Cada día se hace más frecuente entre los europeos la preocupación por la deriva que están tomando los políticos de la UE, sea en Bruselas o en sus Estados miembros. Como si de un concurso de ideas peregrinas se tratara, los terraplanistas de cada bando, que diría Gregorio Morán, se lanzan al ruedo a castigarnos con sus proyectos psicóticos. Por supuesto, nadie en su sano juicio cree que se llevarán a cabo hasta que los ve en el BOE y si, como con la Sra. Colau, la justicia falla en su contra, da igual porque pagamos los mismos de siempre. Se podría decir que vivimos el drama del "hombre olvidado" de Graham Summer, pero llevado a su extremo por un ejército de aprovechados y ególatras sin escrúpulos.
Muchos de esos absurdos de gestión de "lo público" los hemos tratado aquí, el último sobre cómo neutralizan la política monetaria del BCE y, ante esa situación, ¿qué pueden hacer los particulares para protegerse? Pues una posibilidad es diversificar sus activos líquidos en un país con enormes recursos humanos, materiales y de conocimiento, uno que tenga una forma de gobierno capaz de transitar la crisis que viene de la mejor manera posible. Con ese objetivo en mente hoy veremos un ranking de las instituciones bancarias estadounidenses.
Experiencia histórica
Estados Unidos tiene una enorme experiencia en crisis bancarias y buena parte de los criterios de supervisión globales vienen de allí; además, su banco central, con su estructura federal y forma de gobierno, junto con otras agencias, han ido saneando bastante el sistema bancario haciéndole muy competitivo y una alternativa a considerar.
Escaldado por la crisis del 29, que dejó sus bancos cerrados - por pánicos bancarios - cuando Roosevelt toma posesión (1932), crean la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), que garantiza los mismos hasta 250.000 dólares por depositante e institución, agencia que también hace labores de supervisión bancaria. Aquella crisis vino por un orden liberal que, como el actual, se llevó a su extremo crítico y que devino en el híbrido socialdemócrata actual que también cambiará, como el nuestro de mesianismo político y fueros para todos, que paga el de atrás.
Posteriormente, en los ochenta, tuvieron la crisis de las (especie de) cajas de ahorro (La S&L crisis; cayeron 1.043 de 3.234), que también afectó la regulación y supervisión. Luego vino la de 2008, tras la mala liberalización del clan socialdemócrata y globalista de Clinton, Rubin y Summers; según estos listos, la idea era acabar con los ciclos, pero trajeron la crisis subprime. Ese sería un resumen muy apurado de casi 100 años de interesantísima historia financiera americana que lamentablemente no podemos abordar con más extensión aquí y que dejó una experiencia colectiva que, por ejemplo, cuando la FED ha tratado de contraer sus casi 4 billones de los QEs (¿Tierraplanismo monetario?), los mercados lo pararon (finaliza en septiembre) pues el sistema tiene unos 13,9 billones en depósitos y, como diría El Gallo: "no puede ser y además es imposible".
El caso es que, tras digerir la última crisis, de casi 8.000 bancos se pasó a 6.700 en 2013 y a los casi 5.700 actuales, donde se evitan ayudas (en realidad préstamos públicos) y se prefieren liquidaciones y concentración por absorción, aunque califiquen como "caídos" (gráfica anterior) a bancos fiables pero absorbidos (p.e. Banesto sería "caído" para ellos). Tienen tres agencias principales de supervisión: el FDIC, la Reserva Federal (FRB en la siguiente tabla) y la OCC, que viene de 1863, cuando el salvamento bancario ante los pánicos los hacían los propios bancos, tema que traté en el artículo Ben Bernanke y el dilema monetario europeo sobre los antecedentes de la FED.
Criterios de calificación
El primer criterio para seleccionar una institución donde depositar recursos es que sea sistémica, pues ello garantiza mayor atención de las autoridades monetarias. Normalmente se consideran el volumen de depósitos, que algún pánico he vivido, con camiones de dinero saliendo de un banco que apoyaba a otro (¡Qué tiempos! Hoy es vía electrónica), tal vez por mal engrase de algún banquero central, pero hay otro, el que usaremos, el del volumen de activos de los bancos, sus préstamos e inversiones, ya que la caída de empresas o instituciones financiadas, el secado de mercados de titulaciones, el efecto en cadena que sobre la "mora" de los otros prestamistas, minusvaloraciones de bonos corporativos, contagios, etc. también produce pánicos financieros.
