Llamadas telefónicas compulsivas de día y de noche. Fue el plan que ideó una mujer para hacer la vida imposible a la que consideraba amante de su marido. Desde principios de diciembre de 2008, cuando empezó a sospechar que su esposo le engañaba con otra, hasta octubre de 2009 llamó más de 700 veces a la víctima. Algo por lo que el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de La Coruña le ha impuesto seis meses de prisión y 3.000 euros de multa por los daños morales causados como autora de un delito de coacciones.
Según publica este martes el periódico La Voz de Galicia, la condenada, una coruñesa de 58 años, llamaba a cualquier hora del día y de la noche para insultar a la supuesta amante de su marido: "Nunca empleaba más de tres segundos en decirle lo que le tenía que decir, que era una zorra o que la iba a matar".
Para ello, utilizaba en secreto los teléfonos de su propio marido o de su hijo. Nunca llegó a identificarse y en cada llamada soltaba un insulto o amenaza de muerte e inmediatamente después colgaba, lo que provocó un cuadro de ansiedad en la víctima "que no le dejaba vivir". Tras diez meses soportando tales coacciones, se atrevió a denunciarlo.
El juez subraya además que la mujer sufrió un cuadro de ansiedad que ha degenerado en un trastorno mixto adaptativo-depresivo "en cuyo desencadenamiento coadyuvó la conducta de la acusada". Tras reconocer los hechos, el juez decidió suspender su ingreso en prisión "con la advertencia de que si comete el más nimio delito de aquí a dos años, entrará en la cárcel sin remisión". A lo sorprendente del caso se suma que el juez no entre a averiguar si la víctima era o no la amante.
