El obispo de Alcalá de Henares y presidente de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Juan Antonio Reig Pla, ha advertido de que la libertad de la mujer no se puede "corromper" defendiendo el derecho a decidir.
"La libertad de la mujer, como dinamismo inteligente, es una libertad para el don y no se puede corromper afirmando despóticamente el derecho a decidir, el derecho a acabar con el hijo engendrado", ha defendido Reig Pla durante la presentación de la Jornada Mariana por la Familia y la Vida, promovida por las delegaciones de pastoral familiar de las diócesis de Madrid, Alcalá de Henares y Getafe, que se celebrará los días 29 y 30 de marzo.
Además, considera que sería "desvalorizar a la mujer ponerla como campeona de la destrucción de la vida" y ha pedido que el dinero de todos los contribuyentes no vaya "dirigido nunca a destruir la vida humana". El obispo de Alcalá ha reclamado también que se separe el derecho a la vida "del debate político y de las luchas partidarias" pues se trata de "un derecho prepolítico, anterior al Estado" que "debe estar garantizado en toda la legislación".
Según ha precisado citando al papa Francisco, "no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana". Por el contrario, ha asegurado que "el aborto es un producto de sociedades atrasadas".
El Papa les invitó a "salir a las calles"
Sobre su encuentro con el papa Francisco el pasado viernes, Reig Pla ha explicado que el Pontífice se quedó "helado" porque conoció las cifras de abortos en España "de golpe". Concretamente, el obispo ha indicado que desde 1985, año en que se despenalizó la ley de supuestos, se han producido "dos millones de abortos, muchas más muertes que en la Guerra Civil, un holocausto silencioso".
El obispo de Alcalá ha reclamado también que se separe el derecho a la vida "del debate político"
Ante esta situación, Reig Pla ha recordado que el papa Francisco les dijo que tienen que "salir a las calles, con una mirada de misericordia, acompañar a las personas en todos sus dramas, hacerse cargo de sus problemas".
"Una revolución de las conciencias"
Por ello, con esta Jornada Mariana por la Familia y la Vida, buscan una "revolución de las conciencias", que los participantes oren por la familia y por el respeto a "toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural" porque, a juicio del prelado, "ya no hay argumentos para defender el acto del aborto" ni de carácter científico, social o jurídico pues "la sociedad tiene suficientes medios" para proteger a la madre.
Asimismo, piensa que en España y Occidente hay que promover una cultura de respeto a la vida humana, destacando su dignidad y su carácter sagrado y propone favorecer en las parroquias la creación de grupos provida desde la organización Spei Mater. Según ha aseverado, se deben extremar las ayudas y el acompañamiento adecuado a todas las mujeres embarazadas "sin juzgar".