En las dos entregas anteriores (1 y 2) mostrábamos los datos referidos al gasto público empleado por los gobiernos autonómicos de Valencia y Madrid en el suministro de los servicios públicos de educación y sanidad, así como diversos indicadores demostrativos de la mejor o peor calidad con la que eran suministrados. Los datos evidenciaban que en ambos casos la Comunidad Autónoma de Valencia destinaba un mayor volumen de recursos públicos que la de Madrid pero que, sin embargo, la educación y la sanidad públicas que reciben los madrileños son mejores que las recibidas por los valencianos. Tiene interés completar la visión ofrecida hasta ahora con nuevos datos.
Si observamos el gasto público total -cifras de 2021- que realiza cada Gobierno regional, se comprueba que el realizado por el valenciano supera al del madrileño (25.973 millones de euros frente a 25.878), lo que implica que el gasto público per cápita de la Comunidad Valenciana es considerablemente mayor que el de la Comunidad de Madrid (5.142 € vs. 3.842 €). Por su parte, si comparamos el porcentaje que representa el gasto público autonómico sobre el PIB regional, la diferencia es aún mayor, pues la ratio en la Comunidad de Valencia es un 25% y en la de Madrid un 12%. No hay duda. El Gobierno valenciano gasta más, mucho más, que el madrileño. Y, como complemento de lo anterior, exige un sacrificio fiscal mayor a sus ciudadanos, tanto en el IRPF, como en el Impuesto sobre el Patrimonio, en el de Transmisiones Patrimoniales, en el de Sucesiones y Donaciones, o en los impuestos propios autonómicos, los valencianos pagan más impuestos que los madrileños, significativamente más. Se trata ahora de observar los resultados respectivos de las dos orientaciones políticas: más impuestos y más gasto público en Valencia, menos impuestos y menos gasto público en Madrid.
En lo que hace a la deuda pública regional, la valenciana supone el 48% del PIB regional, porcentaje que en Madrid se limita al 15%. Es obvio que las cuentas regionales están más saneadas en la Comunidad madrileña
Comenzando por el estado de las cuentas públicas, la diferencia es notable, pues la Comunidad Valenciana arrastra un déficit del 1,15% sobre el PIB regional, mientras que en la de Madrid no existe déficit, pues de hecho incluso tiene un ligero superávit. En lo que hace a la deuda pública regional, la valenciana supone el 48% del PIB regional, porcentaje que en Madrid se limita al 15%. Es obvio que las cuentas regionales están más saneadas en la Comunidad madrileña.
Tiene interés constatar ahora aquellos otros datos relacionados con el bienestar de los individuos. Conviene señalar de entrada que la renta per cápita de los madrileños supera ampliamente a la de los valencianos, 32.000 € frente 21.000 €. Pero no es éste el único parámetro en el que Madrid supera a Valencia. Sucede también en el desempleo, pues la tasa de paro es el 11,5% mientras que en la región valenciana se eleva al 13%. Lo mismo ocurre en la parte de población que se encuentra en riesgo de pobreza, que siendo un 15% en Madrid un 15%, en Valencia alcanza el porcentaje del 25%. Por último, según el índice de desigualdad, ésta es mayor en la Comunidad Valenciana (6,2) que en la madrileña (5,8%). En resumen, los madrileños tenemos más renta, menos paro, menos pobreza y menos desigualdad que los valencianos. Como síntesis, constituye una buena muestra de la relativa eficacia de cada una de las dos políticas autonómicas que estamos comparando.
Entonces, ¿en qué bolsillo está mejor el dinero? ¿En el de los burócratas o en el de las personas que lo han generado con su esfuerzo y con su trabajo?
Existe otro dato que conviene considerar dado el proceso de envejecimiento de la población española. Nos referimos a la natalidad. Ésta es también mayor en la Comunidad de Madrid (7,68 por cada mil habitantes) que en la de Valencia (7,07). Quiere decirse que en la región madrileña se combate mejor el problema del envejecimiento poblacional.
El conjunto de parámetros expuestos, unidos a los que se expusieron en las dos entregas previas referidos a los servicios de educación y sanidad revelan de manera nítida el fracaso relativo de una política basada en mayor gasto público -por tanto, también en mayores impuestos-, frente al éxito comparativo de la que se basa en menores impuestos y menor gasto público autonómico. Entonces, ¿en qué bolsillo está mejor el dinero? ¿En el de los burócratas o en el de las personas que lo han generado con su esfuerzo y con su trabajo? ¿Qué proporciona mayor bienestar a la población? ¿Qué suban los impuestos y gaste más el Estado o que se reduzcan y aumente así la renta disponible de los individuos? Pues pese a la contundencia de los datos, todavía hay quien no se rinde ni siquiera ante la evidencia, como aquel personaje que ideó Cocteau en Los Novios de la Torre Eiffel.
lopezad
POR CIERTO, HAZME ESOS NUMEROS CON LOS AÑOS DE GOBIERNO DE LOS SAQUEADORES DEL pp, CAMPS-BARBERA
lopezad
eeso es hasta que necesitas una cita en sanidad, una plaza en primaria, secundaria, fp o becas universitarias, cuando tienes un familiar dependiente o cuando se tiene que recoger tu basura.....QUE SESGADO ESTA ESTE ARTICULO!!!! VERGONZOSO