La Iglesia en España se vuelca estos días con las víctmas de la DANA, principalmente en Valencia, donde las cifras oficiales de fallecidos no dejan de aumentar y pronto llegarán las de edificaciones e instalaciones afectadas. Las parroquias de la zona, también anegadas en muchas áreas, comienzan a recibir a los primeros daminificados, a los que ahora ayudan con todos los medios de los que dispone la Iglesia, desde económicos hasta humanos, mediante la participación de los sacerdotes, los voluntarios y hasta los psicólogos de Cáritas, que ya comienzan a llegar desde diversos puntos de España.
Los párrocos y fieles de Valencia están arropando a las familias de los fallecidos y colaborando con el reparto de material y el acompañamiento de mayores y enfermos. En estos momentos hay personas desaparecidas en áreas rurales en cuyas labores de búsqueda están participando decenas de voluntarios procedentes de las comunidades católicas. Es el caso de las parroquias de Vilamarxant, Ribarroja, Lliria, Benisanó y Benaguasil se están movilizando, como explica el arcipreste de la zona, Francisco Ferrer: “Las parroquias nos hemos puesto a disposición de los ayuntamientos para ofrecer nuestros locales e instalaciones", comenta. Cáritas Valencia está repartiendo mantas, alimentos y cargadores de móvil, especialmente útiles para las personas que se han tenido que alojar en polideportivos y colegios.
Las iglesias de la zona también están afectadas por las inundaciones, según indican en el arzobispado de Valencia: “La parte baja del pueblo se llenó de agua y entró en las viviendas. Mucha desolación y pérdidas materiales", ha asegurado Samuel Aristizabal, párroco de la Purísima Concepción de Pedralba que recogió 411 litros por metro cuadrado y donde se encuentran sin agua, energía eléctrica ni cobertura móvil. Muchos archivos de las iglesias de la zona han sido destruidos y han desparecido gran parte de las imágenes, aunque aún no se va a realizar la valoración de los daños ya que las comunidades estan volcadas con las víctimas y sus familiares.
"Las dos parroquias se han inundado hasta tres metros, se han destrozado, y estamos intentando salvar algunas cosas", relata el párroco de Ntra. Sra. de El Pilar y María, José Vicente Alberola, donde han fallecido varias personas. "En el Pilar la imagen de la Virgen ha desaparecido, se la ha llevado el agua. No tenemos casi cobertura móvil y se está haciendo difícil contactar y movilizar a la gente para ayudar. Poco a poco iremos sacando el barro, todo está muy destrozado”, explica a este medio a través del arzobispado.
Desde Aldaia, su párroco Francisco Furió se lamenta por la pédida de vidas humanas en su municipio: "De momento tenemos cuatro confirmados, pero creemos que son más", asegura el sacerdote que ha perdido su vehículo por las inundaciones: "Yo estoy bien, eso no es nada, lo importante es la gente, que está devastada. Esto es una película de terror"
"Rezad, esto es muy duro"
“La situación no ha sido como en otros pueblos, pero es una situación dantesca”, explica Ángel Miguel Olivares, párroco de Nuestra Señora de Lepanto de Castellar. “Es un desastre, la gente está en shock", continúa mientras explica que muchos vecinos han perdido sus viviendas y sus negocios. Desde Cáritas “nos hemos puesto en contacto con Protección Civil para coordinarnos con ellos y poder atender a la gente que está sola", concluye.
Muchos han perdido la casa, los negocios, han perdido todo lo que tenían. La parroquia y la Casa Abadía también están inundadas”. Ángel Miguel Olivares está visitando tanto comercios como “a la gente en sus casas para ver cómo están, porque a nivel afectivo la gente está hundida”.
"Rezad, esto es muy duro", añade el párroco de Aldaida, donde se habían confirmado cuatro víctimas mortales en el momento de sus declaraciones. En términos similares se refiere el párroco de San Pedro Apóstol de Massanassa, Miguel Alejandro Gómez, que describe la realidad que están viviendo como “caótica y todo el mundo desbordado”. Él mismo la noche de la tragedia acogió en su casa a un matrimonio con una niña de diez días que no tenían forma de volver a casa.
El Papa y los obispos, con Valencia
El Papa Francisco ha enviado un mensaje a propósito de la catástofre para mostrar su apoyo y cercanía a las víctimas de Valencia y la sociedad española en general. En un vídeo, ha dirigido unas palabras al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, en el que expresa su cercanía con la gente de Valencia: "Estoy cerca de ellos en estos momentos de la catástrofe. Rezo por ellos. Que Dios les bendiga a todos", afirma el pontífice.
El propio presidente de la Conferencia de los obispos de España, Argüello, ha remitido una carta al arzbobispo de Valencia, Enrique Benavent, en el que muestran su dolor y cercanía ante los momentos difíciles que están viviendo en sus diócesis como consecuencia de la gota fría: "En nombre de todos los obispos, les hacemos llegar nuestras sinceras condolencias por las pérdidas humanas, así como nuestra cercanía y oración por todos los que están sufriendo los daños materiales o físicos ocasionados por este tipo de situaciones catastróficas", señalan en el escrito, que se acompaña de un tuit enviado por el presidente en el que se compromete a proveer de toda la ayuda disponible desde la Conferencia Episcopal.
Por su parte, el arzobispo Benavent ha convocado a una reunión extraordinaria del órgano de gobierno de la archidiócesis de Valencia para conocer las necesidades urgentes de las zonas afectadas.
Ayude a los afectados a través de Cáritas
Cáritas Diocesana de Valencia ha habilitado dos cuentas para recoger donativos: CAIXA POPULAR: ES19 3159 0078 5716 6338
6025 y CAIXABANK: ES02 2100 8734 6113 0064 8236. Igualmente estas pueden realizarse a través de la web: www.caritasvalencia.org.
En estos momentos, la entidad ha suspendido todas las actividades previstas dentro de su agenda habitual y se está coordinando con el Ayuntamiento de Valencia para apoyar a las personas que han sido alojadas en L’Alqueria del Basket y en el Complejo Municipal de la Pechina.