A pocas semanas de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024, las encuestas reflejan un cambio drástico en el panorama político de Estados Unidos. Según el modelo predictivo de The Economist, Donald Trump ha tomado una ventaja considerable en las encuestas y se posiciona como el favorito para ganar, con una probable victoria arrolladora en el colegio electoral.
El modelo del The Economist indica que los demócratas, encabezados por la vicepresidenta Kamala Harris, han perdido terreno de manera significativa en los últimos días. Aunque al principio de la carrera electoral las encuestas estaban más equilibradas, ahora Trump parece consolidar su liderazgo en estados clave, e incluso podría ganar en territorios que tradicionalmente han votado por los demócratas. Este cambio ha sido impulsado por el aumento del apoyo a Trump entre grupos demográficos clave, como los hispanos, los hombres afroamericanos y votantes jóvenes de entre 18 y 35 años.
Analistas políticos y expertos de reconocido prestigio e imparcialidad han señalado que la ventaja de Trump no solo está aumentando, sino que se está expandiendo a sectores que históricamente no habían sido parte de su base de votantes. Algunos expertos indican que este fenómeno podría llevar a una victoria decisiva en el colegio electoral, e incluso existe la posibilidad de que Trump gane el voto popular, una hazaña que no logró en las elecciones de 2016 y 2020.
Las apuestas lo tienen claro
Otro signo del creciente optimismo respecto a una victoria de Trump se refleja los mercados financieros. Diversas fuentes indican que los mercados anticipan una victoria republicana, lo que se refleja en el comportamiento positivo de los índices bursátiles. A esto se suman las plataformas de apuestas donde Trump lleva una ventaja de entre 10 y 15 puntos sobre Harris. Como un congresista republicano señaló: "No hay mejor indicador que ver dónde la gente apuesta su dinero", y parece que tiene razón.
Mientras tanto, la campaña de Harris está mostrando signos de debilidad. Un claro ejemplo de esto es su reciente entrevista en Fox News, la cual fue ampliamente vista como un desastre por los analistas, subrayando la desesperación que atraviesa su campaña. La incapacidad de Harris para cambiar la narrativa a su favor ha dejado a muchos demócratas preocupados, especialmente ante el avance de Trump entre votantes clave. Algunos sugieren que Harris podría aparecer en el popular podcast de Joe Rogan, en un intento por atraer al votante blanco y joven desencantado, aunque los expertos dudan que esta estrategia tenga un impacto significativo.
Ruptura en el Partido Demócrata
El senador demócrata Bob Casey, de Pensilvania, ha optado por distanciarse de Harris al expresar su apoyo a Trump en ciertos temas clave. Esto parece ser un esfuerzo por asegurar su reelección en un estado crucial donde Trump tiene grandes probabilidades de victoria. Esta ruptura dentro del partido demócrata es otro indicio de los problemas más profundos que enfrenta la campaña de Harris.
Los estados decisivos como Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Arizona y Wisconsin se inclinan a favor de Trump. Un caso interesante es Michigan, hogar de la mayor población musulmana del país, donde Harris ha perdido gran parte del apoyo tradicional demócrata. Se espera que muchos musulmanes no voten este año, lo que podría inclinar aún más la balanza hacia Trump.
Sin embargo, no todo será sencillo el 5 de noviembre. En al menos tres estados cruciales—Michigan, Pensilvania y Wisconsin—el sistema electoral ha sido objeto de controversia, y se prevén disputas legales post-electorales. En estos estados, los demócratas controlan el gobierno estatal y, por ende, el aparato electoral, mientras que la organización del Partido Republicano es débil. Esto podría derivar en litigios, una práctica que se ha vuelto común en las elecciones estadounidenses recientes, donde el aparato legal demócrata ha demostrado ser más efectivo que el republicano.
La cuestión clave será si la diferencia de votos de Trump es lo suficientemente amplia como para que estas tormentas legales sean pasajeras.
A solo dos semanas, cruciales, para las elecciones, los datos oficiales y los sondeos de prestigio coinciden en que Trump es el claro favorito para regresar a la Casa Blanca el 5 de noviembre de 2024. Si bien el panorama político en EE.UU. es notoriamente impredecible, los indicadores actuales sugieren que el exmandatario podría estar encaminado a una victoria significativa, marcando un punto de inflexión en la historia política del país.