María José Sáenz de Buruaga (Suances, Cantabria, 4 de junio de 1968) puede hacer historia el próximo 28 de mayo. Miguel Ángel Revilla ha anunciado que éstas serán sus últimas elecciones de su carrera política y la presidenta del PP de Cantabria está en disposición de 'jubilar' al presidente regional y líder del PRC con una contundente victoria que haga imposible cualquiera combinación del regionalista para mantenerse en el poder.
A día de hoy, de hecho, solo la entrada de Podemos en el Parlamento cántabro salvaría a Revilla de la debacle. Por ese motivo, Sáenz de Buruaga tiene claro que hay que 'atacar' a la formación morada y advertir a los electores que, de no haber gobierno del PP, se reeditará a nivel regional el 'Gobierno Frankenstein' de PSOE y Podemos junto al PRC. Para evitarlo, los populares y Vox tienen que sumar más escaños que el otro bloque, aunque la candidata del PP no quiere incluir a los de Abascal en su gobierno. Destaca, además, que Revilla puede impedir ese pacto respetando que gobierne la lista más votada.
Buruaga, además, destaca que en su despegue en las encuestas juega un papel clave la confianza en ella mostrada por Feijóo, en contraste con Pablo Casado, y advierte que el 28M no solo puede ser el final de la carrera política de Revilla, sino el principio del fin de la de Sánchez. En esta entrevista, la líder del PP de Cantabria también analiza en profundidad el "mayor caso de corrupción" de la comunidad, en referencia a las 'mordidas' en la Consejería de Obras Públicas, y el bochorno de los trenes que no cabían en los túneles. Finalmente, apuesta por la incorporación, en el gobierno de Feijóo, de ministros cántabros, como Íñigo de la Serna.
P: El pasado lunes desvelamos en Vozpópuli una encuesta de Metroscopia que apuntaba a una mayoría de PP y Vox para poner fin a la etapa de Revilla. ¿Se ve ya presidiendo el gobierno de Cantabria?
R: Bueno, eso es algo que tienen que decidir en última instancia los cántabros. Pero lo que está claro es lo que dicen las encuestas y lo que se palpa, fundamentalmente, en el sentir de la calle. En este momento todas las encuestas dicen que el Partido Popular sería hoy primera fuerza política en Cantabria, que ganaría clarísimamente las elecciones municipales y autonómicas, que absorbemos ese votante de Ciudadanos, que logramos contener a Vox y además, todas reflejan un grandísimo desgaste del Partido Regionalista y de su líder, Miguel Ángel Revilla, del que una inmensa mayoría de los cántabros, aproximadamente el 80%, piensa que su tiempo político ha pasado.
Creo que hay opciones reales de cambio y que tengo muchísimas probabilidades, con la ayuda de los cántabros, de ser la próxima presidenta del Gobierno en Cantabria. Esas encuestas también nos dicen algo claro, y es que hay dos opciones en este momento en Cantabria: o un gobierno del Partido Popular presidido por María José Sáenz de Buruaga, por el Partido Popular como fuerza más votada, que sería clarísimamente quien gana esas elecciones; o un 'Gobierno Frankenstein', que estaría presidido por Miguel Ángel Revilla, más Pedro Sánchez y, en esta ocasión, las cosas todavía pueden ir a peor con Podemos dentro del Gobierno. Todas las encuestas empiezan a dejar claro que PRC y PSOE, Revilla y Sánchez, no suman solos y por lo tanto van a necesitar el apoyo de Unidos Podemos. Yo siempre digo que eso sería la puntilla para nuestra comunidad autónoma y por lo tanto tenemos que trabajar muy duro en estos días que nos quedan de campaña para tratar de impedir que eso ocurra, que es el objetivo que tenemos.
P: Según esta citada encuesta, Revilla solo mantendrá el gobierno si Podemos entra en el Parlamento. Algo parecido pasa en otras comunidades autónomas. ¿Debe ir el PP a por Podemos?
R: Sí, claro. Nosotros es lo que estamos haciendo, diciéndole con absoluta claridad a los ciudadanos de Cantabria qué es lo que nos estamos jugando en estas elecciones. Y vuelvo a insistir: o un gobierno del Partido Popular con el PP como la fuerza más votada, o un tripartito, un gobierno Frankenstein, con Podemos en el ejecutivo. Tengo que decir, además, que esto no es nada extraño en el caso de la Comunidad Autónoma de Cantabria, cuando Revilla dice que nunca pactaría con Podemos, porque algo similar ocurrió en el año 2015. En ese momento Miguel Ángel Revilla, es presidente de nuestra Comunidad autónoma, no entrando Podemos en el Gobierno pero sí con un acuerdo de investidura que tuvo muchos costes: subida de impuestos, intervencionismo, más radicalidad y episodios desagradables de todo tipo en el Parlamento de Cantabria, como el transfuguismo y la poca ejemplaridad política. Es una etapa que fue lo suficientemente triste para que los cántabros quedemos vacunados de eso, pero hay que advertirlo y hay que hablarlo con absoluta claridad sobre cuáles son las dos opciones o alternativas. Desde luego, la única opción de cambio pasa por un gobierno liderado por el PP.
