Elecciones Andalucía 2022

La dura derrota de Espadas complica a Pedro Sánchez agotar la legislatura

La contundente victoria de Moreno abre incógnitas sobre la sucesión en la principal federación del PSOE y, sobre todo, debilita al presidente en su idea de aguantar con el gobierno con Podemos hasta 2023

  • El candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas. -

Juan Espadas no ha conseguido este domingo lo que muchos en el PSOE de Andalucía y del resto de España le pedían: "salvar la cara". El sucesor de Susana Díaz ha sido derrotado claramente por el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, y no ha logrado siquiera empatar los 33 diputados que logró su antecesora en diciembre de 2018 -se ha quedado en 30-; lo cual, sin duda, abre incógnitas sobre la sucesión de poder en la principal federación socialista y, sobre todo, debilita a su mentor, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para agotar la legislatura.

Y la mejor prueba de esto último puede ser la afirmación con la cual ha empezado a valorar las elecciones este domingo muy entrada la noche Adriana Lastra, la vicesecretaria general: ”El PSOE sigue liderando las encuestas” nacionales, es decir, Sánchez sigue estando por encima de su rival, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y tiene gasolina política suficiente para no convocar elecciones hasta finales de 2023.

Por fallar, al PSOE, y en particular a la Dirección Federal, le ha fallado la previsión que había hecho de que Moreno Bonilla se vería obligado a pactar con Vox su investidura, cuando no a meter a Macarena Olona como vicepresidenta de su gobierno, como tuvo que hacer en abril Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León. Nada de eso ha ocurrido y todo parece indicar que la estrategia de Ferraz de apelar al miedo a Vox para movilizar a la izquierda no solo no es efectiva sino que genera voto útil al PP.

El miedo a Vox no funciona

En términos orgánicos, El resultado ni mucho menos consolida a Espadas al frente de la Secretaría General del PSOE-A. Habrá que ver cuántos de sus actuales 500 alcaldes -el 65% del total de Andalucía- revalidan en las elecciones locales de mayo de 2023 un puesto amenazado desde hoy por una entente PP y Vox, y si el partido sigue conservando el poder que le confiere dirigir seis de las ocho diputaciones provinciales; pero lo ocurrido este domingo, no bajar de 30, sí va a servir al líder del PSOE-A y a Sánchez para frenar los movimientos internos en su contra que se habrían producido desde ya si hubiera logrado solo 28 diputados, como pronosticaban los peores sondeos.

La noche se ha vivido en la sede electoral de los socialistas andaluces con un luto contenido, como demostraban las caras de la dirección que rodeaba a Espadas durante su comparecencia. ”Tiempo habrá de estudiar bien qué nos ha pasado”, señalaba a Vozpópuli un dirigente en el mismo momento en que el derrotado hacía su primera valoración: ”Los andaluces han hablado y, en primer lugar, absoluto respeto”, ha dicho Juan Espadas en su primera valoración.

El PSOE andaluz ha tenido unos escuálidos 818.000 votos, muy lejos de los 1,6 millones del PP, Moreno casi ha doblado en escaños a Espadas, y los socialistas son conscientes de que este ciclo de poder puede durar más de una legislatura en la Junta

Todos en el PSOE son conscientes de que Moreno Bonilla y el PP casi han doblado al PSOE en su feudo histórico, 58 escaños frente a 30, y eso abre un ciclo de poder andaluz que, muy probablemente, durará más de una legislatura; de hecho, la izquierda andaluza solo suma 37 escaños (los 30 socialista, 5 de Por Andalucía y 2 de Adelante Andalucía) frente a los 72 que suman PP y Vox.

Los populares, que han logrado casi 1,6 millones de votos frente a los 814.000 votos del PSOE en su histórico granero de voto los últimos cuarenta años, no van a necesitar a los De Santiago Abascal durante los próximos cuatro años pero, si los necesitaran dentro de cuatro años, tras las elecciones de 2026, la suma de la derecha probablemente seguirá siendo mayor que la de la izquierda. Ese es el gran problema de Espadas a medio y largo plazo.

”Ahora toca ser coherentes y trabajar por nuestra tierra”, ha comenzado diciendo el candidato para ahuyentar cualquier fantasma de que vaya a tirar la toalla. ”Lo haremos desde una oposición útil, de Estado, pero contundente para asegurar que la democracia se ejerce en Andalucía”.

El candidato ha reconocido que la movilización de izquierdas ”no se ha producido”, aunque finalmente la participación haya sido un punto y medio mayor que la de 2018, cuando Susana Díaz tuvo que dejar el poder. “Sin la movilización de la izquierda es muy difícil paralizar a la derecha”, ha dicho Juan Espadas para justificar esa debacle y ha añadido, en un mensaje a los cuadros de su partido, que solo ha tenido “siete meses” para consolidar su proyecto

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