"Nunca los socialistas se han enfrentado a una catástrofe semejante", aseguraba el pasado domingo noche, pocas horas después de cerrados los colegios electorales, uno de los colaboradores habituales del diario Le Figaro. La candidata socialista, Anne Hidalgo, alcaldesa de Paris, apenas había alcanzado el 1,73% de los votos emitidos en las presidenciales galas. El peor resultado de la historia del Partido Socialista Francés. "Sé lo decepcionados que estáis esta noche", reconoció Hidalgo desde su cuartel general, instalado en una antigua estación de tren transformada en bar de moda en el distrito 14. "Haremos todos juntos el balance de lo ocurrido de manera objetiva, pero ya os advierto que yo nunca me rindo y que seguiré poniendo toda mi energía en la conquista de una Francia republicana más fuerte y más bella, porque es más justa". Nada de irse a su casa y abandonar la política tras batacazo tan monumental.
Ella no se rinde y no está dispuesta a abandonar la dirección del partido socialista, a pesar de la evidencia de que han sido los votantes franceses los que han abandonado al partido socialista. Lo hicieron ya hace mucho tiempo, porque de François Mitterrand a esta parte el PSF no ha dejado de perder terreno en el corazón de la izquierda gala hasta convertirse en un partido testimonial. Lo mismo ocurrió hace ya mucho tiempo en Italia con el Partido Socialista Italiano de Bettino Craxi, exprimer ministro italiano entre 1983 y 1987, el político que terminó sus días en el exilio de Túnez tras huir de la justicia italiana por la trama de corrupción Tangentopoli. Desde entonces el PSI ha desaparecido del mapa, como ha desaparecido la Democracia Cristiana, el otro gran partido sobre el que se vertebró la vida política italiana tras el final de la II Guerra Mundial. Lo mismo ocurrió en Grecia con el PASOK, el partido socialdemócrata que gobernó el país durante gran parte de los ochenta y los noventa del siglo pasado, convertido hoy en un cadáver imposible de encontrar salvo en las hemerotecas. En el arco mediterráneo, solo el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sobrevive a la liquidación por derribo de unas formaciones que hace mucho tiempo que dejaron de representar los intereses de aquellos a quienes teóricamente decían defender.
Entre los grandes países de la UE, el socialismo solo resiste en España. Solo resiste el PSOE como una auténtica excepción, aún más llamativa tras los desastres que los Gobiernos del puño y la rosa han significado para la vida de los españoles
Porque el Partido Socialista Portugués (PSP), al menos a las órdenes de su actual secretario general, Antonio Costa, hoy primer ministro portugués, sigue siendo fiel a los postulados de esa socialdemocracia que, unas veces gestionada por la izquierda y otras por la derecha, gobernó Europa tras la derrota del nazismo y hasta fecha muy reciente. Todo eso, sin embargo, es ya reliquia del pasado. En Italia desde luego, pero también en Francia. El PS está en trance de desaparición, cierto, como también lo está Los Republicanos (LR), el partido heredero de la derecha gaullista que, con el propio PS, dio vida a la V República. Entre los grandes países de la UE, el socialismo solo resiste en España. Solo resiste el PSOE como una auténtica excepción, aún más llamativa tras los desastres que los Gobiernos del puño y la rosa han significado para la democracia y el nivel de vida de los españoles. Justo es reconocer en los primeros de Felipe González una significativa aportación del socialismo democrático a la extensión de derechos sociales a casi todas las capas de población, además de contribuir a la consolidación de la democracia. Sin embargo, el final del felipismo en el año 96, precedido por la mayor cadena de escándalos que ha conocido la Transición, y hemos conocido unos pocos, dejó las instituciones convertidas en un solar sobre el que muchos entonces pensaron que jamás volvería a ondear la bandera del puño y la rosa.