P: De darse los números, es posible que Vox exija entrar en su gobierno. ¿Cuál va a ser su respuesta?
R: Bueno, vamos a ver. Yo creo que cuando alguien se presenta a las elecciones y aspira a conseguir la confianza de los ciudadanos, pues es muy importante demostrar respeto a esa voluntad de los electores. Por lo tanto, a mí no me gusta hablar de pactos antes de las elecciones. Yo creo que de pactos hay que hablar después. Creo que primero son los votos en las urnas, y después vienen los pactos. Además, es importante saber cuál es el mensaje que nos trasladan los ciudadanos. Ahora, lo que sí le puedo decir es que el Partido Popular sale a ganar y el Partido Popular sale a gobernar. Salimos a conseguir la mayoría suficiente que nos permita gobernar en solitario. Y además, lo he dicho: dada la evolución, el vuelco espectacular que se está produciendo en Cantabria en este momento, no tenemos porqué ponernos tope, no tenemos que ponernos límite, porque yo creo que no lo tenemos, que tenemos que aspirar a gobernar en solitario. Yo no salgo a pactar con los líderes de otras formaciones políticas, ni del Partido Regionalista ni de Vox. Yo salgo a convencer a esa gran mayoría de cántabros, a izquierda y a derecha, que creen que las cosas se pueden hacer mejor, que creen que Cantabria necesita un Gobierno mejor y, sobre todo, que caben en ese proyecto de cambio ancho, sensato, moderado, centrado para todos y entre todos, que representa el Partido Popular. Ese es nuestro objetivo.
Cuando hablamos de pactos, yo muchas veces digo que hagan esa pregunta a Miguel Ángel Revilla, porque parece claro, según todas las encuestas, que va a tener ese papel de partido bisagra en este momento. Miguel Ángel Revilla les dice a los cántabros que se presenta a estas elecciones por última vez -creo que en esta ocasión va a ser que sí- para evitar un posible pacto entre el Partido Popular y Vox. Y yo le digo que lo tiene al alcance de su mano y además lo va a poder demostrar, porque no tiene más que respetar la lista más votada. Si Miguel Ángel Revilla quiere, y respeta la lista más votada apoyando la investidura de la candidata más votada, que será la del Partido Popular, pues no hay ningún problema y las cosas quedarían absolutamente claras. Yo también les digo a los cántabros que no aspiro a ser presidenta del Gobierno si no gano las elecciones en mi tierra y me gustaría escuchar decir lo mismo a todos los candidatos, pero muy especialmente al que sé que es más difícil que lo haga, que es Miguel Ángel Revilla.
P: Más allá de Cantabria, ¿apuesta por permitir la entrada de Vox a gobiernos autonómicos para hacer caer presidencias del PSOE como la de Page en Castilla-La Mancha?
R: Bueno, yo creo que hay que ser muy respetuoso con lo que cada uno tenga que hacer o la decisión que tome en función de la comunidad autónoma y sobre todo de los resultados. Yo siempre lo he dicho: ese no es mi modelo. Yo me siento mucho más cómoda con un modelo como el de Galicia, como el de Madrid, como el de Andalucía. Yo soy una persona que me considero centrada, que no me gusta la inflamación ideológica, que no me gustan los extremos. Me siento mucho más cómoda en el ámbito de la gestión y de la moderación. Y, desde luego, mi objetivo es tratar de impedir tener que pactar con otras fuerzas a izquierda o a derecha, en este caso con Vox o con el Partido Regionalista. En cualquier caso, cada uno tiene que tomar las decisiones de su región, las decisiones de su comunidad autónoma, pensando en el interés general, pensando en dar estabilidad, que yo creo que es muy importante, y sacando adelante un proyecto de progreso y de futuro para su región. Y también lo tengo muy claro: lo mismo que no me gustan los extremos o las informaciones ideológicas, tampoco me gusta para nada el discurso del miedo. Yo creo que ahí es donde nos tenemos que mover.
P: ¿Existe algún tipo de consigna de Alberto Núñez Feijóo respecto a los pactos?
R: Desde luego, por lo que yo sé, en absoluto. Absoluta libertad, absoluta confianza. Yo creo que quien habla de estas cosas quizás no sabe cuál es el modelo de relación que existe entre la Dirección Nacional del Partido Popular y el presidente Alberto Núñez Feijóo y las organizaciones territoriales del partido. Yo creo que no hay ningún tipo de instrucción, ningún tipo de orden, sino que es una relación de autonomía, de confianza plena, de decisiones compartidas, que yo creo que es como hay que llevar el partido. Cuando se tenido que tomar decisiones en otros ámbitos, yo siempre he oído decir a mi presidente que aquel que gana unas elecciones tiene la autonomía, la capacidad y la confianza necesaria de su organización para decidir lo que tiene que hacer en beneficio de su tierra. Y yo, que por lo que sé, eso es lo que va a ocurrir, No vamos a hablar de pactos hasta después de las elecciones. Y yo creo que la autonomía va a estar en las direcciones regionales, siempre compartiendo decisiones, lógicamente, con un proyecto global como es a nivel nacional el Partido Popular.
