Amor L.B., una amiga de Katia Esteban, Rocío Oña y Cristina Arc, tres de las víctimas de la avalancha mortal ocurrida del pasado Halloween en el recinto Madrid Arena, que salvó la vida al ser rescatada por una joven del tumulto, ha declarado este viernes ante el juez que recibió antes de la fiesta un mensaje alertando de que no fuera, ya que había un elevado sobreaforo. El abogado José Crespo, que ha estado en la toma de declaración, ha señalado que el testimonio de Amor ha sido "absolutamente desgarrador" ya que vio cómo Katia "falleció delante de ella y le decía expresamente que se despidiera de su padre, que le quería mucho".
Fue cuando Katia perdió el sentido porque "no podía aguantar más y no podía respirar". La testigo ha especificado también que había cinco filas de personas, "que la estaban machacando y aplastando, se quedó sin oxígeno, se despidió y cerró los ojos". "Ella fue rescatada de la montonera humana, como ella lo ha descrito, pero tuvo la suerte de tener menos gente encima de ella que le estuviera haciendo mucha presión. No tuvo tanto suerte Katia", ha indicado Crespo.
Los padres de Amor, que han confirmado que la muchacha, que tenía entonces tenía 17 años y ahora ya ha cumplido la mayoría de edad, consiguió las entradas a pesar de las advertencias del mensaje de alerta. Según han relatado sus padres, la joven, que estaba en la misma clase que Rocío y que iba ese día en el mismo grupo que Katia, Rocío y Cristina, entró la fiesta y en un momento dado "vio que la había mucha gente desfasada" y por eso decidió salir. Pero fue demasiado tarde y quedó atrapada en uno de los tapones, que se generaron en los pasillos, lo que ella ha calificado como "montonera humana" ante esta mañana ante el juez Eduardo López Palop.
Un 'whatsapp' revelador
La adolescente fue rescatada por un chico alto y fuerte de nombre Cristian consiguió sacarla de la avalancha. Supuestamente fue el mismo joven que intentó ayudar a Katia y a más chicas sin éxito. El letrado ha confirmado que la muchacha ha señalado ante el juez que recibió un wahatsapp enviado presuntamente por un amigo suyo, que a su vez conocía a un DJ cercano a Steve Aoki, le dijo "que podía haber allí 20.000 personas, en vez de las 7.000 que se notificaron".
De hecho, la cifra de 20.000 personas fue dada por el propio DJ japonés ante todo el público en un momento de la fiesta. El whatsapp fue visionado por la Policía cuando la adolescente que hoy ha declarado denunciado lo ocurrido ante en comisaría.
Falta de asistencia médica
Por otro lado, en el día de hoy también ha testificado Juan, un joven que ese día estuvo en el recinto Madrid Arena. "Había una afluencia de gente masiva, las escaleras estaban llenas de gente, había chicas tiradas por las escaleras en coma etílico, sin nadie ayundándolas, y que cualquiera las hubiera podido robar, violar o lo que fuera", ha dicho.
Juan se encontraba en la planta de arriba del recinto y no vivió ni presenció la avalancha. De hecho, tuvo que salir del lugar tras verse envuelto en una pelea horas después de los aplastamientos, en los que murieron cinco jóvenes. De lo que sí dio cuenta fueron de las bengalas lanzadas en el interior del recinto.
El testigo ha insistido en que había "muchísima afluencia de gente" y muchos menores en la fiesta. "Una persona mayor de edad con esa borrachera que había allí no era normal. Había mucho desfase. Al haber tanto gente borracha querían pasar al baño e iban por donde podían y eso era misión imposible. Había muchísima gente más de la que tenía que haber entrado", ha explicado.