Tiene tanto pavor ante lo que pueda revelar Aldama en sede judicial el ínclito Conducator Sánchez que ha dicho “¡Dejadme solo!” a su corte de faraón para hacer una declaración institucional este lunes desde La Moncloa a las nueve de la mañana. Hombre, lo suyo hubiera sido celebrar una rueda de prensa en el Congreso sin limitación de tiempo ni de medios, pero como esas cosas solamente pasan en las películas norteamericanas, el presidente, que debe tener pesadillas con Aldama, con Koldo, con Ábalos, con Delcy con muchas, muchas maletas, ha optado por una solución prudente: hablar a los españoles desde la impunidad que da no tener a nadie que te lleve la contraria. Lo justito para silenciar a aquellos que lo tildan de cobardón y escurridizo. Por otra parte, Sánchez ha de recibir a la una del mediodía al presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, Zhao Leji, y no puedes estar ejerciendo el liderazgo de Occidente y resistiendo el ataque de la internacional ultraderechista y, a la vez, perder el tiempo dando explicaciones acerca de Aldama y no sé qué chorradas más.

El presidente, que debe tener pesadillas con Aldama, con Koldo, con Ábalos, con Delcy con muchas, muchas maletas, ha optado por una solución prudente: hablar a los españoles desde la impunidad que da no tener a nadie que te lleve la contraria

O sea que ha optado por aplicar la fórmula de las gallinas que entran por los Aldamas que salen. Hay que centrarse en cosas importantes, y como ha dicho que aquí no habla ni Dios de la DANA y Aldama, que riman, ha decretado un apagón informativo acerca de los dos asuntos y, si la canallesca se pone tonta, incluso del incendio del Maine. Avisados ese grupo de intelectuales preclaros que conforman el gobierno de la nación, todos prepararon alguna cosilla para soltarla ante los micrófonos. Vamos, como si el profe les hubiera cargado una redacción tipo “Un día en el zoo”.

Atenta a estos detalles – es experta en callar cosicas porque bastante tiene con Errejón del que parece que nadie se acuerda -, la vicepresidenta del gobierno de España, Yolanda Díaz, ha roto el silencio para decir que hay que mejorar las jaulas de las gallinas. Seguro que Pedro la ha telefoneado diciéndole “Muy bien, Mariyoli, sigue así”. Porque hablar de gallinas no compromete a nadie. ¿O sí? Porque si de gallinas quiere que se hable la vicepresidenta, a uno, malo de toda malignidad, se le ocurren algunas preguntas perversas y cargadas con más mala intención que un voto de Bildu apoyándote. Las transcribo por si algún compañero o compañera o compañere de la SER, Lopaís, la Sexta, Público o similares chicas del montón tienen ganar de perder su empleo, lo que indudablemente sería beneficioso para su salud mental y paz espiritual. Vamos a por el cuestionario.

Si con todas estas preguntas no puede llevarse a cabo una entrevista como Dios manda y burlar el apagón sanchista ya me dirán ustedes. O mejor no digan nada, que Sánchez nos quiere bien calladitos.

¿Cree usted que Aldama es la gallina de los huevos de oro de Sánchez? ¿Sánchez hace el gallina decretando el apagón informativo a sus ministros? ¿Quién cree usted que tiene más huevos en el gobierno? ¿Las gallinas tienen derecho a usar Farmatin?¿Da por cierto el refrán “Gallina que cacarea, o pone huevo o algo ventea”? Si lo que afirma este otro “En lunes, ni las gallinas ponen”, ¿qué hacen los martes? ¿Piensa denunciar por heteropatriarcal, ofensivo, ultraderechista y calumniador lo de “Es más puta que las gallinas”? ¿Sería mejor cambiarlo por “Es más puta que los gallinos? El caso de la Gallina Turuleca, que ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres, ¿es un ejemplo de la explotación obrera de las gallinas? ¿Y Aldama qué es, gavilán o paloma? Porque, amiga, hay que ver como es el amor, que vuelve a quien lo toma gavilán o paloma. Decimos más, ¿por qué la gente se refiere al palo de un gallinero cuando ve algo muy sucio pero nadie habla de porquerizas, establos, rediles, madrigueras o sedes de algunos partidos políticos? ¿Es eso justo?

Si con todas estas preguntas no puede llevarse a cabo una entrevista como Dios manda y burlar el apagón sanchista ya me dirán ustedes. O mejor no digan nada, que Sánchez nos quiere bien calladitos.

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