P: Feijóo aseguró en la última Junta Directiva Nacional que él mismo asumiría la responsabilidad de unos malos resultados. ¿Es suficiente ser el partido más votado el 28 de mayo pero no conseguir más gobiernos autonómicos?
R: Yo creo que el primer objetivo tiene que ser ganar, evidentemente, porque tenemos la obligación. En Cantabria muchas veces tenemos la obligación de ganar las elecciones, no por sacar un voto más, no por sacar un diputado más, porque el Partido Popular esté mejor, sino para gobernar, para liderar el cambio, para sacar a Cantabria de esa situación de estancamiento, de parálisis, de pérdida de oportunidades en la que está sumida y para hacerla despegar, para llevarla desde el furgón de cola hasta la locomotora y para poder avanzar y abrir una etapa nueva de oportunidades, de futuro para todos. Yo creo que los partidos no somos un fin en nosotros mismos, sino un instrumento al servicio de la sociedad. El Partido Popular es mucho más útil cuando gobierna. Nosotros somos un partido de gobierno. A España le va mejor, a Cantabria le va mejor con los gobiernos del Partido Popular y por lo tanto tenemos que ser exigentes. Tenemos que ser ambiciosos porque España y porque Cantabria lo necesita. El cambio es una urgencia vital en España y en Cantabria y tenemos que marcarnos objetivos. Y Alberto Núñez Feijóo lo dijo en la Junta directiva y yo digo exactamente lo mismo. Yo he venido a marcarme retos difíciles y he venido a asumir responsabilidades.
Vamos a ganar las elecciones y vamos a hacer todo lo posible por gobernar. Y, además, creo que estamos en condiciones de gobernar. Es lo que tenemos que conseguir porque es lo que necesita Cantabria para ir mejor. Esto ya trasciende al Partido Popular, esto ya se trata de Cantabria, de los cántabros. Se trata de España y de los españoles. Tenemos que volver al rumbo de la cordura, de la sensatez, de la gestión de las cosas bien hechas, de los resultados, de volver el rumbo a este país y a esa región. Y para eso el Partido Popular tiene que darlo todo para ganar, pero sobre todo para gobernar. Lógicamente, cada uno tiene sus circunstancias, cada uno tiene que hacer sus análisis y cuando llegue el momento, cada uno sabrá dónde tenía el listón y será el momento de extraer esas conclusiones.
P: Ese mensaje de Feijóo, en todo caso, ¿supone un cambio respecto a la anterior dirección nacional del PP?
R: Pues evidentemente ese es un mensaje que le honra y que deja muy claro quién es Alberto Núñez Feijóo. Para nosotros, un activo imprescindible. Yo creo que estas elecciones municipales y autonómicas son muy importantes porque vamos a elegir alcalde, porque vamos a elegir presidente. En mi caso, espero que presidenta de la Comunidad Autónoma, pero sobre todo porque son la antesala, el punto de partida, la avanzadilla, del cambio que España necesita y por lo tanto vamos con todo y lo mejor que tenemos y son nuestros equipos municipales, son nuestros equipos autonómicos, pero también es el mayor activo que tiene en este momento el Partido Popular, que es Alberto Núñez Feijóo, que es un líder indiscutible y referente y una persona que suma, que es capaz de aglutinar en torno a este proyecto moderado, centrado a personas de izquierdas y de derechas que piensan muy diferente. Y yo creo que así es como se deben hacer las cosas. Son las elecciones municipales y autonómicas, pero también son las elecciones que van a decidir lo que va a ocurrir en España, van a ser la antesala dentro de seis meses y de ahí la importancia que nos volquemos todos con toda la potencia y lo mejor que tenemos.
P: El anterior presidente del PP, Pablo Casado, apostaba por un relevo en la presidencia del PP de Cantabria y se apuntaba al nombre de Gema Igual, alcaldesa de Santander. ¿Se siente más respaldada ahora por Génova?
R: Bueno, yo de los asuntos orgánicos hace mucho que no hablo. Hay cosas que son innegables, que no se pueden ocultar porque son públicas y porque se ven, pero yo este martes tuve la oportunidad de decírselo al presidente: Gracias, Presidente, por tu confianza, porque sin tu ayuda y sin esa apuesta probablemente yo hoy no estaría aquí". Lo demás, pes mire: hace mucho tiempo que dejé de mirar atrás. Lo hice el tiempo imprescindible, pero soy una persona que no miro por el espejo retrovisor, sobre todo cuando me tengo que ocupar de cosas tan importantes como es mi tierra y del futuro que quiero garantizar a mi tierra mirando para adelante. Con la anterior dirección del Partido Popular yo tuve una relación de respeto. Yo soy una persona de partido que me he forjado desde mis inicios y muy tempranamente en el partido y por lo tanto siempre he tenido gratitud, respeto y admiración hacia mis presidentes. He sabido ver lo mejor y trabajar con lo mejor de todos ellos y con eso es con lo que me quedo.
P: ¿Ha sido clave el apoyo de Feijóo a usted para la remontada en las encuestas?