El siguiente criterio es la rentabilidad sobre el capital (ROE en las tablas), pues lógicamente, en caso de necesitar más capital, tendrán mayores posibilidades de conseguirlo. El segundo criterio es la rentabilidad sobre el activo (ROA; sobre préstamos e inversiones), un gran criterio de buena gestión bancaria. Finalmente, un ratio sobre respaldo patrimonial de las inversiones e indicador de apalancamiento (tema muy regulado y penalizado por los supervisores), que es el ratio activos totales a capital (As/Eq en las tablas); se entiende que al estar menos endeudado, tiene más capacidad de financiamiento en caso de necesidad. Los datos los tienen en la siguiente tabla.
El ‘ranking’
Para hacerlo, de forma muy sencilla, hemos ordenado los datos del sistema de mayor a menor según los tres criterios anteriores asignándoles una posición y, al valor correspondiente a su puesto (los mejores primero) lo hemos ponderado 0,45, 0,45 y 0,1 respectivamente (ver final siguiente tabla). Para obtener el puesto general (columna izquierda) ponemos 32 pues, al revisar los datos, el 32º en activos era uno de los mejores; además que entre todos ellos gestionan el 70% de los activos bancarios del sistema financiero estadounidense.
Por espacio solo comentaré tres: American Express, clave en el sistema de cobros y pagos estadounidense, 9º en ROE y 37º en ROA de los 5.700, queda tercero, cuyo negocio principal son las tarjetas de crédito y que, gracias a obtener la ficha bancaria, pudo recibir ayudas tras la crisis sub-prime que secó su mercado secundario, y que luego devolvió con intereses al normalizarse el mismo. Otro sería Bank of America, al que hace treinta años se comparaba con la Pan Am, en el puesto Nº6 y segundo por activos, con buenos ratios para su inmensidad y que, como el anterior, no por casualidad, tiene participaciones de Warren Buffet.
Como contraste a los anteriores, el HSBC, último de la lista y de los últimos en ROE y ROA (4.983, 4.840 respectivamente, de 5.700), sistémico y globalista que, al estar comparativamente poco "apalancado", en teoría, podría captar capital para crecer. La duda sería, vistos sus ratios, si tiene capacidad de gestión para hacerlo mejorando la rentabilidad; además, dónde crecer cuando su grupo es 7º del mundo. O lo arreglan o termina zombi.
Luego está el tema de los derivados y, en comparación a 2013, cuando criticamos en algunas entidades sus dimensiones, así como el balance desfavorable entre los saldos del que el banco es garante y de los que es beneficiario, la situación ha mejorado bastante y de afectar, afecta más a los últimos de la tabla. Lo tratamos en su momento y lo pueden ver en los archivos.
Ruina y globalismo
Como en la política, en algunos bancos globales, muy conocidos y sistémicos, sobre todo en Europa (Suiza, Reino Unido, Alemania, etc.), a la hora de la contratación de personal se discrimina con criterios ideológicos, religiosos, de raza, género, edad, etc., poniéndose la honestidad y la aptitud en segundo término porque lo dice el dogma globalista; cuestión de ponderación. Como si los dirige un conocido humorista español, "experto" en casi todo, que hasta fija los criterios de conducta y ahora anda muy ocupado con las elecciones, pero mejor no abramos más frentes.
Es en ese turbio entorno bancario y político que debemos movernos. ¿Y el ranking Europeo? Aunque las cifras existen y aparecen en algunos estudios privados, no están disponibles al público con en Estados Unidos y, como mucho, te dan un test de estrés para que te distraigas y no molestes, que aquí somos más listos y les vamos a dar, una vez más, una lección de cómo se hacen las cosas. Así que, habrá que trabajar con lo que hay y en ese sentido espero que esta clasificación les sea útil, hecha y publicada, como siempre, con la correspondiente reserva legal.