La relación de la princesa Corinna zu Sayn Wittgenstein con Mónaco es de sobra conocida. Desde hace años, esta íntima amiga del rey Juan Carlos I posee una lujosa residencia con vistas al mar en el no menos lujoso Montecarlo. Lo que quizá sorprenda más haya sido verla con los príncipes de Mónaco, Alberto y Charlene, durante el viaje oficial que la pareja ha hecho a Rusia.
Desde el jueves, Alberto Grimaldi se encuentra en Rusia, invitado por Vladimir Putin. Allí estará hasta el lunes, asistiendo a diversos encuentros con autoridades políticas y empresarios y atendiendo a compromisos relacionados con el Comité Olímpico Internacional, del que forma parte.
Fue en uno de estos encuentros donde se pudo ver a Corinna. Concretamente, durante la audiencia que el patriarca ortodoxo Kiril concedió a Alberto y Charlene este jueves, según cuenta la edición digital del diario El Mundo.
¿Qué hace la princesa alemana en la comitiva monegasca? Según parece, no está allí por Alberto, sino por su mujer, a la que ha asesorado en varias ocasiones. Y no sería la primera vez que Corinna forma parte de un viaje oficial del Principado: ya acudió la semana pasada a Nueva York, donde Alberto participó en la Asamblea General de Naciones Unidas mientras Charlene y Corinna se dejaban ver juntas por la ciudad de los rascacielos.