De desacreditar el vaticinio se encargaron los atentados del 11-M, aquella masacre que tan decisivamente cambió la historia de España, más los groseros errores cometidos por José María Aznar en su segundo mandato con mayoría absoluta. El recuerdo de la herencia dejada por los Gobiernos de Rodríguez Zapatero está muy presente en el imaginario colectivo como para que merezca la pena entrar en detalles. Convertido hoy en un simple comisionista del régimen criminal de Maduro y de otros de similar porte en Iberoamérica, Zapatero imprimió en el PSOE un giro de 180 grados a la praxis socialdemócrata que había presidido la vida de tantos partidos socialistas europeos, para convertirlo en una izquierda radical empeñada en la reinterpretación de la Guerra Civil, y la impugnación del gran pacto de reconciliación entre vencedores y vencidos plasmado en la Constitución del 78. Nueva vida a "las dos Españas" y puerta abierta a los viejos demonios familiares históricos de los españoles que la Carta Magna parecía haber encerrado bajo siete llaves. Su herencia en el terreno económico no puede calificarse sino de desastrosa, poniendo a España al borde de un rescate financiero del que el Gobierno Rajoy escapó por los pelos.
Que fue quizá lo único bueno del Gobierno de una derecha que volvió al poder por una motivo casi de física elemental. Porque no había nadie más que pudiera llenar el vacío de poder dejado por la debacle zapateril. De la tragedia que para la España urbana, culta y sedicentemente liberal significó el fracaso de la segunda mayoría absoluta de que dispuso esa derecha para haber acometido las reformas de fondo que reclamaba el país ya desde mediados de los noventa, no hay mucho que escribir a estas alturas, porque está casi todo dicho. Alguien ha escrito estos días que Mariano Rajoy, a quien el PP sigue sacando en procesión cuando la ocasión lo requiere, no pasaba de ser "un vago atornillado a un sillón con la única virtud de la paciencia". Lo peor del personaje, no obstante, consistió en abrir la puerta al Gobierno de un buscavidas de la política, un descuidero enfermo de egolatría sin oficio ni beneficio y sin una ideología muy clara, si bien emparentado con la llegada al poder en otros países no muy lejanos de auténticos autócratas poco o nada escrupulosos con la ley y la dignidad de las instituciones.
En España, a la crisis del socialismo ha respondido Sánchez haciéndose podemita, escorándose hacia la izquierda radical llevado en volandas por una militancia igualmente radicalizada que nada tiene que ver con las clases medias socialistas que prosperaron con la Transición
Zapatero, Rajoy, Pedro Sánchez, incluso el pobre Casado recientemente defenestrado de la dirección del PP, no son sino evidencia de la degradación de los modernos "partidos del turno", PSOE y PP, responsables de haber conducido el brillante proyecto constitucional nacido en 1978 hasta el albañal de su actual degradación. De algún modo, España resulta hoy una anomalía en el panorama político de la UE. Ya se ha aludido a la compleja situación por la que atraviesan los dos partidos que construyeron la V República y dominaron la política gala durante más de medio siglo. La candidata de LR, Valérie Pécresse, consiguió el domingo pasado el peor resultado electoral de la historia de las derechas francesas con el 4,79% de los votos. Del pozo sin fondo en el que Anne Hidalgo y su 1,74% han hundido al socialismo francés ya se ha dicho casi todo. Un partido dividido entre quienes propugnan una especie de refundación y quienes son partidarios incluso de crear uno nuevo, olvidándose de las viejas siglas e incluso del socialismo, sustituido por un mejunje de ideas, entre ecologismo y feminismo, tan familiares a oídos españoles. Una España en la que PSOE y PP siguen, con todos sus achaques, manejando a su antojo el aparato del Estado, "anomalía" que algunos atribuyen a nuestro retraso en incorporarnos a las grandes corrientes de la historia, a ese terrible siglo XIX que España vivió aislada y ensimismada, enfangada en guerras civiles que impidieron su conexión con el naciente constitucionalismo europeo, y a una crisis del 98 que no hizo sino aislarnos aún más, aislamiento que no logró romper la llamarada fugaz de la República ahogada en el desorden que no supo reprimir.
PSOE y PP. Ambos muy malitos, muy castigados por las deserciones, muy enfermos por la corrupción crónica. Del árbol hendido por el rayo de la incuria de los Gobiernos de Rajoy se desgajó su parte más liberal para formar Ciudadanos como expresión de protesta contra la renuncia criminal de la derecha a dar respuesta constitucional contundente al separatismo catalán. Mientras tanto, la parte más conservadora se refugiaba en unas nuevas siglas que hoy reciben los más furibundos ataques de los beneficiarios de un sistema que se cae a pedazos pero del que viven millones de gorrones aferrados a los bajos de la subvención. Lo de "facha" es el calificativo más suave que se puede leer diariamente en la prensa. La realidad es que en Vox, cúpula al margen, militan millones de españoles cabreados hasta la náusea con la quiebra de un país que lo es también de su proyecto vital, el de su familia, y el del futuro de sus hijos y nietos. La partida entre Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo está por decidir y todo dependerá de la habilidad del gallego para pescar en caladeros de centro izquierda do mora mucho socialista avergonzado, manteniendo inhiesto el dique de contención que representa Díaz Ayuso frente al crecimiento de Vox.
