El grito es unánime. Pero no sólo en Ciudad Lineal, donde actúa el pederasta. Es en todos los barrios de Madrid y en toda España. El objetivo es “cazar al pederasta de Ciudad Lineal”, según se leía desde este martes en las redes sociales. El hombre ha actuado ya en tres ocasiones y se temen más ataques contra niñas de este distrito de Madrid. El sujeto es descarado y parece que goza retando a la Policía, dicen los especialistas en la materia.
La Policía tiene un objetivo, detener al delincuente, pero también un temor y es la actuación de vecinos descontrolados
La Policía tiene un objetivo, detener al delincuente, pero también un temor y es la actuación de vecinos descontrolados. No quieren que se acuse a personas sin fundamento. Ni que se organicen patrullas vecinales, como pareció suceder, aunque no se confirmó, en uno de los anteriores ataques a principios de verano.
Sí que hubo personas que organizaron cursillos para explicar cómo proteger a sus hijas en algunos parques de la zona. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, acabó con esos encuentros y envió a profesionales a organizar reuniones con asociaciones de padres y de vecinos. Se logró acabar con ese movimiento descontrolado.
Evitar las falsas alarmas
Pero el peligro sigue. Y se teme la organización de grupos que puedan cometer errores, como los que se han venido produciendo en las primeras semanas de actuación del pederasta. Las redes sociales llegaron a transmitir la foto de un individuo en su coche como sospechoso. En esos días de junio una llamada a la Policía alertó de un secuestro cuando en realidad era un padre que había castigado a su hijo y le había metido en el capó de su coche.
Se han venido produciendo constantemente falsas alarmas. La malla de la Policía hablaba el pasado día 7 de agosto de una persona que había dejado a una niña en Conde de Casal. Se llegó a difundir el retrato robot de la persona que la había “secuestrado” en el Parque de El Retiro: vestido con camiseta de tirantes, pantalón beige, gorra… Luego todo quedó desactivado.
¿Uno o dos secuestradores?
El primer boceto del hombre buscado sería un varón que habla español, que es de pelo claro o rubio y de 1,75m
“Esta situación se ha producido varias veces más, pero se investiga todo”, afirman algunos Policías que conocen la ‘Operación Candy’ (dulce). De hecho, la propia delegada del Gobierno dijo que aún no está probado que la persona que intentó un secuestro el pasado lunes en Coslada fuera la que busca la Policía de Madrid. Puede ser un imitador que sale al revuelo del episodio.
Cifuentes explicó que algunos de los datos que han facilitado las niñas atacadas son confusos para establecer un retrato robot. El primer boceto del hombre buscado sería un varón que habla español, que es de pelo claro o rubio y de 1,75m. Se le atribuyen tres asaltos: 10 de abril, niña de 9 años, 5 horas secuestrada; 17 de junio, niña de 5 años, 6 horas de secuestro; 22 de agosto niña de 7 años, una hora y media de retención.
Colegios y coordinación
En las últimas horas se ha acentuado la coordinación entre la Policía Nacional, Municipal y Guardia Civil, algo que había fallado en las primeras semanas porque quizá no se le dio la importancia que tenía al primer secuestro.
“Hay demasiado nerviosismo y se ven pederastas por todas las esquinas, hay que mantener la calma”
Además de las patrullas uniformadas, decenas de agentes de paisano de varios cuerpos pasean por el distrito buscando pistas y personas que responsan a las descripciones. “Hay demasiado nerviosismo y se ven pederastas por todas las esquinas, hay que mantener la calma”, decía a Vozpópuli otro agente. La Policía prepara el dispositivo que pondrá en marcha en los próximas semanas cuando comiencen los colegios y niños y padres frecuenten los parques de la zona de Ciudad Lineal.
Desde algunos foros Policiales se ha criticado que se anuncien algunas medidas como la de colocar cámaras en puntos donde pueda actuar el delincuente. “No deberían darle opciones, parece que le están dando pistas”, afirmaba un Policía este martes. También se recuerda que la colocación de cámaras supone un proceso lento y burocrático que tardará varios meses “lo que le da pistas también al pederasta”, añadían.