La Comisión de Salud de China ha elevado este jueves a 170 los muertos por el brote del nuevo coronavirus en el país y a un total de 7.711 los casos confirmados, repartidos en 31 provincias chinas.
El balance de las autoridades sanitarias chinas ha concretado que 38 personas han muerto a causa del virus este miércoles, 37 en la provincia de Hubei, donde se encuentra la ciudad de Wuhan, epicentro del brote, y una en la provincia de Sichuan.
En cuanto a los nuevos afectados, este miércoles se han registrado 1.737, incluido el primero en la Región Autónoma del Tíbet. De estos, 1.032 se han diagnosticado en Hubei. También se tiene constancia de diez casos en Hong Kong, ocho en Taiwán y siete en Macao.
Por otra parte, las autoridades han revelado que sospechan que un total de 4.148 personas podrían estar afectadas, aunque la cifra total de casos sospechosos de coronavirus asciende a 12.167 personas.
Más de 1.000 personas, en condición crítica
Asimismo, la Comisión de Salud de China ha especificado que 1.370 pacientes permanecen en condición crítica y 131 pacientes están "gravemente enfermos". No obstante, se ha dado el alta a un total de 124 personas, incluidas 21 este miércoles.
Por su parte, se ha reconocido a 88.693 personas que han tenido contacto cercano con los afectados, mientras que 2.364 casos han sido descartados. Un total de 81.947 personas permanecen bajo observación médica.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha convocado para este jueves una nueva reunión del comité de emergencia para sopesar si el brote de coronavirus supone una emergencia sanitaria internacional, después de descartar la semana pasada esta posibilidad.
Aunque China es el epicentro del brote y el país más afectado, el coronavirus se ha extendido ya a otros países del sureste asiático y también se han detectado casos en Europa y América.
Los signos comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos y dificultades para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
En 2003, más de 600 personas murieron en todo el mundo (349 en China) a causa del SARS o síndrome respiratorio agudo, que dejó 5.327 afectados en nueve meses.