Al PSOE le surgió por la izquierda una corriente muy potente tras el movimiento del 15-M. Pablo Iglesias, un vividor de la política, un charlatán con ínfulas de los muchos que pueblan la novela picaresca española, pudo dar la puntilla con Podemos a un PSOE muy castigado por el desastre del Gobierno Zapatero, pero el muy cretino descubrió demasiado pronto sus cartas: como buen comunista, él solo pretendía hacerse rico cuanto antes y habitar casoplón con piscina y jardín. Elemental. Sánchez llegó al poder mediante una sentencia manipulada por la mafia judicial que hoy se ha apoderado de la justicia española sin el menor recato, sentencia que sirvió para orquestar una moción de censura que exigió el apoyo de quien todos sabemos. Tras las primeras generales de 2019, el sujeto despreció un acuerdo con Cs que le hubiera otorgado una cómoda posición (180 diputados) para gobernar para a la mayoría de los españoles, algo que nunca entró en sus planes, porque él ya había elegido compañeros de viaje. Las segundas generales de 2019, de las que salió mal parado, le arrojaron en brazos de Iglesias y del resto de "especies protegidas" de la periferia. Todos constituyen "la banda" tan gráficamente denunciada por Albert Rivera en su día. Hoy, en efecto, nos gobierna una "banda" al frente de la cual se halla un tipo al que en el otoño de 2016 el propio PSOE expulsó de la secretaria general por miedo a que terminara aliándose para gobernar con los enemigos de la Constitución y de la nación de ciudadanos libres e iguales.
Pedro Sánchez Pérez-Castejón es el gran enemigo de nuestra democracia, la amenaza de nuestras libertades. No lo es la pequeña élite de Podemos dispuesta a soportar cualquier desplante con tal de conservar una buena nómina, ni lo son esos millones de votantes de Vox que buscan restaurar su proyecto vital
El PSOE de Sánchez no se parece en nada al que conocimos en la Transición. Es otro partido cuya relación con la socialdemocracia clásica es pura quimera. La crisis terminal del socialismo galo hizo surgir en el país vecino el movimiento de la "Francia Insumisa" que lidera Jean-Luc Mélenchon, lo más parecido a nuestro Podemos o el 21,9% del voto en la primera vuelta de las presidenciales. En España, a la crisis del socialismo ha respondido Sánchez haciéndose podemita, escorándose hacia la izquierda radical llevado en volandas por una militancia igualmente radicalizada que nada tiene que ver con las clases medias socialistas que prosperaron con la Transición. Los supuestos intentos de Sánchez por "centrarse" de que alardean sus relatores solo pueden mover a la risa. Es imposible virar al centro para quien tiene los socios que tiene, vive en el alambre de la mentira permanente y en el deterioro continuado del prestigio de las instituciones. Con una crisis de deuda en el horizonte cercano, algo que parece inevitable tras la decisión del BCE de subir tipos y dejar de comprar toda la deuda neta que emitimos a partir del verano, la necesidad de un ajuste salvaje de nuestras cuentas públicas más que una necesidad se presenta como una obligación forzada por nuestra pertenencia al euro. El punto de no retorno para este aventurero sin escrúpulos.