R: Es cierto. Ese escenario de confianza, de tranquilidad, de certidumbre que nos permite trabajar para conseguir lo mejor en Cantabria nos lo ha dado Alberto Núñez Feijóo.
P: Lo cierto es que el PP no ha estado nunca tan cerca de recuperar el gobierno regional que perdió en 2015. ¿Cuáles son sus principales propuestas si llega a la presidencia?
R: Yo defiendo un cambio, y ese cambio tiene que pasar necesariamente por otras políticas, con otras actitudes y con otros resultados. Lo vengo diciendo a lo largo de estos días: ¿Qué ofrezco yo como presidenta del Partido Popular a mi tierra? Pues cosas que pueden ser tan lógicas o tan elementales como la seriedad, el trabajo, la gestión, el diálogo. Y parece poca cosa, pero viniendo de una comunidad autónoma como la mía, donde somos víctimas de la falta de todas estas cosas, pues se puede decir que esto es una auténtica revolución, la revolución de la normalidad y la revolución de la buena gestión. Lógicamente hay muchas cosas de las que ocuparse en mi tierra, pero fundamentalmente yo creo que lo prioritario es hacer funcionar la economía de Cantabria, porque si la economía no funciona, pues difícilmente vamos a poder hacer funcionar y vamos a poder sostener lo demás. Cantabria es una comunidad autónoma, después no de 4 ni de 8, sino de 16 años, de un pacto de hierro entre socialistas y regionalistas, entre Revilla y Sánchez, los últimos años, que se han entregado a las políticas paralizantes de la izquierda, y es una comunidad que no despega, que se estanca, que no avanza, y rezagada económica y laboralmente, en clara desventaja competitiva con el resto de España y que se hace cada día más pequeña. Más pequeña en economía, más pequeña en empleo, más pequeña en industria y por lo tanto también en bienestar y en oportunidades para los cántabros.
Por ahí tenemos que empezar, y hay que trabajar de una manera muy clara para que Cantabria deje de ser una tierra hostil a la inversión privada y empresarial empresarial y, por supuesto, también a la colaboración público-privada. Necesitamos que Cantabria sea una tierra que vuelva a ser atractiva para invertir. Hay que trabajar más en el suelo, hay que trabajar más en infraestructuras de comunicación o energéticas; hay que tener más agilidad política, más agilidad administrativa, y menos burocracia. Yo voy a hacer una ley que permita simplificar y agilizar los procedimientos administrativos y reducir la burocracia. Además, hay que generar estímulos a la innovación, que es clave para la competitividad; y mejorar la cualificación de nuestros trabajadores, que es un problema grave en nuestra comunidad autónoma, con un divorcio entre la formación y las necesidades de nuestro tejido empresarial, de nuestro tejido productivo y, por supuesto, bajar impuestos.
P: Revilla afirmó que no es posible bajar impuestos en Cantabria…
R: Bueno. Miguel Ángel Revilla dice que es imposible bajar impuestos porque Miguel Ángel Revilla no ha hecho otra cosa en los últimos ocho años que subir todos los impuestos todo lo que ha podido. Nosotros lo que vamos a hacer es bajar los impuestos a todos los cántabros: todos los impuestos que podamos y lo máximo que podamos. Hay dos datos que son decisivos cuando hablamos de impuestos. En primer lugar, Cantabria está en la parte alta, a la cabeza de España, en presión fiscal. Y en segundo lugar, somos el número 13 en el ranking de competitividad fiscal. Por lo tanto, de ahí se extraen dos conclusiones clarísimas: Cantabria puede bajar impuestos y Cantabria debe bajar impuestos para hacer de la política impositiva, un elemento de competitividad. Además, se puede. Se puede porque nunca hemos estado en un contexto tan ventajoso y en un clima tan favorecedor para poder bajar impuestos.
Yo solamente voy a dar tres datos.
Nunca hemos estado en un contexto tan ventajoso y en un clima tan favorecedor para poder bajar impuestos
En primer lugar, Cantabria en el año 2023, ha tenido extra de recaudación por concepto de IVA y de IRPF: 167 millones más. Fíjese si hay margen. Eso es lo que los ciudadanos están pagando de más y que se les podría devolver. En segundo lugar, el presupuesto más alto de la historia de la Comunidad autónoma: 1.000 millones de euros más que el último gobierno del Partido Popular. En el año 2015 el presupuesto de Cantabria era de 2.500 millones, y hoy tenemos 3.600. Y en tercer lugar, la posición en nuestro sistema de financiación autonómica. Cantabria es una comunidad que ocupa la primera posición en el ranking de financiación por habitante en el sistema de financiación autonómica para sostener nuestros servicios públicos esenciales, que es lo que se suele poner de pretexto para no bajar impuestos. Pues oiga: los cántabros recibimos de ese sistema de financiación autonómica un 23% más que la media del conjunto nacional.
P: ¿Qué impuestos bajaría usted si logra el gobierno?
