Los señores de El País nos enseñaron hace unos días que Madrid está en decadencia. Y uno, al leer tamaño reportaje, entiende muchas cosas. Sobre todo, por qué cada vez se compran menos periódicos y se ve más la televisión. La gente no está para esas decadencias y prefiere asistir furtiva pero apasionadamente a espectáculos grotescos como la entrevista a Paquirrín en Sálvame Deluxe. El nunca bien ponderado Kiko Rivera aparcó sus problemas en los tribunales con Telecinco y se avino a mostrar sus vísceras sentimentales el viernes por la noche. Cobró unos 150.000 euros. Y eso explica muchas cosas.
La entrevista ha sido la más vista en lo que va de año. Y eso definitivamente lo explica todo. “Fue genial cuando reconoció que no le invitaron a la boda de su hermano y cuando se metió con Jessi (su ex, aclaramos). Creo que es la mejor entrevista hasta que Andreita (hija de Belén Esteban y Jesulín, aclaramos otra vez) cumpla los 18“, me explicaba una ferviente seguidora del programa. Ya hemos dicho aquí que estas pequeñas sordideces resultan merecidas. Otra cuestión es que sean soportables.
Quizás Sálvame triunfe porque el espectador no encuentra algo más potable. La verdad es que Antena 3 lo había intentado casi todo para acabar con Jorge Javier Vázquez y su circo, pero lo último ha sido apostar por lo sobrenatural. El truco, una vez más, ha resultado fallido y Por arte de magia, programa sin gracia ni audiencia, desaparece de la parrilla tras solo cuatro entregas. Sobraron tres y media, a mi juicio.
No mucho mejor le van las cosas, también en Antena 3, a la penúltima aventura televisiva de Julia Otero. Con cambio de horario, ese programa inexplicable llamado Ciudadanos ha aparecido en pantalla por segunda vez. Les aseguro, si no lo han visto, que ya son demasiadas. Otero hablaba de Educación poniéndose el traje de comunicadora familiar, comprometida con la actualidad y presuntamente cercana al espectador. Gastaba ese aire tan suyo de repartidora de carnés de progresismo. Los ciudadanos toman la palabra, como en Tengo una pregunta para usted, y debaten con vehemencia y sin groserías. Sospecho que la gente, que ya tiene formadita su opinión, busca en la tele escuchar voces más cultas o más formadas o más autorizadas. Si quiere otras visiones intrascendentes o simples, lo discute con su charcutero o entra en un foro de internet. Sea como sea, otro fracaso de audiencia para Otero: un 9% y 558.000 espectadores. Rumores de desaparición.
Lo más visto
Parece ser, según se escucha, que la solución de Antena 3, o de su hija rebelde, La Sexta, será el regreso del astuto y mitificado Andreu Buenafuente. También se anuncia ya la vuelta de 'Salvados'. Una noticia esperanzadora es que TVE ha comprado los derechos de la exitosa Hijos del tercer Reich. Aunque ninguno de esos productos logrará el honor de ser lo más visto del día, como ocurrió este miércoles con la visita de Pamela Anderson al plató de Hay una cosa que te quiero decir.
Pensaba que Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, era lo más surrealista que iba a ver en mucho tiempo. Hasta que me encontré con Miguel Ángel Rodríguez llamando “cocainómano” a Wyoming… En fin, a veces me pregunto qué hubiera dicho el añorado Manuel Vázquez Montalbán, de cuya muerte ahora se cumplen diez años, al presenciar fenómenos televisivos como algunos de los descritos. Imagino que se reiría de la realidad al no poder cambiarla, como siempre hizo. Yo, para soportar este panorama, este fin de semana me voy al cine a ver dos películas turbadoras: Prisioneros y Caníbal. A ver si se me pega algo y hago justicia, hacha en mano, con los seres tenebrosos que pueblan nuestras pantallas.