Corría el 1 de febrero de 2005 cuando una mayoría aplastante en el Congreso de los Diputados tumbaba el Plan Ibarretxe, que abogaba por una País Vasco como "estado libre asociado" de España. 313 votos negativos frente al plan que defendió en la tribuna el entonces lehendakari, Juan José Ibarretxe, del PNV. Ahora, quince años después, otro lehendakari del PNV, Íñigo Urkullu, plantea otro plan que lleva al reconocimiento de Euskadi como nación y a una relación "bilateral" con el resto de España.
En estas semanas de tribulación ante el trabajo de un grupo de expertos para la reforma del Estatuto de Gernika se ha vuelto a hablar del Plan Ibarretxe. El PP vasco, por ejemplo, acusa al PNV de haber montado un texto igual al tumbado hace 15 años en las cortes. Bildu, en cambio, critica la actual propuesta peneuvista y pone como ejemplo la anterior.
Parecido pero no igual
El Plan Urkullu sí es parecido pero no es igual al Plan Ibarretxe. Ambos documentos atribuyen una "identidad nacional" al pueblo vasco y hablan de la "nacionalidad vasca" de los ciudadanos. También ambos se refieren a "Euskal Herria" como entidad supranacional a la que pertenecería el País Vasco. Y apelan al referéndum en el País Vasco como fórmula para decidir. No obstante, el intento de hace quince años sí incluía el "derecho de autodeterminación" y el "derecho a decidir" en su articulado, algo que no ocurre igual en el texto que promulga ahora el PNV.
Los dos textos parten de los "tres territorios históricos" (Álva, Guipúzcoa y Vizcaya), pero el Plan Ibarretxe definía al País Vasco como "comunidad libremente asociada al Estado español" mientras el Plan Urkullu lo define como "comunidad autónoma de Euskadi". El primero no mencionaba la Constitución. Y el segundo dice que dicha definición se hace "de acuerdo con la Constitución".
La comparación entre ambos textos es cosa de juristas. Y hay que tener en cuenta que la reforma del Estatuto acordada por PNV, Podemos y PSOE -con votos particulares de los socialistas en lo referente al "derecho a decidir"- es definitiva. Pero, ¿por qué el PNV presenta en 2019 un texto menos que parece menos soberanista que el de 2005?
El cambio en el PNV
El fracaso de un texto explica el nacimiento del otro. Con la lección amarga del Plan Ibarretxe bien aprendida, hubo un cambio de poder al frente del PNV. Fue cuando el omnipotente Xabier Arzalluz dejó la presidencia del partido hegemónico en Euskadi. El delfín del veterano dirigente era Joseba Egibar, del PNV guipuzcoano, el más soberanista. Pero los Arzalluz, Ibarretxe y Egibar perdieron la batalla interna.
Se hicieron con el control del PNV los conocidos como "Jobubis" (acrónimo de "jóvenes burukides -dirigentes- de Vizcaya). Josu Jon Imaz era su líder y le acompañaban su gran amigo Urkullu, Andoni Ortuzar, actual presidente del partido, o José Luis Bilbao. Este clan, ahora sin Imaz, es el que manda en el PNV desde hace una década. Es el grupo que enfrió las ansias separatistas cuando convino y el que ahora las impulsa, pero con matices.
Las dos barajas del PNV
No es que estos "Jobubis" que ya tienen poco de jóvenes se hayan olvidado de su nacionalismo. "Son tan nacionalistas como antes, pero pretenden lograr sus objetivos por las buenas, porque salieron escaldados con el Plan Ibarretxe y porque no les gusta nada lo que ha pasado en Cataluña", expone un veterano político vasco. "Urkullu es el pragmático que pone calma y Ortuzar y hasta el propio Egibar de vez en cuando sueltan barbaridades para asustar", agrega.
Es el eterno doble juego del PNV que emana de sus famosas dos almas, la más práctica y la más separatista. Ahora manda la primera, aunque con concesiones a la segunda. Por eso, Mikel Legarda, experto designado por el PNV en la ponencia y que es el número dos del grupo parlamentario del partido en el Congreso, ha propuesto un plan, el de Urkullu y sus afines, que tiene similitudes pero no es igual al plan del desaparecido Ibarretxe.