R: En primer lugar, queremos extender la bonificación del impuesto de sucesiones -que eliminó Revilla en Cantabria y que fue pionera con un gobierno del Partido Popular- a la que hoy existe entre cónyuges y entre padres e hijos a hermanos, para que no se tenga que pagar por heredar entre familiares directos. Queremos bajar también el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados para Bienes muebles y también para bienes inmuebles, especialmente para la compra de la primera vivienda. Porque nosotros creemos que eso es hacer política de vivienda y no leyes que atacan la propiedad privada o que fomentan o protegen la ocupación. En tercer lugar, esta legislatura, si gobernamos, vamos a reducir progresivamente hasta su completa eliminación el Impuesto de Patrimonio, porque es un impuesto que tiene, como en todas las regiones, pero especialmente en Cantabria, muy poco impacto recaudatorio, pero en cambio sí ahuyenta la inversión y además deslocaliza renta. Finalmente, vamos a bajar el tramo autonómico del IRPF para todas aquellas rentas bajas y medias. En concreto para las menores de 60.000 euros, que vienen siendo continua y gravemente penalizadas por el Gobierno Socialista y Regionalista en nuestra Comunidad Autónoma.
Más deducciones y más bonificaciones para hacer política de natalidad, para hacer política de familia, ayudar a las personas con discapacidad, a las familias numerosas, a los jóvenes menores de 36 años o una fiscalidad diferenciada, discriminación positiva para las zonas más despobladas de la Cantabria rural. En esencia, eso es lo que planteamos bajo la óptica -ya contesto al argumentario de la izquierda- de que menos impuestos no tiene que suponer ni menos ingresos, ni menor recaudación, ni poner en peligro los servicios públicos esenciales. Al contrario, yo creo que menos impuestos generan más confianza; más actividad económica, porque reactiva la inversión empresarial y el consumo familiar, que es lo que necesitamos en este momento; y generarán más personas trabajando, cotizando y pagando impuestos. A más ingresos, más recaudación para sostener la sociedad de bienestar. En definitiva, Cantabria no necesita un gobierno más rico, pero sí necesita una sociedad cántabra más próspera.
P: La gestión sanitaria se ha convertido en campo de batalla política en diferentes comunidades autónomas. ¿Cómo es la situación en Cantabria?
R: Cantabria tenía una de las mejores sanidades de España. Le dejamos a Miguel Ángel Revilla la sanidad mejor financiada de todo el país y hoy está hecha unos zorros. Es de las peores del país. Y Miguel Ángel Revilla es sinónimo de desastre sanitario.
P: El último gobierno del PP en Cantabria fue de 2011 a 2015. Justo en esos años, se paralizaron las mordidas de la trama corrupta que ha provocado la dimisión, entre otros, del consejero de Obras Públicas del actual Gobierno. ¿Qué valoración hace de ese caso?
R: Ha sido un escándalo sin precedentes. Me atrevería a decir que ha sido el mayor caso de corrupción de la historia de nuestra comunidad autónoma en manos de una consejería como la de Obras Públicas, que lleva, como muy bien ha dicho, ininterrumpidamente en manos del Partido Regionalista, 30 años, con el leve paréntesis de la mayoría absoluta del Partido Popular. Es cierto que las investigaciones judiciales apuntan en este momento en exclusiva hacia un funcionario, el jefe de servicio de Carreteras. No hay ningún miembro del Gobierno todavía imputado en este asunto, pero una cosa es la dimensión penal y otra, por supuesto, la responsabilidad política de gestión. Cuesta muchísimo aceptar, cuesta muchísimo entender, que un funcionario estuviera desde el año 2003 robando a manos llenas dinero del contribuyente cántabro y que la cúpula de la Consejería de Obras Públicas -ni el director general ni el consejero- supiera nada, ni se enterara absolutamente de nada.
En primer, lugar, tenemos nula información, porque el gobierno de Miguel Ángel Revilla no ha dado ninguna explicación ni información al respecto, se ha limitado a señalar al funcionario, a tratar de eludir responsabilidades como hace siempre, a minimizar y echar tierra encima y a pasar página cuanto antes. Yo creo que Miguel Ángel Revilla sigue debiendo unas explicaciones a las muy importantes a los cántabros, porque sabemos, como bien dices, que ese caso de corrupción está vinculado a una etapa de gobierno concreto y a un partido político en concreto, el partido de Miguel Ángel Revilla. Aquí hay un 'efecto Revilla' que hay que explicar y que nadie ha explicado: ¿Qué amparo tenía ese funcionario, o creía que tenía, para actuar como lo hizo en las etapas de gobierno del Partido Regionalista de Cantabria y en cambio, interrumpir ese comportamiento cuando lo hizo el Partido Popular?
