Sorprendidas por la elección del exarzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, como Papa, las editoriales han iniciado una carrera contrarreloj para reimprimir los pocos libros escritos sobre el nuevo Pontífice y buscar nuevos enfoques que permitan convertir a Francisco en un "bestseller". Mientras los diarios de todo el mundo han vertido ríos de tinta en ofrecer todo tipo de cuadernillos especiales, galerías de fotos y anécdotas sobre el nuevo Papa, las editoriales pelean por colocar en las librerías en los próximos días títulos sobre el nuevo inquilino de la Santa Sede.
Los pocos ejemplares que quedaban en los depósitos de las librerías argentinas de los dos libros sobre Bergoglio editados en el país, "El Jesuita", de los periodistas Sergio Rubin y Francesa Ambroguetti, y "Sobre el cielo y la tierra", una transcripción de conversaciones entre Bergoglio y el rabino Abraham Skorka, se agotaron apenas unas horas después del anuncio del nombramiento. "Nadie los compraba, estaban olvidados, y de pronto se han convertido en los más demandados. Las editoriales están reimprimiendo para sacarlos a la venta la próxima semana", explica a Efe Sebastián Bottarini, de la cadena de librerías Cúspide.
En el establecimiento, han colocado el único ejemplar disponible de "Sobre el cielo y la tierra" junto al mostrador de caja para "animar" a los interesados en el tema. "Ha aumentado mucho la demanda y como no hay libros sobre Bergoglio, la gente está comprando títulos relacionados", apunta Bottarini. Un fenómeno que, paradójicamente, ha beneficiado a uno de los principales detractores del Papa en Argentina, el periodista Horacio Verbitsky, autor de "El silencio", una investigación sobre el papel de la Iglesia durante la última dictadura militar (1976-1983).
"Desde que se anunció el nombre del Papa, ha aumentado la venta del libro de Verbitsky", señala Bottarini, que también ha vendido más libros sobre Benedicto XVI, antecesor de Francisco. "Van a llegar ejemplares en los próximos días porque las editoriales saben que es un fenómeno pasajero, tienen que darse prisa", concluye. A pocos metros, en la librería El Ateneo, un puñado de ejemplares de "Sobre el cielo y la tierra" pasa por completo desapercibido en un mostrador del fondo del local junto a libros de auto-ayuda, relatos de mitología y de leyendas e incluso el bestseller de Jane Fonda "Prime Time", con consejos para hacer frente al paso de los años, informa Efe. "La gente ha venido a preguntar por libros de Bergoglio, pero no es masivo. De los personajes conocidos, Hugo Chávez (el recientemente fallecido presidente venezolano) ha vendido bastante en estos días", comenta uno de los dependientes de la librería.
A falta de libros impresos, los fieles se han volcado en las compras en la red de todo lo relacionado con quien fuera arzobispo y cardenal primado, según el portal Bajalibros.com, que ha vendido cientos de ejemplares de "Ponerse la patria al hombro" y "El verdadero poder es el servicio", con homilías y escritos del propio Bergoglio, y de "El Jesuita". "Realmente ha sido una sorpresa. Nunca pensamos que podría pasar esto", explica a Efe Francesca Ambroguetti, coautora del libro. La periodista recuerda que la idea de escribir el libro surgió cuando conoció al entonces arzobispo de Buenos Aires, en 2002, tras un encuentro que mantuvo con corresponsales extranjeros en la capital argentina, aunque el trabajo no salió a la venta hasta muchos años después, en 2010.
El libro es resultado de la lectura de documentos, de homilías e investigaciones sobre el Papa y de las entrevistas realizadas en reuniones mensuales con Bergoglio entre 2007 y 2010. De su experiencia con el hoy papa Francisco, Ambroguetti rescata "su gran espiritualidad, su fe inquebrantable, su cultura" y sus gustos populares por el tango, el cine y el fútbol. "Es una persona extraordinariamente sensible y humana, con sentido del humor, atenta a las necesidades del otro", pero también "firme ante principios que considera fundamentales" y "tímido", hasta el grado de que no quería fotografiarse para la portada del libro: "Nos dijo usen una foto de archivo, no me gustan las fotos", recuerda la periodista. "Ahora, le guste o no, no tendrá más remedio que aguantar que le hagan millones de fotos", concluye.