Podemos se hunde en la primera prueba electoral tras el pacto de gobierno con Pedro Sánchez de enero. Seis meses después, el partido de Pablo Iglesias sale del mapa en Galicia, donde queda sin escaños. Hace cuatro años obtuvo 14. En el País Vasco, los morados bajan hasta seis diputados autonómicos: cinco menos que en 2016. Los nacionalistas roban miles de votos a los morados en ambas Comunidades Autónomas. Solo en Galicia, Podemos pierde más de 200.000 votos. Estas elecciones se convierten en el peor resultado electoral para el partido de Iglesias.
El resultado es desastroso para Podemos en Galicia. Los morados esperaban alcanzar los ocho diputados para salvar los muebles, pero no ha sido posible. Más doloroso aún si se piensa que el propio Iglesias, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz y hasta Ada Colau respaldaron al candidato Antón Gómez-Reino, que se convierte en el político de Podemos con el peor resultado de su historia. "Es un mal resultado para nuestro país", se ha limitado a comentar Gómez-Reino.
En el País Vasco la tónica no es muy diferente. Los nacionalistas roban miles y miles de votos al partido morado, al igual que en Galicia. El hundimiento de Podemos, con la candidata Miren Gorrotxategi, adquiere un sabor especial porque en los últimos meses Iglesias promovió un cambio en la Ejecutiva para prescindir de otros dirigentes considerados exerrejonistas.
En las dos Comunidades Autónomas, los partidos favoritos (PP en Galicia, y PNV en el País Vasco) aguantan. Los socialistas ganan un escaño en el País Vasco, mientras que en Galicia empatan con 14 diputados. El resultado del partido de Sánchez no se puede considerar exitoso, puesto que no aprovecha la ventaja electoral de liderar el Ejecutivo. Aun así, en el País Vasco el pacto con Bildu y Podemos permitiría alcanzar un cambio de Gobierno.
300.000 votos menos
"Nuestro espacio político ha sufrido hoy una derrota sin paliativos. Perdemos buena parte de nuestra representación en el Parlamento vasco y quedamos fuera del Parlamento en Galicia. Nos toca hacer una profunda autocrítica y aprender de los errores que sin duda hemos cometido", ha escrito Iglesias.
Iglesias fue el político español que entendió antes que nadie que la dinámica parlamentaria empujaba hacia la coalición. Sin embargo, en un Congreso muy fragmentado y con un gobierno muy frágil, estas votaciones se convierten en un jarro de agua fría para Podemos. Los electores han dado las espaldas a los morados en el primer banco de prueba tras el pacto de enero y la pandemia del coronavirus.
Entre las autonómicas de 2016 y las de este 12 de julio, Podemos ha perdido más de 300.000 votos. Las elecciones de este domingo representan un desastre sin paliativos para el Podemos de gobierno, la fórmula con la que Iglesias dio un giro estratégico a un partido que aspiraba a liderar el espacio del centro-izquierda, y que ahora se encuentra coaligado con los socialistas en posición subalterna.
Vaya bofetada de Podemos en Euskadi y Galicia.
No se puede echar la culpa más a la militancia ni a @AntonGomezReino y @MiGorrotxategi.
Es una tendencia asentadísima: cuanto más poder interno acapara la actual dirección, más desastrosos son los resultados.
— Ramón Espinar ?? (@RamonEspinar) July 12, 2020
Dirigentes como Ramón Espinar ya han comentado el resultado culpando del batacazo al liderazgo de Iglesias. "El mensaje de campaña, teledirigida desde Madrid, sobre acuerdos de gobierno no ilusiona a nadie. Porque transmite que no hay proyecto más allá del reparto de poder. Y porque no se puede hablar de plurinacionalidad y dirigir una campaña en Galicia y Euskadi desde Madrid", ha escrito esta noche.
El resultado de este domingo se suma a la tendencia negativa de las generales de diciembre. En ese caso Podemos perdió centenares de miles de votos y 35 diputados con respecto a las generales de 2016. Tras la derrota de este domingo, es probable que Podemos pierda fuerza en los equilibrios del gobierno de Sánchez. La Moncloa prevé una remodelación del Ejecutivo para septiembre, como desveló este diario, y ahora los ministros morados pueden ser los que peor aguanten la tormenta.