento llamado Ordovás, en el que se hacen unas magdalenas y unas tortas dobladas memorables.

¿Cuál ha sido el precio de este triunfo, además de una lealtad inquebrantable hacia el presidente? Pues la sinceridad. La fiabilidad. La credibilidad. A Pilar Alegría, en su doble advocación de portavoz del PSOE y del Gobierno, no le tembló la voz ni un segundo cuando compareció ante los medios de comunicación, hace bien pocos días, y aseguró con toda sangre fría que el único motivo por el que el PSOE (el de Madrid; no el de Navarra) tumbó a Cristina Ibarrola (UPN) como alcaldesa de Pamplona y entregó la alcaldía a Bildu fue que Ibarrola lo estaba haciendo muy mal y que no era capaz de aprobar unos presupuestos.

¿No sería más bien –preguntaron los periodistas, algo sonrojados– el pago por el apoyo de Bildu a la investidura de Sánchez? No, no, dijo ella. Eso son calumnias, invenciones, infundios. Es por lo de los presupuestos. Nada más.

Repitamos esto: sin que le temblase la voz. Con semejante sinceridad, con tal fiabilidad, esta mujer llegará lejos, no hay duda.

* * *

La alcon blue (Phengaris alcon) es una bella mariposa de la familia de las lycaénidas. Habita en Europa y Asia septentrional. En España no es nada difícil encontrársela durante el verano, que es cuando abundan las mariposas. Tiene las alas de un hermoso color azul con algunas manchitas oscuras. Una preciosidad elegante a la par que discreta.

A pesar de su apariencia inocente, alegre, pizpireta y veraniega, la alcon blue está catalogada entre los animales más mentirosos del planeta, porque deben ustedes saber que también los animales mienten, generalmente para salvar su vida. O su carrera política.

La mariposa deposita sus huevos en una planta, la genciana. Las larvas nacen, mordisquean la hoja de la genciana y luego se dejan caer al suelo. Ponen cara de inocencia, sobre todo cuando llegan las hormigas que andan por allí. Entonces las larvas emiten unas "alelomonas" muy semejantes a las que producen las propias hormigas; estas, convencidas de la sinceridad y de la fiabilidad de la larva, que parece ser hormiga y nada más, las transportan hasta el hormiguero y la depositan junto a sus propias larvas, las de las hormigas. Luego regresan a su trabajo de hormigas sin mayores preocupaciones.

¿Qué hace, entonces, la larva de la alcon blue? Pues se come a las larvas de las hormigas que tiene alrededor, que tanto la quieren y a las que tanto debe. Cuando ha crecido lo suficiente, la larva se transforma en pupa y se larga del hormiguero ante la estupefacción de las hormigas, que se sienten engañadas, traicionadas y vilipendiadas en su buena fe hormigueril.

Pero eso a la hermosa y elegante alcon blue le importa un puñetero rábano. Ya ha conseguido lo que quería. Lo demás ¿qué importa, compañeros?

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