Qué decepción. Puchi nos ha decepcionado. Éramos muchos los que pensábamos que bajo esa mata de pelo que luce Carles Puigdemont había una cabeza poderosa y un corazón de hierro dispuestos ambos a llegar con su desafío hasta el final; muchos creímos que estabas soñando con asumir de una vez por todas tu papel de mártir, deseando que te metieran en la cárcel, porque has ido demasiado lejos ya y no te ibas a rajar en la estación término de tu viaje a la gloria, tu vuelo a las páginas de la historia como el gran héroe de la República Independiente de ninguna parte, de modo que, suponíamos, ibas a ir adelante con los faroles y salga el sol por Antequera, entre otras cosas, además, porque aunque quisieras flaquear al rozar el precipicio, aunque el vértigo del momento te aconsejara dar un paso atrás, no ibas a poder, querido, porque ahí al lado, en el Arco del Triunfo, frente a la sede del TSJC, el 'generalito' Jordi Sánchez, uno de los poderes fácticos de esta revolución de Polichinela, se había situado al frente de sus tropas de la ANC dispuesto a no darte opción, a recordarte que sus 20.000 fieles, pongamos 30.000, no te iban a permitir un paso atrás.
Pero te lo has hecho en los calzones. Te ha vencido el miedo. Te has asustado. Estás asustado, Puchi. Estabas asustado ayer tarde cuando te subiste a la tribuna del Parlament, aunque trataste de disimularlo con un largo discurso cargado de los tópicos de siempre, las falsedades de costumbre, el desprecio xenófobo habitual hacia España y lo español, el desdén calculado –marca de la casa- hacia esa mayoría de catalanes que no te bailan el agua, el desvarío de esa interpretación enloquecida de nuestra historia reciente compartida, la falsificación total de datos, cifras y fechas, esa mentira que el nacional-catalanismo viene enseñando en las escuelas desde hace décadas, y en tu delirio pretendiste ayer dar carta de naturaleza a un referéndum donde la gente podía votar cuatro veces o las que le viniera en gana, un referéndum sin las mínimas garantías democráticas, y por llegar llegaste a enarbolar como argumento de razón los 800 famosos heridos que nunca existieron, hasta ahí llegó tu desvergüenza, Puchi, hasta ahí tu mentira, y por rizar el rizo te abrazaste a uno de esos tótems que sirvieron para arremeter en origen contra la convivencia centenaria entre españoles: el famoso “Espanya ens roba”, los 16.000 millones que los chorizos del 3%, los hijos de Jordi Pujol, se sacaron de la manga como medida de los supuestos agravios del Estado a Cataluña.
La dura realidad, Puchi, es que en el fondo eres un cagueta, y la única posibilidad que tienes de abandonar el callejón sin salida en el que te has metido es que esa nebulosa mediación exterior venga a sacarte las castañas del fuego"
De modo que, cargado de las razones históricas, políticas y morales someramente citadas, proseguiste con la farsa -porque eso fue lo que ayer vimos en el Parlament, una gigantesca farsa-, aludiste a un extraño “mandato de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de República”, que de inmediato metiste en la nevera -dicen que la Cataluña supremacista y xenófoba que representáis fue independiente durante 8 segundos, récord del mundo-, porque suspendiste sus efectos en busca de un diálogo con el Gobierno central impulsado, forzado te gustaría pensar, por la presión internacional, la de esa Unión Europea que te ha dado la espalda desde el minuto uno. La dura realidad, Puchi, es que en el fondo eres un cagueta, y la única posibilidad que tienes de abandonar el callejón sin salida en el que te has metido, para disimular el monumental ridículo de esta independencia de la puntita nada más, de esta independencia pero nomes una mica, es que esa nebulosa mediación exterior venga a sacarte las castañas del fuego, y a evitar que, ahora sí, vayas por fin a dar con tus huesos de golpista, de enemigo de la libertad de la mayoría de los catalanes y españoles, en la cárcel, que es lo que mereces.
No nos vuelvas a decepcionar, Mariano
No puede haber mediación exterior posible porque, te lo dijo bien claro, en varios idiomas, el bailarín Iceta, la voluntad del 38% de los catalanes –dando por buenos, que ya es dar, los resultados de ese referéndum por ti cocinado- no puede prevalecer sobre la del 62% restante, la minoría no puede imponerse sobre la mayoría, Puchi, eso lo entienden en París y en Tombuctú, nadie se va a prestar a esa mascarada como no sean esos observadores internacionales que trajiste a tu referéndum a gastos pagados, como no sea algún dictador latinoamericano o esa nueva versión de los zares rusos que encarna el sátrapa Putin. Te has venido abajo, Puchi, y no hacía falta más que ver tu cara y la de tus conmilitones de JxSí tras acabar las intervenciones de la oposición democrática, para saber la herida mortal que llevas encima, la carita de Mas anoche, la de la Forcadell, esa demócrata de pelo en pecho, la de Junqueras, el garbo con el que cantabais todos Els Segadors, la alegría que irradiabais, debía ser el olor, tenía que ser el olor a detritus humano expelido por el miedo al futuro inmediato que os espera. Y es que has cabreado a todo el mundo, Puchi, de modo que ahora no solo vas a tener en frente al Estado, sino también a la CUP, los camisas pardas del prusés que ayer se fueron rebotados del Arco del Triunfo, átate los machos, que te va a caer la del pulpo con las tropas de asalto cuperas.
Mariano, ahora ya no hay puerta tras la que puedas esconderte, salida que te permita inhibirte, argumento que te ayude a escaquearte; ahora tienes que pasar de una vez por todas a la ofensiva y hacer prevalecer el Estado de Derecho"
Y bien, Mariano, ya te han declarado la independencia, la puntita nada más pero la independencia, la independencia enmascarada por esa tregua trampa de la invitación a negociar, y además te lo han rubricado en un papel que en cierto modo es mucho más duro, más taxativo, que el melifluo discursito de Puchi, de modo que ya no caben excusas de mal pagador, ahí te quiero ver, Mariano, ahora ya no hay puerta tras la que puedas esconderte, salida que te permita inhibirte, argumento que te ayude a escaquearte; ahora tienes que pasar de una vez por todas a la ofensiva y hacer prevalecer el Estado de Derecho, restablecer el orden constitucional. La izquierda radical populista, los Pablemos, los Coscubiela y demás patulea amante de la felicidad de España y los españoles andaba anoche jaleando entusiasmados la “oferta” de diálogo lanzada por Puchi, “y espero que al señor Rajoy no se le ocurra tomar medidas drásticas”, decía en La Sexta el infatuado macho alfa de Podemos. Así que no nos avergüences más, Mariano. Estas obligado a abortar este golpe de Estado que es también, y por encima de todo, un intento claro de liquidar el régimen del 78, lo que equivale a decir que es una invitación a saltar al vacío para 46 millones de españoles que acaban de vivir el periodo más largo de paz y prosperidad de la historia de España y que en buena lógica no están dispuestos a perder ni su bienestar ni su libertad. Estás avisado. No nos vuelvas a decepcionar. No te rajes. Sé fuerte, Mariano.