El Ministerio de Educación anunció en mayo de 2017 el encargo de un informe "detallado y urgente" a la Alta Inspección Educativa sobre el posible adoctrinamiento en los libros de texto dirigidos a estudiantes de la ESO en Cataluña. La medida fue divulgada por del secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, y era la respuesta a la sonada denuncia del sindicato AMES, que alertó sobre el "adoctrinamiento ideológico partidista" en las materias de Geografía e Historia.
Más de un año después, el informe continúa sin ver la luz. Entre otras cosas, porque los efectivos de la Alta Inspección en Cataluña se reducen a dos personas. Un alto inspector y un jefe de servicio que solo cuentan en su equipo, según han explicado fuentes de la inspección educativa, con el apoyo de una asesora docente, una secretaria y unos cuatro administrativos.
El Ministerio asegura que el trabajo de campo "está en marcha" y que son los "primeros interesados en desarrollarlo". Reconocen, eso sí, que cuentan con un "número reducido de personas"
Ya en el mes de febrero, el departamento capitaneado por Íñigo Méndez de Vigo esgrimió que el documento aún no estaba elaborado porque la investigación se había ampliado, además de a la etapa de Secundaria, a los libros de texto de Primaria y Bachillerato, y que habían pedido "ayuda" a la Real Academia de Historia para poder llevar a cabo tal volumen de trabajo. Sin embargo, a fecha de hoy, las conclusiones de las investigaciones sobre el supuesto adoctrinamiento siguen sin conocerse.
De acuerdo a fuentes ministeriales consultadas por este diario el trabajo de campo "está en marcha" y son los "primeros interesados" en que se lleve a cabo. Reconocen, eso sí, que cuentan con un "número reducido de personas" -aunque no facilitan la cifra- para revisar todos los libros de todas las asignaturas, en especial las de Geografía e Historia, y de todas las editoriales que se utilizan en las etapas de Primaria, ESO y Bachillerato en Cataluña.
"Atados de manos"
Una hercúlea tarea que está llevando meses a la Alta Inspección en la mencionada comunidad autónoma. Según informan fuentes cercanas al organismo, ya le habrían enviado "su parte" al Ministerio de Educación, pero esta solo sería "complementaria" a otros informes de expertos en Historia de España de otras instancias. No obstante, dicen, se trata de un "trabajo continuo" porque "constantemente" están haciendo requerimientos a la Generalitat en temas de adoctrinamiento en las aulas y en libros de texto, así que el trabajo seguiría "en marcha".
"Al transferirse las competencias de Educación a las CCAA, estamos muy atados de manos. Ni siquiera podemos personarnos en los centros educativos, solo tenemos la competencia de controlar la normativa de la Generalitat y hacer informes de requerimiento a la Secretaria de Estado de Educación para que ellos, a su vez, hagan su requerimiento al gobierno catalán", cuentan a 'Vozpópuli' desde la Alta Inspección en Cataluña.
En total, la Alta Inspección Educativa española cuenta con 34 empleados, dos por cada comunidad, elegidos por el Estado, pero sus funciones principales consisten en revisar la aplicación de la normativa y trabajan al margen de los 1.500 funcionarios de las inspecciones regionales que responden ante cada Gobierno autónomo, en el caso catalán, unos 280 efectivos que responden ante los mandatarios nacionalistas.
Control de la Generalitat
"Lo correcto sería que tal estudio lo desarrollara el personal de la Inspección Educativa de la región correspondiente. Pero no sólo no se ha hecho en 35 años, sino que ha habido dejación o connivencia. Además, hay solventes estudios al respecto que facilitarían la tarea y que el Ministerio conoce. Si hubiera existido voluntad sincera de llevarlo a cabo, ya se hubiera hecho. Lo que preocupa, más bien, es reconocer o admitir las conclusiones de tales estudios y tomar las medidas correspondientes", apunta un inspector catalán, en referencia a los informes sobre adoctrinamiento llevados a cabo por el sindicato AMES.
Lo que preocupa, más bien, es reconocer o admitir las conclusiones de tales estudios y tomar las medidas correspondientes"
Otro fuente del sector educativo catalán que conoce los detalles del informe señala que "la parte que correspondía se envió desde Cataluña", pero que desde el Ministerio "no han dicho nada". "Es obligación de los inspectores controlar los contenidos de los libros de texto de los alumnos, pero no solo de Historia, sino de todas las asignaturas. Sale muy barato hacer la vista gorda, pero luego se dan casos de adoctrinamiento y ¿qué hacemos? Anunciar un informe que es una burrada de trabajo para los pocos recursos que hay. Para empezar hay que localizar los libros editorial por editorial, porque en octubre muchos volúmenes han desaparecido de las librerías y papelerías, y para terminar hay que comprarlos y leérselos todos", explica.
Fuentes cercanas a la Alta Inspección catalana aseguran haber sido testigos, año tras año, de cómo iban accediendo inspectores nacionalistas al sistema educativo. "Hay unos 280 inspectores de Educación por todo el territorio, solo dos forman parte de Alta Inspección Educativa, que depende directamente del Ministerio de Educación, los demás están controlados por las autoridades nacionalistas", aseguran.
Para realizar un informe detallado y riguroso, dicen, en la Alta Inspección no hay recursos, así que imagino que recogerán los estudios que ya están hechos por parte de algunas asociaciones y que sí son rigurosos, ya que los han desarrollado personas con formación en Historia. "Sus funciones se reducen al control normativo y si reciben denuncias de adoctrinamiento por parte de particulares o de familias de alumnos sobre diversos aspectos del sistema educativo, tienen que hacer requerimientos a la Consejería de Educación dependiente de la Generalitat. ¡Menudo invento!", concluyen.