Con más del 90% de los votos escrutado, el PSOE se proclama ganador de las elecciones generales de este domingo con 121 escaños. Pero, a partir de ahora, Pedro Sánchez sólo puede mirar a izquierda o a derecha si quiere revalidar su puesto en La Moncloa.
La suma de los socialistas con Unidas Podemos y Más País alcanza los 159 diputados, por lo que harían falta al menos 17 parlamentarios más para alcanzar la mayoría absoluta, que se sitúa en los 176. Aunque sumase los votos de las fuerzas minoritarias, no alcanzaría ese umbral. Con el PNV (7), Coalición Canaria (2), BNG (1), PRC (1) y Teruel Existe (1), sólo sumaría 170.
Por tanto, necesitaría buscar el apoyo de partidos como los independentistas de Esquerra Republicana o al menos su abstención en segunda vuelta, donde sólo hacen falta más síes que noes para salir investido. Si quisiera evitar esa vía, la otra opción del presidente del Gobierno en funciones pasa por buscar un pacto con el PP (88) de Pablo Casado. Ambos suman exactamente 176 escaños.
El descalabro de Albert Rivera -que cae hasta los 10 diputados- deja enterrada la opción de coalición de socialistas y naranjas que era posible tras el 28 de abril. Ahora, el bloque de la derecha formado por PP, Ciudadanos, Vox y Navarra Suma se queda en 151 diputados, por lo que no alcanza ni de lejos la mayoría para formar gobierno. Se queda a 25 escaños.
Si la opción de pactar con la derecha no está entre los planes de Sánchez, deberá centrar la negociación en el partido de Pablo Iglesias. El secretario general de Podemos ya aceptó tras el 28-A dar un paso a un lado para formar un Gobierno de coalición que los socialistas terminaron rechazando. Habrá que ver cuál es el escenario que se abre a partir de ahora y cómo logra el PSOE convencer a los morados para que les brinden su apoyo en las Cortes de cara a la investidura.