Con 746 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según los datos del lunes del Ministerio de Sanidad, Navarra supera a Madrid en incidencia de coronavirus. La más alta de toda España. Sin embargo, el Gobierno no se plantea decretar el estado de alarma en la comunidad foral que preside la socialista María Chivite. La clave estaría en que, según los criterios fijados por el Ministerio para restringir la movilidad, la ocupación de camas UCI en la comunidad no supera el 35%. Pero, desde el Sindicato Médico de Navarra, advierten de que los puestos de UCI "reales, no los que se sacaron de debajo de las piedras en la primera ola, están a punto de saturarse".
Los citados criterios establecidos por el departamento que dirige Salvador Illa para confinar, a parte del de la ocupación de las camas UCI, son una tasa de más de 500 casos por 100.000 habitantes durante los últimos 14 días y una tasa de positividad de un 10% en las PCR. Los últimos datos relativos a Madrid por el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19, Antonio Zapatero, hablan de una incidencia acumulada el domingo de 446,5 casos por cada 100.000 habitantes, muy lejos de las cifras registradas en Navarra.
Precisamente por ese motivo, el Partido Popular emprendía el pasado domingo una ofensiva contra el Gobierno por decretar el estado de alarma en la Comunidad de Madrid y no hacerlo en Navarra, gobernada por la socialista María Chivite con el apoyo de Bildu.
El gobierno regional adopta nuevas medidas
Es más, el ejecutivo autonómico insiste en la necesidad de limitar al mínimo toda interacción social y desplazamientos no imprescindible de cara a detener las cadenas de contagio "que están provocando un incremento de los casos positivos en los últimos días tras una semana previa de mayor contención".
Además ha aprobado un nuevo paquete de medidas (con limitaciones de aforos, horarios…..) que afectan a todos los sectores de la actividad y zonas de la Comunidad Foral recogidos en una orden foral que entró en vigor este martes con efecto durante 14 días en toda la comunidad. El ejecutivo regional habla de "dos semanas claves" para contener la evolución de la pandemia. La red sanitaria integrada de Navarra acoge, tras el balance de ingresos y altas, a 291 pacientes en los diferentes centros hospitalarios, con una ocupación en la UCI de 33 personas ingresadas.
Camas de UCI globales frente a las reales
Si se habla de ocupación de camas de UCI, sólo Madrid supera el 35% de ocupación en todo el país (en concreto el último dato de ocupación de sus unidades de críticos es del 38,28, según los datos aportados el lunes por el Ministerio). En Navarra, según esos mismos, datos, actualmente la ocupación es del 24,81%.
"Los datos no pintan bien", indican desde el Sindicato Médico de Navarra. Y continúan: si una de las razones a las que puede agarrarse la Comunidad Foral para no decretar un estado de alarma es que su tasa de ocupación de camas de críticos está por debajo del 35%, los porcentajes deben ser tomados con cautela "Una cosa son las cifras de puestos de UCI globales, los que se sacaron de debajo de las piedras en la primera ola y, otra cosa, los puestos de UCI reales atendidos por personal cualificado, que están al borde de saturarse", señalan a Vozpópuli.
En cuanto a las camas de hospitalización, indican que se han ido abriendo plantas covid en los centros sanitarios "con lo cual no hay demasiado apuro", pero advierten, "los contagios están disparados -el perfil de los contagiados sigue siendo gente joven, matizan- y si ahora mismo estamos batiendo récord, lo normal será que en el plazo de quince días también batamos récords en ocupación hospitalaria y en UCI". En los momentos álgidos de la pandemia, Navarra llegó a contar con más de 130 camas de críticos utilizando las de otros servicios hospitalarios.
Derivación de pacientes a centros privados
A finales de septiembre, con Navarra ya situada entre las comunidades más azotadas por la covid, entonces tras Madrid, diferentes sindicatos sanitarios advertían a este digital que estaba previsto cerrar las salas de endoscopias para volver a convertirlas, como sucedió en la primera oleada de la pandemia, en boxes de UCI. Asimismo, en aquellos días se comenzaron a derivar pacientes a las clínicas privadas como la Clínica Universitaria de Navarra o la Clínica San Miguel con el fin de, en el Complejo Universitario, poder continuar con las cirugías programadas de pacientes no covid que habían quedado suspendidas.
En el documento, los médicos navarros pedían "ser conscientes que la situación de colapso en nuestra sanidad puede producirse en las próximas semanas, como ha sucedido en otros países. Por ello hay que tomar iniciativas ahora, que nos preparen para el peor de los escenarios mañana".