Han pasado dos semanas desde la celebración de las elecciones generales. Lejos de festejar su tradición democrática, el país se encuentra sumido en una enorme confusión, con importantes incógnitas por despejar como, por ejemplo, el desconocer si será preciso volver a las urnas de nuevo antes de fin de año.
Pese a que las papeletas del 23-J arrojan unos resultados bien distintos a los de 2019, no cabe de duda de que hay algunos elementos que aparecen irremisiblemente en todos los comicios y que, además, determinan el color del Gobierno.
No es un asunto nuevo, pero no está de más recordar, por ejemplo, el factor determinante de la sobrerrepresentación legislativa de Cataluña y el País Vasco, donde el número de votos que los nacionalistas envían al Congreso se transforman, en forma abrumadora y desigual, en factor determinante a la hora de armar mayorías parlamentarias.
Quizás las cosas no debieran ser así. Muchas veces se ha hablado de reformar la ley electoral, adaptándola a los nuevos tiempos, tan distintos a los que vivíamos cuando se aprobó
Este efecto, este desequilibrio electoral favorece la polarización y alimenta una notable discriminación puesto que genera ciudadanos de primera, segunda, y tercera clase, amén de que fomenta un cierto fervor identitario. Quizás las cosas no debieran ser así. Muchas veces se ha hablado de la necesidad de reformar la ley electoral, adaptándola a los nuevos tiempos, tan distintos a los que vivíamos cuando se aprobó. Algunos partidos incluyen este punto en sus programas, que pasa a ser papel mojado caso de alcanzar el poder.
La democracia se defiende con más democracia, reivindicando el protagonismo de los ciudadanos libres e iguales en una sociedad guiada por el Estado de derecho, las leyes y la convivencia. Por eso sería muy razonable el poner coto a esta cuestión tan crucial.
Se antoja esencial cambiar cuestiones importantes de deciden el rumbo de España, mediante un incuestionable respeto al marco legal y a las garantías que emanan de la Constitución, algo que ahora, como estamos viendo, está fuera de lugar.
Este planteamiento se traduce en algunos puntos muy sencillos.
1. Reformar drásticamente el concepto de las comunidades autónomas, creando una nueva categoría de régimen especial para acomodar a aquellas con derechos históricos, dentro del espíritu emanado de la Transición..
2. Modificar la ley electoral hacia una propuesta más equilibrada, igualitaria, poniendo exigencia al número de electores requerido para acceder a las Cámaras.
En suma, fortaleciendo el edificio de la Carta Magna que a todos nos acoge y ampara y del que nos dotamos todos los españoles hace casi medio siglo. Los resultados del 23-J no permiten alimentar grandes esperanzas, aunque no está de más el recordar, de vez en cuando, las asignaturas pendientes que urgen una drástica modificación.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
Con relación a la opinión de la Sra. Carrasco con relación a la reforma de Ley Electoral es tan improbable en nuestro actual régimen de minorías como la aprobación de cualquier otra Ley Orgánica q proteja la Constitución. Tendremos q confiar en el papel del Senado que sí puede incluir enmiendas y comisiones de investigación a los PGE, q al final es lo q importa. La pela es la pela
Me extrañaría que el Sr. Vara mantenga esa opinión cuando acaba de mantener un sillón y abandonando definitivamente la forensia gracias precisamente a la Cámara de Representación Territorial
¿SobreRRepresentación?
Lo que usted (y yo) plantea Dª Ana serviría para FORTALECER a España. Lo que la Extrema Izquierda, Independentistas, la ETA de Bildu, los Golpistas, PSC y Sánchez a la cabeza es hacer todo lo contrario, Quieren debilitarla, quieren destruirla, quieren desmembrarla. Por eso utilizan todo lo que esté a su alcance como arma de destrucción.
Todos estos no luchan contra el fascismo, luchan contra la DEMOCRACIA ESPAÑOLA.
¿Volvería a ganar la izquierda con esos cambios?
Esa es la cuestión.
No hay mas preguntas señoría.
Las llamadas "Comunidades Históricas" son aquellas que, a trancas y barrancas, arrancaron un Estatuto de la débil II República: Cataluña, Vascongadas y Galicia. Las demás, (Castilla, Aragón, Navarra, Granada, por ejemplo) no son históricas, pese a formar la llamada "España de los cinco reinos" ya en la Edad Media. Si consideramos suficiente razón para calificar a aquellas de Históricas, crearles un acomodo especial me parece un grave atentado sobre las otras, más auténticamente Históricas, con sus Cortes, sus Leyes y sus Fueros. Concretamente, las Vascongadas nunca sobrepasaron el nivel de "Señorío", y eran propiedad personal de los monarcas castellanos.
Que desastre. No solo la maquina no me deja poner los datos que desmontan la falacia de que el sistema electoral favorece a los separatistas, es que antes el artículo era de Fernandez Vara y ahora de la becaria Ana Carrasco.
Sé que estamos en verano pero la profesionalidad debe demostrarse todo el año.
Vaya, hoy la maquinita no me deja comentar, voy a dividir el comentario a ver si así traga:
Increíble.
Cualquiera que sepa sumar y restar sabe perfectamente que quienes SIEMPRE han sido beneficiados por esa "sobrerrepresentación" han sido los partidos mayoritarios: PP y PSOE. Y los perjudicados los terceros, en su día IU y hoy Vox y Sumar.
Pero aquí tenemos a los activistas de la PP mintiendo y contándonos el rollo de que la culpa es de que los vascos y catalanes son los beneficiados. Supongo que el señor Vara no tenía tanto problema cuando ese supuesto beneficio era para Pujol, con el que pactó Aznar, o el PNV, al que Rajoy regaló el cuponazo vasco.
Claro, ahora los separatistas ya no quieren nada con la PP así que toca atacarles, pero si va a hacerlo, señor Vara, no lo haga engañando. Y sí, sé que para usted es dificíl no hacerlo, se lo debe a sus amos de Génova.
estas soluciones suyas es nada y nada. Escribe la pagan y se siente feliz.
No dice nada, no concreta nada, no soluciona nada de la sobrerrepresentación.
Vuelve usted a dar más privilegios a los que ya lo consiguieron al redactarse la constitución y al traer a Tarradellas, "creando una nueva categoría de régimen especial para acomodar a aquellas con derechos históricos.". Que quiere con ese concepto de derechos históricos, concrete, o es que no sabe esperar a lo que va a pasar de 2023 a 2026