Y, en segundo lugar: la corrupción es inadmisible, intolerable e insoportable. Pero lo que no hay nadie que en Cantabria haya admitido y haya entendido es la reacción del presidente. Aquí hay unas responsabilidades políticas, unas responsabilidades de gestión de libro. Nadie puede desentenderse y decir "yo no sabía, yo no me enteré de nada". Hay una dejación de responsabilidades, una culpa in vigilando como mínimo y una negligencia gravísima. Y todavía no hemos oído al presidente del Gobierno, a Miguel Ángel Revilla, el asumir ningún tipo de responsabilidad en primera persona, ni mucho menos aún pedir perdón a los cántabros por todo lo que ha ocurrido. Al revés, su comportamiento ha ido de ofensa en ofensa. Primero diciendo que el consejero cesado era el mejor miembro de su gobierno. Segundo, después retándonos a todos, diciendo que le volvería a nombrar consejero si volvía a ser presidente. Y después, celebrando un homenaje multitudinario a la incompetencia política, con comilona incluida, como si los cántabros tuviéramos algo que celebrar. Pues bien, para mí, a mi juicio, esto es sumar a la corrupción la guasa del poderoso, la burla, la soberbia, atentar contra la inteligencia de los cántabros y faltar al respeto de la sociedad de Cantabria.
Revilla ha sumado a la corrupción la guasa del poderoso, la burla, la soberbia, atentar contra la inteligencia de los cántabros y faltar al respeto de la sociedad de Cantabria.
Creo que esta es una cuestión que va a merecer un reproche muy contundente por parte de la sociedad de Cantabria en las urnas. ¿Por qué? Porque la actitud del presidente, los errores del presidente, la huida hacia delante del presidente, el no asumir absolutamente nada y tratar de apartar esto como lo ha hecho ha servivdo para extender una sospecha generalizada sobre la actuación del Gobierno y, sobre todo, para derrumbar total y absolutamente la credibilidad que le quedaba. Todos conocemos a Miguel Ángel Revilla, cómo se ha cansado de hablar con excesiva dureza de la corrupción que veía en otros, cómo daba lecciones de ejemplaridad que desde luego no ha sabido aplicar ni aplicarse cuando se han producido en su casa o bajo un departamento que estaba bajo su responsabilidad política y de gestión.
P: ¿Cree que habrá nuevas revelaciones de aquí a que empiece la campaña?
R: No lo sé. Evidentemente, yo sé que el Gobierno de Cantabria se ha blindado. Incluso, ha habido un nombramiento de nueva consejera. El Partido Popular, en el ejercicio de las obligaciones y de las facultades que tiene encomendadas, ha solicitado la comparecencia de esa consejera para que viniera a informar de la situación en la que estaba la Consejería, de las medidas que se van a tomar para que rendir cuentas y aportar transparencia, que yo creo que era algo importantísimo en este momento para dar un mensaje de tranquilidad y de credibilidad a la sociedad de Cantabria, y han hecho todo lo posible para que no se produjera. Esa consejera sigue sin aparecer en el Parlamento. Minimizar, tapar, echar tierra encima, blindarse: eso es lo que hemos visto desde el ámbito, desde el punto de vista político. Las investigaciones prosiguen en el ámbito judicial, pero de momento no ha trascendido nada y por lo tanto yo prefiero ser muy cauta y muy respetuosa, como lo soy siempre en estas cuestiones. Probablemente, más adelante podremos saber más sobre el alcance y la profundidad de esta trama.
P:¿Y qué me dice de los trenes que no caben por los túneles? No sé en Cantabria, pero en Madrid se ha dejado de hablar de ese asunto…
R: En Cantabria no se olvida. Esto ha sido un esperpento que es una muestra más de la decadencia de este gobierno y que expresa con una claridad meridiana todo lo que vivimos un día sí y otro también. Aquí no gobierna nadie. Aquí no hay nadie a los mandos. Y en Cantabria se recuerda porque hemos sido ridículo nacional. Y a los cántabros, que somos una tierra digna, seria, trabajadora, nos gusta muy poco que los demás nos miren de reojo y dar esa imagen de región de pandereta que se ha dado con con este suceso. Lo que ha ocurrido en Cantabria no es solamente ser técnico en el diseño o en la fabricación de los trenes, sino también el engaño manifiesto por parte del Ministerio a ese socio y amigo que cumple a carta cabal, como dice Miguel Ángel Revilla. Un engaño manifiesto, porque han estado dos años ocultándolo, han estado dos años engañándonos y por lo tanto han estado dos años demorando la solución. Y todo eso acompañado de la falta de trabajo, de la falta de seguimiento, de la dejación de responsabilidades del Gobierno de Cantabria. Ha sido muy gordo. Este asunto es importante porque es muy sensible socialmente. En Cantabria afecta a la vida diaria y cotidiana de miles de cántabros que cogen todos los días las Cercanías para ir a trabajar, para ir a estudiar, para ir al médico, y que llevan soportando toda la legislatura un auténtico suplicio. Y por supuesto, también porque este era un asunto central y político de primer nivel en ese pacto de gobierno entre Sánchez y Revilla. Más incumplimiento y más engaño. Revilla no se entera y no pasa absolutamente nada.
