Es el mayor caso de corrupción destapado en el País Vasco. Su sentencia, que se conocerá el próximo martes, 17 de diciembre, es una de las más esperadas en la comunidad en los últimos años y llega a nueve meses de las elecciones autonómicas. Exdirigentes del PNV de Álava, encabezados por Alfredo de Miguel, están acusados de varios delitos urbanísticos. Si, como parece, son condenados, el golpe será duro para el partido gobernante en Euskadi.
Los comportamientos juzgados por la Audiencia Provincial de Álava hace ya un año retrotraen a casos como la Gürtel. El caso De Miguel, más que conocido en el País Vasco pero bastante desconocido fuera de allí, constituye, al cabo, el paradigma de una red clientelar que incluyó presuntamente cobros de comisiones y contratos públicos amañados.
Se sentaron en el banquillo 26 acusados y por la vista oral pasaron 113 testigos. Las penas solicitadas por la Fiscalía oscilan entre los 29 años pedidos para el propio De Miguel y sus dos socios principales y las condenas casi simbólicas para otros intervinientes en esta trama.
"Están fuera del partido"
En el PNV dan por hecho que habrá condenas. Pero consideran que el tema está amortizado porque todos los acusados "están ya fuera del partido", porque buscaron su enriquecimiento personal y no la financiación de la formación y porque "el PNV no está acusado de nada". Argumentos que recuerdan a los utilizados por otros partidos en los casos de corrupción de otras latitudes, como la Gürtel del PP o los ERE del PSOE.
Aunque los peneuvistas se afanen por evitar ser salpicados por el caso, lo cierto es que la sentencia, que probablemente será condenatoria, puede suponer un duro golpe. El PNV se ahorró conocer la sentencia en los días previos al 10-N. Pero el fallo se conocerá a solo unos meses de las próximas elecciones autonómicas. La posibilidad de un adelanto electoral por parte de lehendakari, Íñigo Urkullu, está perdiendo fuerza tras el acuerdo presupuestario con Podemos. Pero, en todo caso, la cita con las urnas está prevista para septiembre de 2020.
El PNV, 'impoluto' hasta ahora
Sean cuando sean los comicios autonómicos, está claro que la resolución judicial puede dar munición al resto de partidos de cara a la contienda electoral. Más aún porque en el PNV siempre han presumido de ser impolutos en temas de corrupción. Esa vitola puede esfumarse el próximo martes.
El caso de Miguel es tan célebre en Euskadi como ignorado en el resto de España. Hay varios libros publicados que lo explican al detalle, como El Padrino: anatomía del caso de Miguel, del periodista Iker Rioja. Lo que juzgó y por fin ha sentenciado la Audiencia Provincial de Álava es una trama corrupta que habría liderado Alfredo de Miguel, número dos del PNV alavés durante años y ahora ya fuera del partido.
La letra pequeña del caso
Presuntamente De Miguel habría creado una red corrupta dedicada a cobrar comisiones y a obtener contratos públicos de forma ilegal. El epicentro de la trama sería la empresa Kataia Consulting, creada ad hoc por De Miguel y junto a otros dos dirigentes del PNV igualmente encausados, Aitor Tellería y Koldo Ochandiano. Los tres pusieron la compañía al nombre de sus respectivas esposas.
Entre las tropelías que se escucharon durante el juicio hay ejemplos tan poco edificantes como el pago y cobro de comisiones -algunos de ellos reconocidos-, contratos irregulares concedidos por el Gobierno vasco a empresas de los miembros de la trama, el pago del acusado principal de 34.000 euros a su suegra por cuidar de los nietos o la gratuidad en las obras de una vivienda del propio De Miguel.
Pura corrupción urbanística. Una Gürtel como cualquier otra. La sentencia, que se dará a conocer el próximo martes, puede suponer un antes y un después para el PNV y, sin duda, complicará el camino de la reelección a Urkullu.