La historia de En Comú Podem, la marca afiliada a Podemos en Cataluña, tiene un antes y un después a partir de enero de 2016 y está vinculada al hallazgo de la tarjeta del móvil de Dina Bousselham, supuestamente robada unos meses antes. Tras recibir la tarjeta en manos del grupo Zeta, Pablo Iglesias descubrió el intento de Íñigo Errejón de tejer una alianza con Ada Colau en Barcelona y buscó abortar la misión.
Según ha podido saber Vozpópuli, el ahora vicepresidente segundo envió a una delegación secreta a Cataluña para que formalizara, antes de que lo hiciera Colau, el nuevo partido político de los Comunes. Su intención era llamarlo Podem en Comú, apropiándose por la vía de los hechos de la marca electoral que en diciembre de 2015 había ganado las elecciones en las generales en Cataluña (927.000 votos). Aquella coalición estaba formada por Podem, Barcelona en Comú, ICV y EUiA.
Una de las personas involucradas en esa traición era Jessica Albiach, es decir, la dirigente que hoy lidera la candidatura para las autonómicas del 14-F. Según fuentes conocedoras de aquel movimiento, Iglesias pidió a Albiach que se mantuviera al lado de Colau como “infiltrada”, y, mientras tanto, pilotara la creación de un Podemos en Cataluña bajo su mando.
Albiach aceptó. Ella y otros miembros del partido morado acudieron al Registro de Partido Políticos del Ministerio del Interior para registrar Podem en Comú. Lo hicieron entre enero y febrero de 2016, pero Colau se había adelantado. Cuando esa delegación propuso a los funcionarios sellar la nueva sigla, la respuesta fue: “Ya existe una similar, no se puede”. Los funcionarios no especificaron el nombre del partido, pero los encargados de Iglesias entendieron rápidamente lo que había ocurrido.
Bousselham y el errejonismo
Iglesias ordenó a Albiach y a un puñato de miembros de Podemos esa operación porque en enero de ese año supo que Errejón le estaba traicionando. Se dio cuenta de ello cuando visionó por primera vez la tarjeta de móbil de Dina Bousselham, quien había sido asesora de Iglesias en Bruselas pero formaba parte de la corriente errejonista.
Errejón estaba tejiendo una alianza paralela con varios territorios, como el País Vasco, los anticapitalistas en Andalucía y Ada Colau en Barcelona
Errejón estaba tejiendo una alianza paralela con varios territorios, como el País Vasco, los anticapitalistas en Andalucía y Ada Colau en Barcelona. La alcaldesa de la ciudad condal se había convertido en un fenómeno al margen de Iglesias, tan poderosa que a finales de 2015 protagonizó una polémica por los carteles electorales y llegó a rechazar la visita de Iglesias a Cataluña.
En ese momento, los fieles de Iglesias como Irene Montero, Rafa Mayoral y Juanma del Olmo, le sugirieron adelantarse. Su táctica se podía resumir en atacar antes de defenderse. Iglesias entendió que para frenar a Colau era necesario robarle la sigla electoral de los Comunes, que por aquel entonces actuaba como coalición y no como partido.
“Ada fue más lista”
Sin embargo, Colau ya había movido ficha. “Ada había sido más lista”, comentan ahora en conversación Vozpópuli. La alcaldesa de Barcelona, de hecho, había registrado la marca electoral que le otorgaba control sobre la confluencia. Se trató de una maniobra de gran inteligencia táctica, porque mientras Errejón trabajaba para sellar un gobierno de coalición con el PSOE, los de Iglesias preparaban con la máxima confidencialidad el fracaso de todo tipo de negociación con Pedro Sánchez y la repetición electoral de junio de 2016.
Ahora, cuatro años después de aquel intento de asalto de Iglesias a Colau, Albiach se ha convertido en la candidata encargada de salvar los muebles de un partido en profunda crisis. Se desconoce si Colau supo lo que ocurrió a principios de 2016, pero lo cierto es que ahora Albiach forma parte de su círculo de confianza.
Se desconoce si Colau supo lo que ocurrió a principios de 2016, pero lo cierto es que ahora Albiach forma parte de su círculo de confianza
La dirigente que ha liderado el grupo parlamentario de los Comunes en el Parlament en los últimos años goza de buenos comentarios por parte de las integrantes de la confluencia. Aunque otros atacan su “doble juego”.
En efecto, Albiach sigue formando parte del Consejo Ciudadano de Podemos, lo que técnicamente significa pertenecer a dos formaciones políticas. En su perfil del Consejo Ciudadano la candidata afirma: “En Podemos he encontrado, por primera vez, un partido que me representa, me ilusiona y que supone una esperanza real para recuperar las instituciones, hasta ahora secuestradas por la oligarquía”.