A los cántabros, que somos una tierra digna, seria, trabajadora, nos gusta muy poco que los demás nos miren de reojo y dar esa imagen de región de pandereta que se ha dado con los trenes
Además, la solución que se ha dado en el caso de Cantabria no es ninguna solución, porque no nos devuelven los trenes que llevaron en 2019 para contentar a los socios independentistas de Sánchez en Cataluña. Aquí los que no se fabricaron en 2023 no van a venir hasta el año 26 o 27. Mientras tanto, seguimos con unas infraestructuras obsoletas y con trenes tercermundistas. Y luego, lo que ya ha sido más gordo y también genera bastante cabreo, es que se haya querido tapar un engaño con otro engaño. Porque es que ahora Sánchez y Revilla pactan un nuevo Plan de Cercanías para Cantabria, de 1.242 millones, que no tiene ámbito temporal. No sabemos cuándo empieza y cuándo termina, que no tiene cronograma, que no tiene una planificación de inversiones porque no hay financiación detrás… Vienen los mismos que no ejecutaron en la anterior inversión, de 2017 a 2022, con una financiación de 400 millones de euros y que ha estado abandonada. A lo largo de estos cinco años, de ese plan se han ejecutado un 13% de las actuaciones totales: 28 actuaciones por importe de 50 millones de euros. Ahora resulta que viene el presidente y viene la ministra con un plan que dicen que es serio, que es creíble y que Revilla aplaude porque dice que Sánchez cumple. Es una tomadura de pelo a los cántabros que no se nos va a olvidar. Al ritmo que se ejecutan, tendremos que esperar otros 20 o 25 años para tener una red de Cercanías decente.
P: Esa 'entrega' de trenes fue uno de los pocos compromisos del Gobierno central con Cantabria, y se ha saldado de la forma ya comentada… ¿Poco 'premio' para el apoyo de Revilla al Gobierno de Sánchez?
R: Pues yo creo que no se han cumplido prácticamente ninguno. Los grandes compromisos que centraban ese acuerdo de gobierno eran fundamentalmente en materia de infraestructuras de comunicación, que usted sabe que es un hándicap muy importante para la competitividad de Cantabria. Los compromisos eran en materia ferroviaria y en aumentar la capacidad o mejorar nuestra red de autovías. Yo lo único que les puedo decir es que a día de hoy todas las obras de infraestructura que se han ejecutado en Cantabria o que se están ejecutando en Cantabria son las que dejó en marcha un gobierno del Partido Popular con un ministro cántabro de Fomento, Íñigo de la Serna, que apostó por nuestra Comunidad de una forma muy importante. Todo lo que han podido parar, todo lo que han podido meter en el cajón, todo lo que han podido ralentizar, lo han hecho. El Nudo de Torrelavega, el Santander-Torrelavega, que va con año y medio de retraso y está en obras, el enlace con el Puerto y el Desfiladero de la Hermida … todo lo impulsó el Partido Popular y ellos han sido responsables de paralizarlo o ralentizarlo durante cuatro años.
Todavía tenemos pendientes, como digo, la mejora en toda la red de las autovías, lael tercer carril desde Santander hasta Torrelavega, el tercer carril desde Laredo, al límite de la provincia de Vizcaya… Y qué les voy a hablar del AVE con Madrid. Yo me asombro cuando oigo decir al presidente que está muy satisfecho porque esta legislatura ya ha dado cumplimiento al primer compromiso que es el AVE. El AVE no ha llegado a Cantabria, el AVE discurre por tierras palentina, pero cuatro años después sigue sin llegar a Cantabria. Y además no tenemos ninguna garantía cierta ni ninguna fecha cierta en la que sepamos que va a llegar. Es cierto que ese AVE está en el papel, pero estamos hablando de una obra de 1.600 millones que se ejecuta a razón de 80 o 90 en los presupuestos. A ese ritmo de ejecución, pues 20 años. O sea, ese es el AVE que dice Revilla, que ya ha conseguido en Cantabria y ahora ya nos habla de su siguiente obra de ciencia ficción que es el tren con Bilbao. Estamos hablando de un tren de más de 2.000 millones de euros para dentro de 20 años. Pero bueno, eso es el 'revillismo': anunciar y anunciar eternamente proyectos que se hacen viejos antes de nacer. Y así le luce el pelo a Cantabria.
P: En su campaña, más allá de esos apoyos del PRC a Sánchez, han destacado que Sánchez y Revilla son lo mismo. ¿Cuáles son sus argumentos?
R: Pues básicamente son lo mismo porque los hechos son apabullantes. Hemos hecho un análisis y efectivamente, Miguel Ángel Revilla, a través de su diputado del PRC en el Congreso, ha apoyado el 93% de todos los decretos leyes de Sánchez y de Podemos. De un total de 96, han aprobado o han apoyado 89. Sólo hay una fuerza política que haya votado más veces con Sánchez y con Unidas Podemos que Miguel Ángel Revilla, que es Teruel Existe. Eso significa que ha apoyado a Sánchez más que Compromís, más que Errejón y Más Madrid, más que PDeCAT, más que PNV, más que Esquerra Republicana de Cataluña, más que Bildu. Y además lo hace de una manera automática, de una manera sistemática y como le acabo de contar, a cambio de nada. Fíjese: apoyó el decreto que sirvió para dar entrada a Pablo Iglesias en el CNI, que después fue declarado inconstitucional, o el. texto que le dio barra libre para gestionar a su antojo los fondos europeos.
