La evaluación final que todos los alumnos españoles de entre 15 y 16 años tendrán en 2017 una prueba distinta a la diseñada por José Ignacio Wert. El ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, ha cambiado la reválida de la ESO diseñada por Wert durante la pasada legislatura, al igual que ya hiciera con la prueba de 2º de Bachillerato, que será similar a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).
Según publica el diario El Mundo y recogen los borradores del proyecto del real decreto de la orden ministerial que regula ambas pruebas, se da más peso a las comunidades autónomas en materia de competencias y se le restan al Estado. De esta forma, las pruebas serán confeccionadas por los gobiernos autonómicos, tanto las preguntas como las guías de codificación y corrección de las mismas. Teniendo de esta forma un control total en este campo. Con este decreto se elimina además la decisión de realizar el mismo examen el mismo día en toda España, como recogía la versión anterior.
Con este proyecto se busca eliminar el carácter centralista y uniformizador que intentó instaurar Wert, aunque deja un importante peso de decisión en el Ejecutivo central
El decreto recoge además la creación de una "comisión central", formada por representantes del Gobierno -además de miembros de las autonomías y rectores, pero sin voto- que cada año proponen el "diseño" y los "contenidos" de las pruebas. De esta forma se elimina el carácter centralista y uniformizador que intentó instaurar Wert, aunque deja un importante peso de decisión en el Ejecutivo central.
Además, en la nueva orden ministerial se acaba con los ránkings, poniéndolos "en conocimiento de la comunidad educativa del propio centro, sin que puedan utilizarse en ningún caso para la elaboración de clasificaciones de centros docentes, mediante indicadores comunes, sin identificación de datos de carácter personal y previa consideración de los factores socioeconómicos y socioculturales del contexto". Las comunidades podrán de igual forma elaborar "un informe de los resultados promedio de cada uno de los centros", que facilitarán al instituto o colegio y que no podrán hacerse públicos.
Ante suspenso, no se podrá seguir estudiando
Lo que sí se mantiene de la anterior versión es que aquellos alumnos que no aprueben las reválidas de las ESO y Bachillerato no podrán obtener su título ni seguir estudiando. Además, al igual que en los previsto por Wert, en la evaluación de la ESO los alumnos se podrán presentar con un máximo de dos asignaturas suspendidas, siempre que éstas no sean Lengua y matemáticas, mientras que por Bachillerato, el estudiante deberá presentarse con todo aprobado.