Con el coronavirus azotando España sin descanso, la principal emergencia sigue siendo el grave desabastecimiento de equipos de protección individual para los sanitarios. Sin guantes, mascarillas, gafas o batas...se contagian y contagian a los demás, también a los pacientes de riesgo, denuncian. Hoy mismo aterrizó en Zaragoza un avión con material médico procedente de China para ayudar a España a combatir el Covid-19.
Pero la situación, por el momento, sigue siendo alarmante en hospitales, públicos y privados, centros de salud, dispositivos de urgencias, residencias de mayores..."Las familias tienen pánico", dicen las trabajadoras de ayuda a domicilio.
El Gobierno ya ha dicho que requisará el material que haga falta, pero sigue siendo insuficiente. Vozpópuli ha tenido conocimiento de casos de enfermeras que acuden, a pelo, sin ni siquiera guantes, a atender a pacientes mayores y con patologías previas. La población de mayor riesgo. O de familias que rechazan la ayuda a domicilio de sus mayores porque las auxiliares que acuden van sin medidas de protección. Para las trabajadoras y para los mayores o dependientes.
Batería de medidas
El Consejo de Ministros aprobó este martes una batería de medidas para frenar el impacto del coronavirus. Se movilizarán 200.000 millones de euros para combatir esta crisis. La partida se destinará a cuatro áreas: familias vulnerables, trabajadores, empresas e investigación científica.
La provisión de material médico para dotar a los centros sanitarios no se especifica. El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció hace unos días que todas las empresas o particulares que dispongan de productos necesarios para la protección de la salud deben comunicar a su departamento sus existencias y localización en un plazo máximo de 48 horas desde la publicación de la medida en el BOE.
Incautación de mascarillas
En concreto, aludía a kits de diagnóstico rápido, gafas de protección, guantes de nitrilo, batas, soluciones hidroalcohólicas y dispositivos de ventilación mecánica invasiva. Material, sobre todo mascarillas y jabón desinfectante, que desde el inicio de la crisis del coronavirus comenzó a escasear en todas las farmacias o droguerías españolas, pero que a medida que se entró en emergencia sanitaria desapareció también de los hospitales y los centros de salud.
Añadió que quien tuviera capacidad para fabricar estos bienes también debía comunicarlo al Ministerio de Sanidad en el mismo plazo de 48 horas. “El incumplimiento de estas medidas conllevará las correspondientes sanciones”, indicó el ministro.
En el marco de las actuaciones que se están llevando a cabo para localizar material que puede ser útil en la erradicación del coronavirus, la Guardia Civil ya se ha incautado de 150.000 mascarillas en una fábrica de la localidad de jienense de Alcalá La Real (Jaén). Un material que se envió al Hospital Infanta Sofía de Madrid. Más recientemente, se han incautado 13.000 mascarillas en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
Sanitarios infectados
A día de hoy, son incontables los centros sanitarios donde no hay abastecimiento de equipos de protección individual (EPI), de respiradores... Se quejan desde los hospitales (también los privados), los centros de salud, las residencias de mayores, los centros penitenciarios, los trabajadores de personas sin hogar o las auxiliares que trabajan en ayuda a domicilio.
La falta de Epis complica la atención a los enfermos. Según cifras aportadas por el Gobierno, actualmente hay 455 sanitarios infectados. Otras fuentes, triplican el número. Solo en Madrid, podría haber más de 1.000 aislados. Sindicatos sanitarios como el de enfermería, SATSE, se quejan de no tener cifras, por más que las han pedido.
Lo cierto es que la falta de material sanitario es un verdadero problema. Las quejas se suceden desde toda España. Las imágenes de ciudadanos chinos acercándose a los hospitales para donar cajas y cajas de mascarillas dibujan el panorama que se está viviendo en muchos centros sanitarios.
"Para salvar vidas"
Presidentes de diferentes comunidades autónomas han lanzado en estos días llamadas de socorro al Gobierno para paliar la situación. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que destine 994 millones de euros “para salvar vidas”.
Hoy mismo aterrizó en el aeropuerto de Zaragoza un avión procedente de China con la primera donación de la Fundación Alibaba Group y la Jack Ma Foundation, fundación benéfica creada en 2014 por el fundador del grupo, que contiene 500.000 mascarillas y otros materiales médicos para ayudar a España a combatir el coronavirus. Un envío que paliará en gran medida la situación de muchos centros.
Que las empresas arrimen el hombro
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, también ha solicitado a empresas y particulares de que donen a los hospitales equipos de protección individual.
Esta misma mañana, Vozpópuli remitió una pregunta, vía Secretaría de Estado de Comunicación, a los responsables técnicos del cuadro de mando conforman el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y los cuatro ministros designados como autoridades delegadas bajo el estado de alarma (Sanidad, Interior, Defensa y Transportes) y componen el Comité Técnico de Gestión del Coronavirus.
A diario comparecen en rueda de prensa telemática responsables de los diferentes ministerios para dar a conocer el último minuto en torno a la situación que atraviesa España. Vozpópuli quiso saber si esa falta de abastecimiento de material médico obedece a cuestiones económicas o, por el contrario, a que las empresas que se dedican a la producción de este material no son capaces de aumentar el stock porque están desbordadas. La pregunta no obtuvo respuesta.