Si calamitosa es la situación de nuestras finanzas públicas, fenómeno agravado por las sucesivas crisis y la falta de crecimiento, peor lo es la pérdida de calidad de nuestra democracia a cuenta del deterioro constante al que están sometidas las instituciones desde junio de 2018. Tras el final del felipismo y su catarata de escándalos, tras el adiós del zapaterismo provocado por el hundimiento de la economía, parecía imposible asistir al experimento de un líder socialista todavía peor, más desvergonzado, más adánico. Lo hemos conocido, se llama Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Es el gran enemigo de nuestra democracia, la amenaza de nuestras libertades. No lo es la pequeña élite de Podemos dispuesta a soportar cualquier desplante con tal de conservar una buena nómina, ni lo son esos millones de votantes de Vox que buscan restaurar su proyecto vital bajo la escarapela del respeto a la ley y a su modo de vida. Lo es este personaje a quien sostienen "esas élites culturales progresistas que han concentrado su energía intelectual y política en las minorías sexuales y étnicas generando unas violentas guerras culturales (…) mientras se olvidaban de los deseos, temores y necesidades de una mayoría de la clase media y obrera" (Eva Illouz, El gran retroceso). Lo es este personaje a quien aún parece respaldar el veintitantos por ciento del electorado. El presidente de casi todas las televisiones. Y el presidente del Ibex 35. John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos, recordaba en una carta dirigida al filósofo John Taylor que "nunca ha habido una democracia que no se suicidara". ¿Acabará haciéndolo la española, o sabrá, urnas mediante, enviar a Sánchez y al PSOE por la senda que han seguido todos los partidos socialistas que en el arco mediterráneo han sido?
123probando
Es imposible la desaparición del PSOe por 2 razones: - Un sectarismo feroz. - El control de los medios principales por parte de Sánchez.
Mgafotas
Pero si en VP saben de qué se trata esto..... De compra de medios, discurso único y tapar las vergüenzas del prócer y adlateres..... Cacho...... Monsieur Renault, en este local se juega!
1100R
El PSOE lleva cometiendo alta traición desde que se fundó. Parece blanquearse con Felipe González con tutela de los socialdemócratas alemanes, pero a continuación vuelta la burra al trigo.
Yomismo
Esperemos que no. Deberemos hacer todo lo que está a nuestras manos, lo imposible, para que el PSOE desaparezca para siempre. El daño que nos ha hecho a todos los españoles tiene que tener sus consecuencias. Esta experiencia vivida NUNCA MÁS.
Pelosi
La PZOE debe desaparecer; no es homologable con los demás partidos europeos. Largo Caballero murió hace mucho, y Stalin también, aunque Putin se empeñe en revivirle.
Oveco
Los españoles tenemos lo que hemos votado
Icaro
La izquierda en todas sus variantes es un peligro para España y el PP igual por arrimarse a ella. Ojalá desaparezca la izquierda ya. puesto que son una mafia ladrona que está ahí para comprar votos y enriquecerse a costa de empobrecernos a los demás. Solo queda VOX.
bonham
Ya no se puede votar a los comentarios que te gustan?
bonham
Abrazo a todos los que reconozco por aquí. España es una anomalía en muchas cosas, en esta no iva a ser menos. La psoe se ha asegurado, y no deja de hacerlo, en crear clientelismo. Una enooorme red de clientelismo, cada vez mayor, que va creando un poso de vagueria, conformismo y desidia brutal. Funcionarios a tutiplen, cada vez más, cada vez más adocenados y cada vez con menos espíritu crítico, a los que lo único que les importa es la paga. Seguirá el psoe para rato. Aquí a todo lo liberal, emprendedor o con ganas de mejorar o pensar se lo cargan, fuera, no es políticamente correcto.
Justo Solamente
Y eso es lo "oficial" pero no es por Madrid solamente, esos "retoños" van recorriendo toda España y además, van de "vacaciones" a menudo a ciertos países del otro lado del gran charco.
Roma
Se cerrará el grifo del crédito del BCE y de los bancos privados con una prima de riesgo disparada. Entonces (segunda mitad de 2022 y sobre todo 2023 se recurrirá a los fondos gratis pero condicionados y préstamos de la UE. Con mucho gasto y presidencia de España UE y mucha propaganda no sabemos qué pasará en las elecciones a finales de 2023. El desastre es 2024: arruinados, sin vías de crédito siquiera… o sigue el gobierno que nos ha traído hasta aquí o PP/Vox ardiendo las calles.
Talleyrand
Abrazo a los foreros "revenants" desde la resistencia.