Miguel Ángel Revilla, a través de su diputado del PRC en el Congreso, ha apoyado el 93% de todos los decretos leyes de Sánchez y de Podemos
También ha apoyado la Ley Trans, la Ley de Eutanasia, la Ley de Vivienda, que además ha replicado en Cantabria una ley exactamente igual; y la Ley del 'solo sí es sí', que favoreció con su abstención. Son lo mismo y apoyar a uno es apoyar al otro. Son lo mismo en España -vota más con Sánchez que los propios colaboradores y socios de Sánchez- y también son lo mismo en Cantabria, porque Cantabria es una comunidad que se ha entregado en las políticas socialistas, una comunidad debilitada hoy por su propio gobierno. Y lo único que hemos visto de Miguel Ángel Revilla ha sido seguidismo, entreguismo y sometimiento a Pedro Sánchez, que es el que de verdad manda en Cantabria y gobierna en Cantabria, no Miguel Ángel Revilla. Además, ambos tienen cerrado el siguiente pacto, que es introducir en esa ecuación a Podemos, porque la suma no les llega y evidentemente si no lo meten, no alcanzarán la mayoría absoluta.
P: Siguiendo con ese paralelismo, las elecciones del 28-M pueden acabar con la carrera de Revilla: ¿son también el principio del fin de Sánchez?
R: Sin ninguna duda. Yo creo que los datos, las tendencias, el vuelco que estamos viendo en Cantabria, apunta hacia el ocaso político de Miguel Ángel Revilla. Yo creo que estas elecciones pueden ser el final político de Miguel Ángel Revilla y creo que desde luego, estas elecciones van a ser el principio del fin de Pedro Sánchez, porque tenemos una clarísima oportunidad de ponerle con un pie fuera de La Moncloa, no solo por esa vinculación con Revilla, sino porque yo creo que estas elecciones municipales y autonómicas tienen un componente nacional muy grande, porque es la primera vez que la gente tiene la oportunidad de ir a las urnas y va a hablar alto y claro, va a ir a las urnas a decir "basta ya", va a ir a las urnas a decir que quiere frenar a Sánchez, va a ir a las urnas a decir que hay que poner fin a estas políticas frentistas desastrosas y que no podemos dar por bueno lo que está pasando en este momento en España. Estas elecciones van a cambiar el rumbo de este país y nos van a devolver al rumbo que España merece y necesita.
P: El alcalde Almeida afirmó en su entrevista en Vozpópuli que el 28M está en juego el modelo constitucional de España. ¿Lo comparte?
R: No sé hasta qué punto. Lo que está claro es que apuntalar a Sánchez, dar oxígeno a Sánchez, es algo muy peligroso para nuestro modelo de sociedad, tal y como lo hemos conocido, y para nuestro modelo de convivencia. Si a los españoles nos cuesta terriblemente imaginar todo lo que iba a ser capaz de hacer y de normalizar Pedro Sánchez, no me lo quiero imaginar, bajo ningún concepto, después de diciembre, reforzado o apuntalado en su manera de ejercer el poder. Yo creo que cuando alguien entiende el poder, entiende el Gobierno, entiende las instituciones como las entiende Pedro Sánchez, es un peligro público para este país.
P: Tras la presidencia de Ignacio Diego en 2011 llegó el nombramiento de Íñigo de la Serna como ministro. ¿Ve ministros del PP de Cantabria en el gobierno de Feijóo?
R: Sería una satisfacción enorme, porque desde luego es un respaldo al proyecto del Partido Popular y a la región. Y además, ¿por qué no? Yo creo que puede haber probabilidades o posibilidades razonables de que eso ocurra. En Cantabria hay grandísimos políticos activos extraordinarios, e Íñigo de la Serna, que está vinculado al Partido Popular de Cantabria, al proyecto de Mariano Rajoy lo es. Sería una bendición para Cantabria.
Txan aburrido
Buenas tardes, el tontuco, nos guste o no, es el presidente de Cantabria, así q para q nos respeten vamos a respetar, educación se llamaba creo recordar. No soy muy partidario de la candidata Buruaga, de la numero dos si aunque alcaldesa o parlamentaria. Espero no ver un pacto PP-PRC como en anteriores legislaturas xq a ver como lo maquillamos candidata. Espero q no salten casos de corrupción xq perdemos los ciudadanos siempre y si se dan, pues q se aplique la ley este siglo xf.
carmenmorin64
Si quieren guerra, que tengan guerra...
Pelosi
El Tontuco está de retirada, ya todos saben lo que es… Ahora toca investigarle y que no se vaya se rositas.
Auraz
Totalmente cierto. El votante del PSOE prefiere que se vaya todo al garete antes de que gobierne el PP. Lo más importante es que gane la secta. Son chorizos y mala gente, pero son sus chorizos y su mala gente. Un político del PP no puede gastar ni un euro sin control; si hubiese un terremoto, sería culpa de la derechona, etc, etc. Pero los políticos del PSOE roban pero son sus ladrones; malversan pero son progresistas. Es así de triste.
Beltxa
Eso es mentira, me ha dicho el pastor del pueblo que todos los que votan a Sánchez quieren negociar la amnistía. Lo tienes claro, listoooooo