Este mes debería disputarse un Mundial de fútbol que no se va a celebrar porque la FIFA se lo vendió a un país en el que hay 50° a la sombra ahora mismo, pero el destino ha querido compensarnos con un show a la altura: unas elecciones andaluzas. La campaña ya está en marcha y los candidatos ya han mostrado sus cartas en un debate televisado en TVE mientras Canal Sur contraprogramaba ‘Se llama copla’.
Por un lado tenemos al rival a batir, Juanma Moreno, el actual presidente de la Junta. La persona mas poderosa de Andalucía tras Juan y Medio y la Casa de Alba. Por otro, una andaluza de adopción, Macarena Olona, que trató de demostrar su andalucismo y su conocimiento de la cultura local pidiendo que el debate se retrasase un poco para que no pillase a los andaluces levantándose de la siesta. En un giro inesperado de los acontecimientos, Macarena centró su debate en defender a los homosexuales de los inmigrantes y a día de hoy no se descarta que Abascal aparezca con traje de plumas y arnés en la carroza del Orgullo. Juan Espadas entró el debate tras ser expulsado del plató por los seguratas. Al final Xabier Fortes le pidió el DNI y comprobó que su nombre estaba en la lista. Este es ahora el PSOE que hace dos días llegaba a las elecciones en Andalucía con la misma seguridad con la que Nadal pisa la tierra batida.
Juan Marín llegó acompañado de dos agentes del SEPRONA tras ser catalogado como especie en peligro de extinción, un miembro de Ciudadanos que forma parte de un gobierno. Sus compañeros le consolaron recordándole que en hostelería no falta trabajo y que en noviembre empieza la campaña de la aceituna. La izquierda llega estás elecciones con más partidos que votantes: Adelante Andalucía, Por Andalucía y mi favorito, el más ambicioso de todos, Andaluces Levantaos. El programa es el mismo de siempre pero adaptado a las costumbres locales, salmorejo con perspectiva de género.
A soló una semana de las elecciones, los andaluces hacen su particular peregrinación a La Meca: El Rocío. Una especie de Ruta del Bakalao con sevillanas, caballos y rebujito. Del Rocío y las elecciones andaluzas se ha hablado en Twitter esta semana.
Y Lucia Etxebarria, una fija de esta sección, ha sido objeto de mofas por su tweet sobre el cognitariado, esos trabajadores que viven de su cognición. Un concepto que aparece en aproximadamente cero manuales de sociología.