Sanitarios a pelo
En Galicia, y a cuenta de la falta de equipos de protección para los sanitarios, se han producido situaciones delirantes y de extrema gravedad, denuncian fuentes sindicales. Vozpópuli ha tenido conocimiento de un caso sucedido la pasada semana en una localidad gallega. Una enfermera de un centro de salud acudió, como todas las semanas desde hace años, a poner una inyección a una persona mayor, dependiente y, como hipertensa, paciente de riesgo.
La paciente, que no sale de casa por problemas de movilidad, se sorprendió cuando vió a la enfermera a pelo, sin guantes, ni mascarilla, tomándole la tensión e inyectándole la medicación para su enfermedad reumatológica. Preguntó y ésta le respondió que carecían de todo tipo de material en su centro de salud. La sanitaria venía de realizar otras visitas domiciliarias en las misma condiciones. Ese mismo día ya había 3.000 contagiados en toda España y 87 muertos. La paciente, optó por no volver a recibir la medicación a domicilio. Tenía miedo: "Por una inyección no voy a buscarme la ruina".
Pánico en las familias
No es un caso aislado. En la misma comunidad, explica Sergio López, secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO, se ha enviado un escrito a la Xunta de Galicia en el que se le insta a evitar el "colapso inminente" de los servicios de ayuda a domicilio. Denuncian la falta de coordinación entre las partes afectadas —Xunta de Galicia, Concellos y empresas—, que "no quisieron ver la realidad" de miles de familias.
López dice que este lunes, con el servicio a plena actividad, comenzó a "extenderse el pánico en muchos hogares". Como el personal de ayuda a domicilio carecía de ningún tipo de protección, detalla, muchas familias contactaron con los ayuntamientos o las empresas para dar de baja el servicio. La razón, la misma: la ausencia de equipamientos de protección individual.
En Ferrol, la Policía llegó a entrar en algunos domicilios para comprobar si las trabajadoras estaban protegidas con los equipos ante el miedo de las familias.
El fin de semana pasado, prosigue el representante sindical, “las trabajadoras llegaron a los domicilios sin ningún tipo protección. Pasaban de una casa a otra con el mismo calzado (zuecos sanitarios) y solo se cambiaban los guantes. Tememos un contagio masivo de auxiliares que, a su vez, pueden contagiar a otras personas en sus domicilios. Esto no puede continuar así”.
Relata situaciones excepcionales: en Ferrol, la Policía llegó a entrar en algunos domicilios para comprobar si las trabajadoras estaban protegidas con los equipos ante el miedo de las familias.
En Galicia, donde la Consellería de Sanidade ha informado este martes de que el número total de contagios asciende a 285, los hospitales también se quejan de falta de material. En centros sanitarios como el Hospital Universitario Lucus Augustus, de Lugo, no tienen ni mascarillas ni guantes. Sanitarias del centro indican que se los llevaron hace semanas. Lo más triste, en muchos casos para hacer negocio con su venta.
Las residencias estallan
En Madrid, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha remitido un escrito al gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) en la que le comunica el desasosiego existente entre los empleados públicos de residencias de personas mayores, de personas con discapacidad y de menores, que están realizando su trabajo en la crisis del Covid-19 “sin los medios de protección necesarios, por tanto, están expuestos a posibles contagios”.
CSIF cita el caso de una residencia de Madrid donde obligan a sus empleados a utilizar un mismo EPI a trabajadores de tres turnos diferentes
De hecho, muchos trabajadores están de baja por haberse contagiado o haber estado en contacto con infectados sin la protección necesaria. Citan el centro de discapacitados intelectuales de San Martín de Valdeiglesias, en el que hay 24 trabajadores de baja. Los que siguen en activo, explican, han asegurado que apenas les dotan de los medios protección que el propio AMAS recomendaba el pasado 8 de marzo, como EPIs, guantes, bata, mascarilla y protección ocular.
“Es tal la escasez que se están dando casos inaceptables y contrarios a cualquier protocolo. Es el caso de una residencia en la que, al carecer sus empleados de los equipos necesarios, les obligan a utilizar un mismo EPI a trabajadores de tres turnos diferentes”, desvelan.
Piden, al menos, disponer de geles hidroalcohólicos, mascarillas y guantes para el resto de trabajadores. “La desconfianza y el temor campa a sus anchas por los diferentes centros, los trabajadores desconocen el grado de alcance de la enfermedad, la totalidad de residentes y compañeros realmente afectados y se les escatima el material de protección”, indica el escrito.
¿Cuántas enfermeras hay infectadas?
También, desde todos los estamentos de Enfermería (Consejo General de Enfermería, Sindicato de Enfermería SATSE, Sociedades Científicas de Enfermería, Asociación Nacional de Directivos de Enfermería...) trasladan su preocupación por este tema.
Además, el colectivo dice desconocer el número de profesionales sanitarios infectados por el coronavirus o en situación de cuarentena y aislamiento. Para “poder gestionar las necesidades asistenciales de la población en la actual situación de pandemia, es absolutamente primordial saber cuántas enfermeras están trabajando en cada momento y, muy especialmente, en los puestos más críticos, como son Urgencias y Cuidados Intensivos que es donde se está dando respuesta a los casos más graves”, señalan.
Enfermería muestra su “suma preocupación” ante las noticias sobre la falta de recursos necesarios tanto para poder prestar asistencia como para proteger con seguridad a los profesionales que se encuentran en estos momentos “dejándose la piel por los pacientes”. Es imprescindible que el Gobierno lleve a cabo todas las acciones que sean necesarias para suplir de forma inmediata esta falta de medios, subrayan.