Talleyrand
La huella del pasado, a nivel sociologico como minimo, se siente en España de forma precisa. El enorme peso del Estado (todo el mundo quiere que el Estado le arregle lo suyo!) no es socialista sino Franquista. Fue el franquismo el que creo la SS y los sindicatos verticales como ahora mismo los conocemos. Fue el franquismo el que creo el apolitico de derechas...(o de izquierdas que mas da!) y el que formulo a los ciudadanos como seres que lo delegan todo a cambio de esperar.... mucho que llega pocoa poco. El regimen de Franco evoluciono de un modelo militar con absorcion de falangistas y bendicion eclesiastica a un modelo socialdemocrata todavia vigente! El gran error español fue dividir la nacion en administraciones con ansias de naciones. Eso a parte de romper la unidad de los ciudadanos ha creado un desequilibrio presupuestario brutal e insostenible. Se recauda en el centro (lo que queda del Estado es la AEAT!) y se gasta en la periferia. El gasto publico desmadrado, las deudas electorales que no se acaban nunca de pagar, y una Europa que pagaba lo necesario a los del Sur.... pero que se acaba en tres meses. En ese escenario tenemos una coalicion imposible que no deja dormir..... y una oposicion que jugo a las trampas para negociar el relevo liquidando a su mayor activo. Francia esta muy mal pero aqui encima hemos acabado de destruir la educacion publica mientras la poilitica se resuelve con sloganes vacios sobre empoderamiento, ecosostenibilidad y nuevas variantes de afiliacion sexual. Un mundo feliz si no fuera porque no se puede pagar y los que curran para pagar impuestos son casi casi una especie en peligro de extincion, pero sin proteccion alguna.
ma
Claro que existirá, y volverá a ganar, éstas o las próximas elecciones, porque no hay más que ver lo que ofrece la socialdemocracia del PP: 1-supresión con aznar de los miserables 400 euros del emigrante retornado por un período de once meses 2-emigración masiva para que emigrantes con valores incompatibles con los occidentales compitan por trabajos sin cualificación y por los servicios sociales, más burbuja inmobiliaria sin precedentes (medio millón de casas nuevas al año, claro que menos que los tres cuartos de millón de zetaparo). Esto no era sino una catástrofe anunciada. 3-Mantenimiento de millones de empleados públicos, si sumamos los trabajos sociales de los ayuntamientos, 4 millones 5-Estos empleados públicos casi en su totalidad, lo son gracias a oposiciones por el sistema de los puntos, y por gran cantidad de plazas en los ochenta, gracias a cuya oferta deben el puesto ana botella y aznar, entre otros. 6-Discriminación absoluta por razón de edad, nadie hoy día con 48 años encuentra trabajo salvo enchufe o altísima especialización, y al PP le ha dado siempre igual, pasando por este problema como si no existiera. ---Subvenciones a los coches de la clase media, bonificaciones en el IRPF para que sean los pobres los que financien todo esto en forma de reducción en sanidad o aumento de tasas, etc. Es decir, aquí hay un PPSOE, una casta de políticos y funcionarios que ha estado chupando de la nación a costa de todos los demás. Véase que todos los políticos son de letras, con alguna excepción. Los desempleados de larga duración, los pobres, no tienen que esperar nada de una movilidad social que no existe, la única movilidad es la de la política, por supuesto que votarán al PSOE.
Talleyrand
Simplificando: Tanto El Psoe (reconstituido en Suresnes con vitaminas de la CIA y el SPD de Willy Brandt) como el PP heredero de AP o sea del Movimiento Nacional por simplificar no son mas que un Franquismo con elecciones libres por "otros medios". Habia que dar salida democratica a un regimen obsoleto que salio de una guerra civil y que por lo tanto era imposible de continuar. Un regimen que dio frutos economicos sobresalientes en sus ultimos 15 años pero que no fue capaz de evolucionar pausadamente (la personalidad de Franco y demas acolitos no lo permitia) y lo tuvo que hacer a toda velocidad con un individuo del sistema ( Suarez, alto cargo franquista pero un tipo realista) y configurar un modelo alternante de izquierda /derecha, o al menos que lo pareciera. Los llamados "minoria catalana" y el PNV junto al PC de Carrillo -otro que se adaptaba al medio- , configuraron los actores. Se llamo la Transicion y significo acabar con la ideologia antigua y hacerse europeos de golpe. Incluido la OTAN con gobierno socialista.
