Tres imágenes evidencian la evolución de las relaciones entre el PSOE y Bildu durante los últimos años. Se trata de tres instantáneas que levantaron polémica, entre otras cosas porque irritaron sobremanera a las víctimas de ETA. En las tres fotografías representantes del PSOE aparecen sentados en la mesa con homólogos de la izquierda abertzale. Patxi López en 2006, Idoia Mendia a finales de 2018 y María Chivite en 2019 son los protagonistas de tres fotos que retratan el paulatino cambio en la relación del PSOE con la antigua Batasuna.
López y Otegi en pleno "proceso de paz"
Julio de 2006. En pleno "proceso de paz" entre el Gobierno de Zapatero y ETA, el entonces secretario general del PSE, Patxi López, y el coordinador de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, se reunieron en un hotel de San Sebastián con el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, y con sus compañeros de filas Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia.
Era la primera fotografía en público en mucho tiempo que reunía a miembros del PSOE y de Batasuna, que entonces estaba ilegalizada por los tribunales y que jamás había condenado (ni condenó después) los crímenes de ETA, sentados en una misma mesa para negociar. La realidad, como se supo después, es que ambos partidos llevaban tiempo negociando en secreto. Pero la imagen tenía una fuerza innegable. A muchas víctimas de ETA no les gustó nada y, de hecho, arremetieron con dureza contra el PSOE.
Los protagonistas de esta primera instantánea sabían la importancia de su reunión. Cuentan las crónicas de la época que López afirmó que "la de hoy es una foto inédita que ojalá sea la de un nuevo tiempo" y Otegi opinó que era "una foto de gran calado político y de importancia extrema". Ese "nuevo tiempo" no llegó porque ETA dinamitó la tregua y el diálogo a base de bombas. Se acabó el "proceso de paz" y el líder de Batasuna y hoy líder de Bildu volvió a la cárcel mientras su homólogo se convertiría en el primer lehendakari no nacionalista.
La cena de Nochebuena de Mendia y Otegi
Diciembre de 2018. Doce años después de aquella primera imagen, ya con ETA desaparecida y con la izquierda abertzale de vuelta a la legalidad, con la marca de Sortu, que rechaza la violencia en sus estatutos, como principal fuerza de la coalición Bildu, llegó la segunda imagen. Otegi, todavía líder de la antigua Batasuna, y la actual secretaria general del PSE, Idoia Mendia, aparecían en la portada de El Diario Vasco junto a Andoni Ortuzar y Lander Martínez, líderes de PNV y Podemos, respectivamente.
Los cuatro jefes de los partidos aparecían vestidos con delantales y brindando con una copa de cava. Porque cocinaron y degustaron un menú de Nochebuena para un reportaje del citado periódico. Era una imagen distendida, que pretendía evidenciar que el diálogo era "la mejor receta" para la política vasca, según rezaba el titular.
El revuelo fue enorme. La imagen no gustó a las víctimas de ETA, entre ellas a algunos socialistas conocidos. Así, por ejemplo, José María Múgica, hijo del socialista Fernando Múgica, que fue asesinado por ETA en 1996, pidió al PSOE que tramitase su baja del partido a causa de la cena. Fueron los peores momentos en la trayectoria de Mendia, que finalmente escribió un post en su página personal para señalar que "los socialistas vivimos dos dictaduras, la de Franco y la de ETA" y para asegurar que "es una victoria de la democracia" que Bildu esté en las instituciones.
La negociación presupuestaria de Chivite
Noviembre de 2019. La tercera de las imágenes con miembros de PSOE y Bildu, sin duda la que menos polémica ha levantado, llegaba esta misma semana. En el Palacio de Navarra, se reunían la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, y la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, ambas del PSOE navarro, y los dos portavoces de Bildu en el Parlamento navarro, Bakartxo Ruiz y Adolfo Araiz. Este último es un veterano abogado y dirigente de la izquierda abertzale desde los tiempos en que Batasuna no condenaba los atentados de ETA.
Era la primera imagen en muchos años con miembros del PSN y Bildu sentados en una misma mesa para negociar. Es una instantánea histórica porque en ella los socialistas y los abertzales negociaban un posible acuerdo presupuestario que no tiene antecedentes recientes en Navarra. El propio Otegi, protagonista de las otras imágenes, aplaudía esta imagen y desvelaba que ya había contactos previos fuera de los focos. A su juicio, esta imagen permite "normalizar una cosa que ya se hacía", porque según ha explicado en una entrevista radiofónica recogida por Europa Press "aquí se hablaba, pero no se hacía en público".
En este caso, como en los dos anteriores, la voz crítica de las víctimas de ETA también ha resonado con fuerza en señal de protesta. Así, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) exigía al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que "cumpla su palabra de no pactar con EH Bildu" y que "se abstenga de blanquear a la izquierda abertzale en Navarra abriéndose a negociar con los herederos de Batasuna" las cuentas públicas.
Tres imágenes en 13 años. En la primera, López pedía a Otegi que Batasuna se alejase de la violencia si quería volver a la legalidad. Mendia utilizaba la segunda para considerar "una victoria" que Bildu, coalición que engloba a la antigua Batasuna, esté ya en las instituciones. Y en la tercera Chivite está dispuesta a pactar los presupuestos con los bildutarras.
