Hace siete años que padres, madres, hermanos, tíos… de bebés robados unieron sus voces para denunciar lo que llevaban años silenciando: el hurto de niños recién nacidos en hospitales de toda España a través de una red integrada por médicos y monjas, entre otros.
La metodología era siempre la misma, a los padres les decían que el niño había fallecido al nacer y este niño pasaba a manos de otros padres que “sabiéndolo o no”, lo adoptaban. “Se ha descubierto que muchos padres que adoptaban niños fueron también engañados sobre la procedencia de los pequeños”, explica Adelina Ruiz, de SOS Bebés Robados de Catalunya.
La noticia se escuchó en todos los hogares españoles pero, pese al escándalo, la realidad hoy en día sigue siendo la misma. Las víctimas de esta red, “tanto los familiares del bebé robado como el niño, ahora adulto” denuncian que el Gobierno central no ha hecho nada en este tiempo por mejorar la situación de todos ellos y facilitar sus encuentros.
“Pedimos que nos reconozcan como víctimas; que nos brinden ayuda psicológica y justicia gratuita y que creen un banco único de ADN donde hacernos las pruebas y poder encontrarnos”, solicitan los afectados.
Una comisión del parlamento europeo se personará la semana que viene en el Gobierno para pedir explicaciones
Estas reivindicaciones serán tratadas los próximos días 22 y 23 de mayo en Madrid. "Una comisión del parlamento europeo se personará la semana que viene en el Gobierno para pedir explicaciones", explica Ruiz. Las sospechas de los afectados pasan por 'denunciar' que "hay mucha gente importante, con cargos públicos, detrás de todo esto y lo que están haciendo es torpedear y poner trabas a los familiares afectados para evitar que la verdad salga adelante", sentencian.
Para ellos, una prueba son las más de 3.000 denuncias interpuestas por casos de bebés robados en España desde 2011 de las que tan sólo una ha comenzado a estudiarse en el que se ha convertido en el primer juicio de bebés robados, celebrado el pasado febrero.
Mientras, y desde las asociaciones de bebés robados de Andalucía, Madrid, Navarra, Comunidad Valenciana, Cataluña y País Vasco han lanzado la campaña 'Te busco. Te estamos buscando'. En ella, y con la mirada directa a la cámara, los afectados lanzan un mensaje a sus familiares 'perdidos'. En total 43 vídeos subidos a la red con los que esperan hacerse más visibles, tanto para sus familiares desaparecidos como para el Gobierno.
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"Los estamos buscando y los vamos a buscar siempre. Desde aquí pedimos que cualquier persona que tenga una duda sobre su identidad se ponga en contacto con nosotros", indican.
Unas cifras que espeluznan
Se estima que entre 1940 y 1990 desaparecieron bajo esta presunta red de bebés robados alrededor de 30.000 niños. "Necesitamos que se averigüe la verdad", reivindican. Pero, sobre todo, necesitan encontrar a sus familiares.
Entre las trabas que se encuentran por el camino, la principal y generalizada es el dinero. Muchos de los afectados, personas mayores con pensiones bajas, no disponen de los recursos económicos necesarios para iniciar los procesos de búsqueda.
Una prueba de ADN, fundamental para el rastreo, cuesta entre 100 y 600 euros en función de la consanguinidad del que busca y pretende ser buscado. "La prueba se vuelve mucho más compleja, y por tanto, más cara, si el que busca es un hermano o un tío", comentan. Además, están las costas a los abogados, necesarios para lograr que se abran archivos con información de aquella época y que facilitarían el trabajo de búsqueda.
"Es obligación del Estado estar de nuestro lado y ayudarnos", exigen. Pese a todo, los familiares no van a descansar. "Todavía quedan miles de casos por resolver. En su momento, por vergüenza o desinformación no investigamos lo ocurrido. Creíamos que nos tratarían de locos. Ahora que ya nos hemos hecho fuertes no podemos 'olvidarnos' de ellos de nuevo", aseguran.