Boyevik
Saludos a Hispanicus, Alon y Yorick, a quienes veo por ahí. Así no vale la pena. Menuda chapuza
Yorick
El socialismo habrá perdido su atractivo como adjetivador de siglas políticas, pero nunca ha estado tan vivo. Más funcionarios que nunca, más presupuesto que nunca, más presión impositiva que nunca, más deuda que nunca. Más Estado que nunca. Más socialismo que nunca. Y mañana, más. ¿Y qué hizo el centro derecha español, cuando tuvo ocasión, para cambiar las tornas? Nada, porque no considera que haya nada que modificar. Antes engordó a la bestia. Un sádico extractor de rentas nombrado por Rajoy culminó toda una era de terror fiscal. Del señor Feijóo no cabe esperar sino el estudio y la aplicación de nuevos modelos confiscatorios, que nos comunicará con acento gallego, eso sí. ¿Y qué promete la derecha española, que dice representar Vox? No parece estar muy claro, y debería estarlo. ¿Más de lo mismo, pero sin adoctrinamiento LGTBI en los colegios y menas en las calles? Eso no deja de ser más de lo mismo. Se agradecería un poco de claridad en las propuestas. ¿No le gusta Viktor Orbán a Abascal? Pues que le eche un vistazo a la fiscalidad de Hungría y copie receta.
Boyevik
Hola
-Munna
La leshe, veo que mi comentario sale publicado como respuesta al de otro forista y no era mi intención 😃
AngelitoLobo
Desaparecerá
univadis
Se dice de Putin que el gran peligro de los autócratas viene cuando se sienten acorralados. Creo que el parecido con el morador del Falcon es inigualable. Si ya fue capaz de hacer un pucherazo en el PSOE para que no le echaran, ¿qué será capaz de hacer ahora?
sinperdon
Junto a este artìculo viene pegado otro que informa en l que se gasta el dinero pùblico:nòminas Un paìs de funcionarios y empleados pùblicos y para colmo con unos servicios caros y malos.¿desaparecer el socialismo de la psoe? Si el problema solio fuese ese... Aquì el problema es que no hay ni uno bueno
Hispanicus
Abandonad toda esperanza; en el país del vivan las caenas, los bozales y los aplausos en los balcones hay PPSOE para rato...mientras no falte la sopa boba, claro.
RafaR
Dice Cacho que justo es reconocer la contribución de la PSOE de González a la consolidación de la democracia. Yo niego la mayor. Los problemas estructurales de nuestra (escasa) democracia los gestó e implementó la PSOE de Felipe González. La ocupación de todas las instituciones por el poder político (el asalto de los socialistas a todos los mecanismos públicos de control de las instituciones), el inicio de la decadencia de la educación con la infame LOGSE, el control de RTVE y la implantación de un sistema clientelar de los medios de comunicación otorgando un poder y un control total al imperio de Polanco, el asalto del funcionariado por las hordas socialistas... Todo ello es obra del tándem González-Guerra. De aquellos polvos...
unperroandaluz
Miedo me da Sanchez
gwy
Es discutible eso de que este PSOE no se parece en nada al de la Transición. Cualquier andaluz de más de 40 años reconoce perfectamente los tics totalitarios del psicópata de Moncloa.
Pangat
Comento aquí porque no hay otro lugar. El artículo de Hasel Paris Álvarez es de una calidad impropia de un medio como este. El nivel de desconocimiento de la economía internacional es escandaloso (¿es de Corea del Sur la Siemens?). Un artículo que descalifica sin más el capitalismo, sistema que ha proporcionado mayor prosperidad a mayor número de personas en la historia, y alaba a Putin y la defensa de supuesta nación-santuario obviando que Rusia es una autócracia y los Estados que descalifica el autor como capitalistas son democracias. Es obsceno dar pábulo a gente así cuando miles de ucranianos, estos sí, mueren por salvar su país de las garras de la autocracia. CACHO, TIENE QUE SELECCIONAR MEJOR.
Manuel Leon Lopez
No, el PSOE no va a desaparecer. En el inconsciente de millones de miles de españoles es el partido que luchó por la libertad y el progreso de España en tiempos de la República, y han sabido crear magistralmente la idea que el PSOE real, el que gobierna, nada tiene que ver con el "Psoe auténtico", y por lo tanto, siempre está por descubrir. La realidad es que el PSOE desde su fundación, es la mayor maldición para España.
Alon101
Esperemos que el gran favor que le haga Sánchez a España sea la desaparición del PSOE